Capítulo 5

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Brilla y al que le moleste que se tape los ojos.

Aterrizamos en el Aeropuerto Charles de Gaulle sobre las 9:15 de esta mañana y de ahí nos trasladaron al lujoso Hotel du Collectionneur, a pocos kilómetros del arco del triunfo

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Aterrizamos en el Aeropuerto Charles de Gaulle sobre las 9:15 de esta mañana y de ahí nos trasladaron al lujoso Hotel du Collectionneur, a pocos kilómetros del arco del triunfo. Me ha tocado compartir habitación con Esther.

—No te fascina Paris. —dice mientras se deja caer de espaldas en la cama.— Misa, se puede saber que te sucede estás en las nubes tía.

—He conocido a un chico.— la delantera pega un grito de júbilo.

—Desembucha María Isabel.

—Es el cuñado de Marco.— digo como si con eso aclarara todas sus dudas.

—¿Qué Marco?

—¿Quién va a ser?, Asensio.

—¿Y qué tal? — a esta el chisme la pone.

—Nada, no lo sé. —estoy que tengo un enredo en mi cabeza. — Él acaba de salir de una relación y dudo que se quiera liar con alguien.

—Misa has oído el dicho de que un clavo saca a otro.

—No creo que pueda competir con 6 años de relación.— me tapo la cara con la almohada y agrego.— Estoy jodida para una vez que me gusta un tío y aquí estoy llena de dudas.

—Misa si no tienes que competir simplemente tienes que ser tú.

Mi teléfono comienza a sonar, lo busco dentro de la mochila y quedo en shock al ver que el identificador de llamadas muestra el nombre de Teo.

—Es él.— digo en un susurro mostrándole el teléfono a Esther.

—¿Y que esperas para contestarle?— me anima. —Voy a por algo de beber al bar del hotel, y no demores mucho que en un rato salimos a entrenar.

—Vale.— camino hasta el balcón donde puedo contemplar la torre Eiffel a lo lejos. —Hello. —contesto.

Hola Misa. —Teo suena feliz. —Perdón por molestarte, pero fuiste la primera persona que me vino a la cabeza.

—No molestas para nada. —debo tener una sonrisa tontarrona en mi rostro en estos momentos. —Me vas a contar porque suenas tan feliz.

Me han dado un ascenso. — casi grita.

—Wao Teo, eso es increíble, estoy segura que te lo mereces mucho.

Pues la verdad no lo sé. — suena como un niño inseguro.

—Teo, que si ese puesto te lo dieron es porque estás haciendo tu trabajo demasiado bien, solo hay que verte para saber que eres un excelente profesor, ayer que hablamos te brillaban los ojos cada vez que hablabas de tus alumnos y eso solo pasa cuando te gusta tu profesión.

Descubrí que eso era lo mío cuando tuve que ayudar a mi sobrino durante la pandemia con los deberes escolares.— comenta.

—Ya ves cuando las cosas se hacen con pasión todo sale bien, así que disfruta de tu éxito. — digo para alentarlo.— ¿No deberías estar en calases ahora?

LECCIÓN DE AMOR// Misa Rodriguez // Perfecta2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora