𝐕𝐈

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𝐕𝐞𝐧𝐮𝐬


La tranquilidad del lugar le producía un mal sabor de boca, un espacio relajado y en paz habla de la falta de problemas y enfrentamientos; algo de lo que, en realidad, necesitaba un poco. Con mayor razón, después de mandar al soplón con su mensaje; el no recibir ninguna represaría lo hacía dudar sobre los planes de Cowell.

Harry maneja el tráfico de armas y algunas buenas drogas en la ciudad, se hizo cargo en el momento en que su madre murió años después del asesinato de su padre; en ese tiempo solo era un chico de dieciséis años intentando ganarse el respeto de toda una mafia demostrando que él era lo suficientemente capaz. Muchos habían intentado tirarlo abajo, pero se mantuvo con el respaldo de grandes cabezas como su padrino, Thomas y su querida Elena. Gemma, en cambio, siempre estuvo al margen de todo, mostrando poco interés en los negocios oscuros en lo que su familia mandaba.

Al poco tiempo de que Harry se hizo mayor de edad ella decidió mudarse del país a España, culmino sus estudios y abrió su propio negocio, bastante limpio de sangre y malversaciones; aun así, en los momentos en donde la mente de su hermano llamaba a sangre y muerte, ella asistía otorgando decisiones con cabeza fría. Harry la ama con su alma y siempre que se siente demasiado expuesto y eufórico acude a ella por un buen consejo.

Esa noche particularmente la necesitaba, pero no por el negocio sino por el lindo chico que ve de pie junto a una de las mesas de su club, los vitoreos de algo que no alcanza a escuchar saliendo de su pequeña boca con una mueca divertida. Por su mente corre el pensamiento de llamarle y quizás preguntarle si es esa una casualidad, si el acudir al Venus, su propiedad, ha sido motivo de una minuciosa investigación y luego planeado con el fin de topárselo. Al observarlo, poco preocupado por algo más que no fuesen los tragos y la música, además de las personas rodeándolo, lo hizo descartar tan descarada idea.

Un chico rubio de aspecto prolijo junto a una chica de tez morena y rizos espléndidamente trenzados, gritan a su alrededor; sus sonrisas radiantes mientras sus gargantas exponen cualquier canción que se reproduzca. La sonrisa de Louis es reconfortante, tanto así que lo hace perderse demasiado en sus pensamientos, aquellos de los que no saldría si Liam no lo hubiese interrumpido.

—El área está asegurada por nuestros hombres, ningún movimiento fuera de lo habitual me ha sido reportado.

—Créeme en el momento en que decidan atacar, si lo hacen...—repuso con sorna— no vendrán solo uno y no traerá una pistolita oculta. Y no creo que lo haga con todas las personas aquí, perdería mucho...es mi área Liam.

—No debemos bajar la guardia...

Harry gira su rostro hacia él, su mirada llena de diversión.

—Por supuesto que no lo haremos... ¿acaso he dicho que lo haré? —inquirió, Liam sonrió y Harry rodeo sus hombros con su brazo derecho haciendo un poco de fuerza— No me subestimes cabrón...sabes que tenemos todo cubierto—le beso el costado de su cabeza con un fuerte sonido.

—¿Por qué tan feliz hoy, Styles? ¿A caso ya hubo un poco de acción? — preguntó levantando las cejas de forma cómica, vio como Harry negaba con una sonrisa amplia en su rostro.

—Mejor que eso amigo—señaló la mesa en donde se encontraba Louis, y los que suponía eran sus amigos, dándole unos últimos tragos a sus bebidas—El de cabello castaño...es el chico del que te hable la noche de "los viejos del vino"—Liam levantó sus cejas con asombro.

—¡Espera! ¿Ese es el chico del que has estado hablando toda la puta semana?

—El mismo, y adivina...—lo vio expectante—es el nieto del viejo Tomlinson. —A Liam se le quisieron salir los ojos de sus orbitas.

𝐑𝐞𝐯𝐞𝐥𝐚𝐭𝐢𝐨𝐧 𝐢𝐧 𝐭𝐡𝐞 𝐥𝐢𝐠𝐡𝐭 𝐨𝐟 𝐝𝐚𝐲.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora