Capítulo 4 : Diez minutos

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Tras aquel almuerzo que compartiste con el presidente Han, se te condujo de vuelta a la compañía. Al final, todo resultó bastante bien. Ambos pudieron compartir una agradable conversación de manera afable, sin ninguna pretensión.

Sin embargo, en tu cabeza no hubo espacio alguno para sentir alivio, pues la hora del almuerzo ya había pasado y aún te esperaba en la oficina un montón de trabajo pendiente.

Corriste lo mejor que pudiste con los tacones puestos para poder regresar a tu lugar, en lo que pensabas en el director Han, quien seguramente ya había regresado primero y te esperaba listo para darte un sermón.

—¡L-lo siento mucho, señor Director! Se me ha hecho tarde. —articulaste con dificultad apenas entraste en la oficina— En realidad yo...

—Estaba almorzando con mi padre. —te interrumpió el hombre antes de que pudieses continuar con tu explicación.

Aquello te sorprendió. No sólo porque ya conocía tu paradero, sino también por el áspero tono que usó para dirigirse a tí.

—...Pues si. Así es. ¿Cómo lo supo? —preguntaste, apoyandote la mano en el pecho, tratando de apaciguar tu agitada respiración debida a la carrera con la que corriste.

—El personal la vió salir en el auto de mi padre. —explicó sin siquiera pestañear detrás de su escritorio.

Y a pesar de que mantenía su usual expresión neutral, hubo algo en él, diferente. Una altanería en su mirada, una tosquedad suya que hizo que el ambiente se tornará pesado y que al mismo tiempo te sintieses como una diminuta hormiga ante su presencia.

—Ah... con que es así —murmuraste entre dientes con visible incomodidad— ...En realidad, mi plan era regresar lo más rápido posible pero... sucedieron algunas cosas que me gustaría explicarle con detalle.

—No se preocupe. Ya conozco muy bien la naturaleza de mi padre.

Al escucharlo, tu cuerpo emitió una risa nerviosa como mecanismo de defensa. En realidad podías sentir muy bien que él no quería escuchar una sola palabra más salir de tu boca, era casi como si... sintiese disgusto.

—En... entiendo. —trataste de insistir en alargar la conversación a fin de poder explicarte correctamente— Pero, antes de que piense algo que no es. Me gustaría aclarar-

—No tiene nada por aclarar, señorita *K. —el director te interrumpió de nuevo, esta vez de manera más hosca— Es una historia que se repite mucho.

En ese momento se formó un nudo en tu garganta. Sabías exactamente que era lo que estaba insinuado el director Han acerca de tí. Y era solo algo tan ofensivo e insultante que se te logró aguar la mirada incluso. Pero. Dado que continuaba interrumpiendote, en ese momento no te quedaba más opción que tratar de calmarte y dejar para más tarde el asunto.

—¿Seguro? —exhalaste, tratando de controlar lo mejor posible lo que sentías— En ese caso. Por favor discúlpeme, continuaré trabajando.

—Tranquila. Eso no será necesario. —Han Jumin te interrumpió por tercera vez.

—¿Y eso porqué? ¿podría ser que ocurrió algo grave?

Los ojos cenizos del director te miraron vacíos a través de sus cejas. El hombre suspiró con genuina molestia, entrelazo sus dedos y como si fuese un juez dictó tu sentencia.

—Usted está despedida. Señorita *K. —dictó con indiferencia.

—¿...Disculpe? ¿Despedida?

—Exactamente. Asi que por favor asegúrese de recoger sus cosas. En los siguientes días la compañía se encargará de mandarle un cheque con el pago por todos los días que trabajó aquí.

Atónita.

Esa era la mejor palabra para describir tu estado después de procesar todo lo que había ocurrido en ese escaso par de minutos.

—Perdone, pero necesito saber una razón. Mi período de prueba nisiquiera ha terminado, ¿Ha habido acaso algún problema con mi trabajo? ¿O todo esto se debe únicamente a-

—Creo que usted debería saber mejor que nadie la razones de su despido.

Y esta ya era la cuarta vez que te interrumpía antes de que siquiera pudieses objetarle algo. En vez de un hombre, lo que había frente a tí no era sino una alta pared de concreto.

—Le daré diez minutos para que abandone el edificio. —ordenó tu ahora exjefe sin ningún tipo de vacilación en su voz— De lo contrario, me veré obligado a llamar al personal de seguridad.

Un poco irritada y también increíblemente frustrada, decidiste no intentar razonar más con el director Han y tan solo retirarte de allí.

—Entendido.

Tragaste saliva con pesadumbre, tratando duramente de contener tus lágrimas. Al parecer la intuición del conductor Kim había perdido su racha.



*Notas del autor

Momento sadge

Btw el recursos humanos está yorando sangre después de ese despido xdxdxd

🍒 Mi jefe es un poco lindo 🍒 Jumin Han Donde viven las historias. Descúbrelo ahora