-Elegant Escape- HopeV

el hijo pródigo.

11:40 am [hobibi]

No le digas Taehyung, llevaré la cena de "sorpresa"

Suran, quien ahora tenía una larga y pelinegra cabellera estaba en el hospital cuando recibió aquel mensaje, no se le hizo raro, desde que hoseok y Taehyung se mudaron a Busán ella era la doctora de cabecera del menor, aún cuando al principio era solo una novata el menor no dejaba que nadie que no fuera ella lo atendiera, poco a poco y por su estrecha relación, Suran había logrado conectar con Taehyung, siendo ella la única persona aparte de Hoseok con la que el peliplateado se sentía seguro.

Suran solía pasar noches enteras en casa de la no tan feliz pareja, Taehyung no había regresado al sótano en todo un año, pero tampoco podía quedarse solo por las noches, lo cuál lograba ser un inconveniente para el castaño, puesto que el sótano no era un lugar que se podía controlar a lo lejos, ella, con el fin de ayudar a su familia pasaba la noche velando la tranquilidad de Taehyung.

Camino por los pasillos del hospital, lista para atender a todos sus pacientes antes de las siete de la tarde, sabía que Hoseok se tendría que ir pasando las once, pero para ese momento ella ya tenía que estar ahí, así que tenía que apresurarse en salir, comprar algo de cenar y reunir sus cosas para quedarse con Taehyung.

En el pasar de su día, fue llamada a urgencias, donde su primer paciente era un chico de solo quince años, el diagnostico, una golpiza, los antecedentes, un evento nocturno que no salió bien.

El sótano.

Ella ya no lo frecuentaba, se había alejado por deseo de sus hermanos, su familia había argumentado cosas como "ahora eres una profesional de la salud, no necesitas este lugar", "el sótano te a dado suficiente dinero como para jubilarte de él", "tu vida será mejor lejos de este lugar", y con la condición de Taehyung ella misma decidió que tenían razón, debía dejar aquello atrás y concentrarse en la nueva vida que llevaba ahora, sin embargo, Busan era más pequeño de lo que la gente creía y día a día tenía que atender a chicos como el, víctimas del sistema que protege a los fuertes y no a los débiles, chicos que como ella en algún momento, no tuvieron más opción que el sótano.

—¿Hola?, ¿eres la doctora Min?.

Una voz la sacó de sus pensamientos, había atendido ya a varios pacientes durante el día, estaba más cerca de irse que de quedarse a trabajar, sin embargo, el pensamiento de aquel primer muchacho la había dejado pensando todo el día.

—adelante.— contestó en cuanto reaccionó.—¿Que tenemos?, ¿a que se debe tu visita?.

— Tuve una pelea anoche intentando...bueno no importa.—Rió.— creo que me lastime la muñeca.

—Déjame revisar.— con cuidado, la pelinegra tomó el brazo de su paciente, había inflamación pero no sentía ningún hueso roto o un esguince, seguramente solamente eran repercusiones de la adrenalina saliendo del cuerpo del paciente.— aplica un ungüento y toma estas pastillas.— comentó escribiendo.— mejorarás en al menos tres días, sería todo.

—Doctora.

—Dime.

—¿le han dicho que tiene manos preciosas?.

Suran fue tomada por sorpresa, sus mejillas enrojecieron y no pudo evitar mirar al hombre frente a ella, su paciente, con ojos color chocolate y el cabello del mismo color, su sonrisa era burlona pero muy bonita, sus mejillas eran regordetas y por un momento creyó que asemejaban a las de una ardilla.

—Mi nombre es Han, espero volver a verla.— comentó tomando su receta y saliendo tan rápido como había recibido su diagnóstico.

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