CAPITULO VII

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         Superficie del planeta Koorivar .....

         Enfrente tiene la entrada principal de la mina , y a los seis vehículos blindados equipados con cañones láser de repetición  delante de su vehículo de mando , como medida de precaución .   
       Al ver el número de guardias de seguridad y sus armas blaster , el general Yem se alegra de haber  traído a un batallón mecanizado de infantería .
       
        - Abran la puerta . Vamos a entrar -  les anuncia Yem por los altavoces de su vehículo de mando .

          < Y espero que lo hagan cuánto antes . Si el Remanente desembarca tropas , quedaremos expuestos en campo abierto > piensa el general Yem .

         - Señor , nos llaman de la mina - informa la teniente  Usna .

         - Active holograma - ordena el general .
 
       Aparece la imagen holografíca de  la cabeza del gerente Buyarty .
Al ser un chadrafan , resulta muy difícil ver en su rostro su estado de ánimo , aunque se imagina que está muy enfadado o confundido .

        - ¿ Qué  hacen aquí ? ¿ Y por  qué quieren entrar ? - pregunta Buyarty confundido .

         < ¡ Maldita sanguijuela ! ¡ Qué ganas tengo de ponerte las manos encima , y ponerte en la misma celda que Odo Argente ! > piensa Yem , pero a pesar de su rabia , pone buena cara .

         - Los imperiales están en órbita , luchando contra el general Solo . Y los insurgentes ya deben de estar en camino hacia aquí . Si los imperiales desembarcan tropas , lo más seguro que vengan a por el Iridio almacenado - le informa el general Yem .

         - ¿¡  Los imperiales aquí !? - impactado por la noticia , Buyarty se queda sin palabras .

         - Cuánto más tiempo estemos fuera , más se reducen nuestras posibilidades de defensa contra los imperiales -  dice el general Yem para que reaccione .

         - ¿ Eh ? ...¡ Sí ! Si , tiene razón .
Ordenaré que les dejen entrar - le dice Buyarty al fin .

           ☆☆☆☆☆☆☆☆☆☆☆

         Ya estaba nervioso , por el hecho de que la columna que  envio a noche , a atacar el pueblo de Kosvar , ni había regresado , ni su comandante se había puesto en contacto con la mina . Temia lo peor .
         Y ahora , en la puerta de su mina , se había presentado el general Yem con una columna de vehículos acorazados , con la noticia de que los imperiales habian llegado , y encima los insurgentes se acercaban a su mina .
          Resultaba de lo más irónico , que la mentira con la que se justificaba la represión de los descontentos , había terminado por convertirse en una realidad .
        Una realidad que pone en peligro su mina . Por ese motivo había dado la orden a su jefe de seguridad , para dar paso a los milicianos del planeta .

        - Preparen mi nave - ordena por el comunicador Buyarty .

         < Si se produce un ataque , mejor no estar aquí > piensa Buyarty , que como el cobarde  que es , solo busca ponerse a salvo
          
        - ¡ Señor , venga rápido ! - le dice uno de sus mercenarios , con voz alterada .

        - ¿ Qué ocurre ? ¿ Nos atacan ? - pregunta Buyarty .

         -  ¡ Los milicianos nos están arrestando ! - responde el hombre

         - ¿¡ Qué !? ¡ Eso es imposible !

        - Venga a la sala de control , y lo verá - le dice el mercenario .

        Cuando llega , ve por las holocamaras como los milicianos se mueven rápido , y apuntan con sus armas blaster a su grupo  de mercenarios . Estos cogidos por sorpresa se van rindiendo .

CAZARRECOMPENSAS - escrito por Jesús Quintela Navazo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora