Capítulo 15

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No hay amor como el de un hermano.

El anillo de diamantes y oro que tengo en frente de mí se burla de mi de un modo descarado

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El anillo de diamantes y oro que tengo en frente de mí se burla de mi de un modo descarado. Para nada estoy celosa lo contrario, creo que estoy enfadada de que mi madre ejerza una fuerza tan poderosa sobre mi pequeña hermana de 20 años que espera con una sonrisa radiante que le dé el en hora buena por su reciente compromiso.

— ¿No es hermoso? —dice Fer mientras mira embelesada el anillo en su dedo índice.

Agradezco a todos los cielos que Teo se quedara conmigo, puedo ver su mueca de dolor mientras aprieto su mano, al tiempo que cuento mentalmente hasta diez; que digo diez hasta mil para no explotar.
     
  A mí, me habría gustado que Fernanda se hubiese venido a Madrid a hacer la universidad. Me habría encantado tenerla más cerca, que mi hermana pequeña se alejara de la sofocante influencia de mi madre. Mi madre es una fuerza muy poderosa en su vida e intenta hacer una mini copia de ella. Yo he logrado mantenerla a raya, pero Fernanda cada día se parecía más a ella. Fer, hace todo lo que nuestra madre cree que debe hacer, al punto en que me jugaría mi plaza en el Real Madrid, si doña Odesa no ha metido sus manos en el asunto.

Cuando me refiero a asunto hablo de mi hermana de 20 años con una vida por vivir y descubrir hablando de matrimonio.
      
— Misisi, recuerdas el día en que te dije que me casaría con él—. Era imposible de olvidar. Fue en primero del instituto, Pablo estaba en último año, asistíamos juntos a clases. Desde que Fernanda lo vio se acercó a mí y señalándolo, me dijo: "Acabo de conocer a tu futuro cuñado, me casaré con él."
     
En aquel momento pensé que era cosa de adolecente, pero aquí estamos años después y mi hermana tiene un pedrusco que pesa más que ella en su dedo.

Pablo no me desagrada, aunque me parece quizá demasiado controlador, lo otro que tiene en contra es que resultó ser el hijo de unos inversionistas del negocio de mi familia.  El chico tiene una opinión, sobre todo, y Fer las admite todas sin hacer distinción de las suyas propias. Poco a poco mi hermana terminará convirtiéndose en mi madre: un objeto decorativo de su marido, venida a este mundo solo para mostrar ante la sociedad esa marca de matrimonio perfecto y sentarse con sus amigas en el club de golf, para hablar de moda y chismes de farándula.
     
Pero aquí tengo ante mí a una sonrosada Fernanda, con un brillo especial en los ojos que me mira esperando una reacción de mi parte.

—  ¡Estoy prometida! ¿No piensas decir nada, Misa?

Los brazos de Teo rodean mis hombros ante un pequeño temblor de mi cuerpo. Sé que está tratando de infundirme calma desde que mi hermana lo anunció hace media hora, mismo tiempo en que he permanecido en silencio.

—  ¿No crees que eres demasiado joven?— al fin logro habar. — Fer solo tienes vente años, y Pablo veintidós, no se deberían estar viajando el mundo cualquier cosa menos casándose.

—Llevamos 5 años juntos respondió Fer, como si eso lo arreglase todo.

—Son dos niños— dije poniéndome de pie.

LECCIÓN DE AMOR// Misa Rodriguez // Perfecta2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora