Capítulo 10 : Té de burbujas

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Sin que pudieses evitar que sucediera, un par de risas se te escaparon en la oficina mientras charlabas alegremente con algunos miembros de la R.F.A, la mayoría de ellas se las atribuías a aquel con el nombre de usuario "707" cuya escencia y sentido del humor te recordaron de hecho a ese contrato que habías firmado horas antes.

Estabas tan absorta en tu teléfono, que apenas levantaste la mirada casi se te salió el corazón cuando se encontró con la de tu jefe.

—Parece que ya se esta llevando bien con los demás miembros.
—comentó con su celular en mano y su mirada aún sobre tí.

El director también se encontraba en la sala de chat.

—Bueno. Todos parecen ser muy agradables. —comentaste algo apenada.

—Si. Así es.

La mirada del director continuaba insistente sobre tí y tú, al sentirte intimidada sólo pudiste apartar tus ojos de ella.

–Ah, ya casi termina la hora del almuerzo. —te levantaste de tu escritorio tratando de disipar tu incomodidad— Estaba pensando en ir por algo de beber, ¿le gustaría que le trajera algo a usted también, señor director?

—En ese caso, estaré bien con lo mismo que usted pida.

Y aunque estabas preparada para escuchar un "no" o en su defecto memorizar una detallada descripción de lo que tu jefe quería, su más que descomplicada respuesta te tomó desprevenida.

—¿...Mm? ¿Está seguro?

—Si.

—¿No le importa lo que sea que yo traiga?

—En lo absoluto. —respondió con simpleza.

—Entonces... volveré en un momento director.

Con algo de desconcierto, saliste de la oficina, los rasgos de la zona de tú frente deformados por la extrañeza. Pues, según los demás empleados del área del secretariado, el director Han era alguien en extremo específico con todo aquello que ingería, en especial con las bebidas. Era por ello que su asistente anterior, la señorita Kang, solía saber incluso la cantidad de azúcar en gramos que debía ponerle a su café.

Exhalaste y encogiste los hombros. De nuevo estabas pensando demasiado. Hábito tuyo difícil de abandonar.

Tras estirar las piernas y conseguir las dos bebidas de una cafetería cercana al edificio. Regresaste a rápidamente a la oficina con dos bebidas exactamente iguales en las manos.

–Ya regresé, director. —anunciaste tu entrada, para posteriormente colocar un vaso de plástico a un costado de su escritorio, sobre una servilleta gruesa, doblada dos veces— Aquí está su bebida.

Si tuvieses que describir la mirada del director sobre ese vaso, dirías que era similar a la de un bebé al que le ponen enfrente un objeto que aún no puede reconocer. Era una mirada casi analítica.

Con cuidado él levantó el recipiente usando apenas la yema de los dedos, entrecerró los ojos e inspeccionó su contenido minuciosamente, tratando de descifrar lo que veía, tal y como si se tratase de una obra de arte conceptual o un problema matemático.

La bebida en cuestión era un té de burbujas con leche de origen vegetal.

—Señorita *K, ¿podría preguntar qué son estas cosas al fondo del vaso? —preguntó el hombre genuinamente intrigado.

En ese momento no pudiste hacer más que apretar tu barbilla en un intento por controlar tu risa.

—Ah... eso... ¿podría ser que el director nunca haya bebido té de burbujas antes?

—No. —respondió ahora meneando el contenido con la pajita— ¿De qué está hecho?

—Pues... es un té aromático con leche bastante popular. Las pequeñas burbujas que hay en el fondo están hechas con tapioca.

—¿Tapioca...?

Expectante, como si vieses una película de suspenso, tus ojos observaron cuidadosamente los labios del director tocando la pajita, a su garganta moviéndose al tragar el té.

¿Le habrá gustado... O quizás no?

Tratabas de descifrar su expresión.

Al final sus cejas sólo se arrugaron un poco.

—Disculpeme. Si no le gusta puedo comprarle otra cosa. —sugeriste, infiriendo que no fue de su gusto.

—Me gusta. —dijo el director Han, sonriendo con sutileza.

—¿Eh?

—¿Qué se supone que haga con las burbujas?

Tú parpadeaste varias veces con un aire de sorpresa, los labios se te curvearon después con alivio.

—Puede berberlas junto al té. —le explicaste— También puede masticarlas. Aunque a algunos les gusta dejarlas al fondo para el final.

—Ya veo. Es interesante saber los gustos de la señorita *K. Gracias.

—No, no. Siempre es un placer director Han.


*Notas del autor.

Han Jumin descubre el té de burbujas!

Dato curioso: Al parecer, él te de burbujas es particularmente popular entre las señoras mayores en Asia.

Btw... No sé que estaba pensando mientras escribía este capítulo *****

Sólo espero que la relación de TN y Jumin deje de ser incómoda poco poco 🤧

🍒 Mi jefe es un poco lindo 🍒 Jumin Han Donde viven las historias. Descúbrelo ahora