1.4. Amigos

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Victoria juega con los animalillos del bosque mientras espera a Axel. Hace un buen día, incluso se podría decir que es caluroso. Axel llega abanicándose con la mano.

--Ni las sombras de los árboles salvan de este calor --dice.

--Tampoco es para tanto, será que tu temperatura corporal ha aumentado de camino --.

--Puede ser --.

--Aunque, si tanto calor tienes, podemos ir a una poza que está por aquí cerca y refrescarnos mientras hablamos --sugiere Victoria.

--¡Buena idea! --.

Ambos, seguidos de los animalillos, se adentran en el bosque hasta llegar a la poza con una bonita cascada y aguas azules como el cielo.

--Es precioso --dice Axel.

--Lo es. --confrima Victoria mientras se tumba en la orilla para que el agua le refresque las patas y la tripa --Fresquito~ --.

Axel se quita los zapatos y se arremanga los pantalones, mete los pies en el agua y se sienta al lado de la cuentacuentos.

--Que bien se está~ --.

--¿Empezamos? --pregunta Victoria una vez se ha acomodado el humano.

--Sí, por favor --.

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Me desperté feliz al día siguiente. A pesar de ser consciente de que me quedaban unos días de vida normal, me alegraba mi reconciliación con Tom.

Me vestí y miré mis bultitos en el espejo. Habían crecido un poco. Suspiré y me puse el flequillo de manera que no se notaran.

Salí de casa con Tom. Mi alegría era visible.

--¿Estás feliz después de lo de ayer? --preguntó extrañado.

--Sip, ahora ya somos amigos, eso me hace feliz --sonreí.

--No me refería a eso --.

--Ah, lo otro. --pensé un segundo -- Un momento de debilidad lo tiene cualquiera --le quité importancia.

Tom me miró raro. Entendía su reacción, el día anterior monté un gran show, pero me refujiaba en la idea de que había que ser fuerte y todo saldría bien, eso era lo que quería pensar.

--Hablando de lo de ayer, hay algo que no me quito de la cabeza --dije.

--¿El qué? --.

--Dijiste que sabes cómo me siento, pero no creo que sea fácil entender mi situación.. --.

Tom bajó la cabeza.

--Sé cómo te sientes porque mi padre fue poseído por un demonio. --le miré apenada --No pudimos hacer nada, simplemente miramos hasta que se salió de control... Y murió. --seguía mirando al suelo, aún no lo había superado.

--Lo siento, no era mi intención entristecerte --.

--No, --alzó la cabeza --no te preocupes. --se quedó pensando un momento --Esa era la razón por la que estaba enfadado contigo. Pensaba que eras un demonio, pero ahora sé que sólo eres una víctima más --.

Le sonreí apenada y él hizo lo mismo. Ambos pasamos por situaciones difíciles, eso nos unía.

En el instituto los amigos de Tom se sorprendieron al vernos juntos.

--¿Y esto? --se sorprendió Nik.

--¿Ya sois amigos? --se emocionó Cloe.

Miré a Tom, él sonrió y dijo:

Las vidas de VictoriaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora