Capítulo 13 : Horas extra

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A través del ventanal podía verse como las estrellas brillaban de espléndida manera esa noche, muy posiblemente debido a la inusual falta de contaminación que se presentó esa misma tarde.

La blusa del traje que usabas ya te comenzaba a hostigar y ,de no ser porque se consideraría inapropiado, ya le hubieses aflojado un par de botones. De lo que si pudiste deshacerte sin mayor problema, fue de tus zapatos de tacón que ahora reposaban bajo el escritorio. A un costado de tu computadora, aguardaban dos vasos de papel vacios con rastros de café, denotando así el paso del tiempo extra en la oficina.

—Lo siento... Señorita *K.

Escuchaste una disculpa provenir de los labios del director Han, quien se encontraba sentado en su escritorio frente al tuyo.

De inmediato notaste su apenado tono, y le dirigiste una rápida mirada. Desde luego que, el no era un hombre que se caracterizase por su expresividad, pero, en ese momento pudiste verle una clara desilusión en la cara.

Su cena de esa noche al final tuvo que ser cancelada debido a causas de fuerza mayor, y aunque para tí también había resultado un poco decepcionante, el poder presenciar aquella expresión lo compensaba todo. Parecía un perrito regañado.

—¿Hm? ¿Pero porqué se disculpa? —le dijiste con una suave sonrisa, regresando la vista de inmediato a tu trabajo— El director no tiene la culpa del error cometido por el departamento comercial.

—Aún así. No sólo no estoy recompensandola, sino que también he terminado por darle más trabajo el día de hoy.

—Esta bien, esta bien. De todos modos, todas estas horas extras se me pagarán a final de mes. —formulaste en tono de burla.

Y su risa, breve y apenas audible endulzó tus oídos.

—He hecho una buena elección al contratarla. —comentó.

Halagada por su sutil cumplido, una risa se te escapó del mismo modo. Hablar así, cada uno en su escritorio concentrado en su tarea, tenía su propio encanto también.

—¿Pero qué dice? —disipaste su cumplido con modestia, teniendo al tiempo una idea para alivianar su culpabilidad— ... Aunque ahora que lo pienso, si que hay una manera en la que el director puede redimirse por lo de esta noche.

—¿Es eso así? ¿y podría saber cuál sería esa manera?

Asomaste la vista por encima del monitor, encontrandote asimismo con su mirada cómplice.

—Bueno. Usted todavía puede invitarme a la cena. Solo que en vez de ir a un restaurante, podemos simplemente pedir comida.

—No es una mala idea, —te sonrió— ¿hay alguna comida en particular que le guste?

...

Y en poco menos de una hora, la mesa de centro destinada para quienes visitaran la oficina se encontraba llena de comida tradicional del tipo que solía venderse en los puestos de la calle y cadenas de restaurantes.

Era el festín definitivo del oficinista promedio.

—¿...Puedo preguntar que son todas estas cosas?

Cuestionó el pelinegro observando con genuina curiosidad cada platillo sobre la mesa, dirigiéndose su mirada especialmente hacia el recipiente del *dakbal.

—Director Han, ¿podría ser que usted haya vivido en el extranjero hasta hace muy poco? —indagaste según su anterior interrogante.

—No. —respondió el director— Nací en Corea y también he hecho mi servicio militar como corresponde. Aunque es cierto que estudié en el extranjero durante un tiempo.

—Acabo de imaginarmelo rapado y vestido de soldado, ¿le fue bien en el servicio, director Han?

—Por supuesto. Incluso fui ayudante de instructor. —manifestó con orgullo, tomando asiento en el piso alrededor de la colorida mesa.

Siguiendo pues el orden que la jerarquía exigía, te sentaste frente a él. Era una vista divertida, ambos sentados en el piso de la oficina comiendo chucherías.

—Ya veo. En ese caso, de izquierda a derecha; Pollo frito de sabor clásico, dakbal, *gimbap de carne y *tteokbokki. El dakbal y el tteokbokki son picantes, así que por favor tenga cuidado. —le explicaste el menú que habías elegido, cuán *sommelier introduciendo un vino.

—¿A la señorita *K le gusta la comida picante?

—Depende. —acomodaste los cubiertos— Si es deliciosa, si. ¿Qué hay del director?

—No suelo comer cosas demasiado condimentadas. Pero tengo curiosidad.

Siguiendo tus movimientos al pie de la letra, el director procedió a colocarse con sumo cuidado y elegancia el par de guantes de plástico destinados para evitar que las manos se ensuciasen. Entonces probó un bocado de cada comida en la mesa y viendo como continuó comiendo con aparente apetito, pudiste deducir que de hecho fue de su agrado.

—¿Y bien? —le preguntaste en medio de la comida, deduciendo ya su respuesta.

—Esta delicioso.

Y te alegró que le gustara.

—¿Verdad que sí?










*Notas (extralargas) del autor.

Gente que malpensó el inicio 👀

Porfa alguien haga un edit de Jumin rapado. Lo necesiTo.

*Dakbal: Patas de pollo sazonadas. (Si bnda. Le dimos patas de pollo al jumin).

*Tteokbokki: Pasteles de arro.

*Gimbap: como sushi pero más barato.

*Sommelier: Esos weyes que se encargan de recomendar y servir el vino (o licor) en los restaurantes. (Ahke. Aquí solo usamo palabras finas gente 🧐)

*En el SM es un poco difícil ser ayudante de instructor. Digamos que se considera un gran honor o algo así??? Ndeah.

Pd: éste capítulo me pareció un poco flojo la vd(?)

🍒 Mi jefe es un poco lindo 🍒 Jumin Han Donde viven las historias. Descúbrelo ahora