Parte 2

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Hoy es el día 29 del onceavo mes del año 780 del calendario Felix, pasaron los años y el ya tiene 18.

Esta vez no tiene reputación de basura pero tampoco creen que el será el heredero porque el se enfoco en no salir de su habitación simulando ser un joven maestro deprimido por la muerte de su madre.

Bueno, es hora de conseguir el escudo indestructible.

Cale tomo su abrigo del armario y se lo puso rápidamente y con una voz monótona llamo a Ron.

- Ron, voy a salir.

Ron se estremeció un poco y abrió un poco los ojos sin dejar caer su sonrisa benigna, parecía querer preguntar por qué de repente Cale quería salir de casa pero recordando su situación de mayordomo que no tiene derecho a indagar en las cosas de su amo se contuvo.

A Cale simplemente o le importo esto y se fue por la puerta haciendo resonar sus pasos por el pasillo.

En el camino a la ciudad todos los sirvientes se asombraron de verlo especialmente Hans que se fue corriendo a informar al conde.

Se dirigió a la Fragancia de té con poesía 

Y se dirigió al mostrador donde se encontró al dueño Billos y no pudo evitar compararlo de nuevo con un cochinito.

El fue directamente hasta el y boto una moneda de oro y dijo.

- Planeo quedarme en el tercer piso todo el día, tráeme cualquier té que no sea amargo ¿También tienes novelas o solo poesía?

Billos responde.

- Por supuesto que lo haremos, también tenemos novelas, joven maestro.

- Tráeme el libro más interesante y el té.

- Por supuesto.

En eso Cale sube las escaleras y se sienta junto a la ventana a disfrutar del aire fresco para disfrutarlo con su té cuando llegara.

Fue una agradable mañana hasta que pensó que ya era hora.

Bajo las escaleras y le dijo a Billos.

- Volveré pronto, no despejes mi lugar.

- Entendido joven maestro.

El se dirigió hacia las panaderías donde todos se voltearon a verlo asombrados después de todo nadie puede evitar mirar su cabello rojizo que es exactamente igual que el de la anterior condesa, más su cara sumamente atractiva (Esto no lo sabe Cale)

Fue a la primera panadería que vio y fue recibido nerviosamente por el panadero.

- ¡J-joven maestro Cale, bienvenido!

A diferencia de sus vidas pasadas como basura esta vez lo saludan nerviosamente porque no saben como tratar con el deprimido joven maestro, además, por más que no haya actuado como basura el seguía siendo el hijo del conde, el señor de estas tierras en donde vivían.

Cale ignorante como siempre, dice.

- Dame un poco de pan.

- ¿Disculpe?

Cale simplemente le tiro una moneda de oro y dijo señalando con su dedo.

- Desde aquí, hasta aquí.

El aun desorientado panadero solo mira fijamente la moneda de oro antes de que Cale vuelva a hablar.

- Empaca todo.

Cuando por fin el panadero pudo quitar su mirada de la moneda y miro a Cale el solo dijo.

- Puedo ir a otro lugar si no quieres.

Cale escapa de casaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora