𝐑𝐞𝐯𝐞𝐥𝐚𝐭𝐢𝐨𝐧 𝐢𝐧 𝐭𝐡𝐞 𝐥𝐢𝐠𝐡𝐭 𝐨𝐟 𝐝𝐚𝐲.

𝐗𝐗𝐈𝐕

𝐃𝐢𝐦𝐦𝐢 𝐝𝐢 𝐧𝐨

Louis despierta dos días después en un lugar frío y estéril, la luz de la ventana a su lado dando los primeros rayos del sol que golpean su rostro de forma despiadada. Abre sus ojos con pesadez y se topa con un lugar claro y tranquilo, de aspecto minimalista, un jarrón con hermosas flores de colores vivos son lo único que sobresale del lúgubre lugar. Intenta inclinar su cuerpo para evitar la luz del sol en su rostro y un fuerte dolor lo detiene haciéndolo jadear. Solo en ese momento es consciente del ruido de una máquina a su lado y los tubos inyectados a sus venas. Los recuerdos caen sobre su mente como una pesada lluvia llenándolo de desesperación e incertidumbre.

Harry... ¿Dónde está Harry?

¿Dónde están los niños?

¿Quién es ese hombre?

Su ansiedad es muy evidente cuando entra una mujer de cabello recogido en una coleta, vistiendo un uniforme bastante cómodo.

—Tranquilo, Louis—susurra con calma, poniéndose al lado de su cama mientras toma su mano—soy la doctora encargada de tu caso, estas en un hospital en estos momentos...llevas dormido dos días—menciona con cuidado cuando nota que se ha calmado lo suficiente—¿recuerdas lo que te sucedió?

Louis aprieta sus ojos en dolor cuando intenta hablar y no puede, ella lo comprende e interrumpe sus intentos rápidamente.

—Tranquilo, es normal...tus cuerdas vocales están aún resentidas por todo—ella mira hacia la puerta de vidrio en donde se ven dos hombres de espalda custodiando y delante de ellos Liam esta de frente con ojos directo hacia ella; —Nos han comentado todo lo que paso, pero es mi deber informarte que no todo será colocado en tu expediente como sucedió.

Louis la mira con confusión, pero ella continúa aclarando,

—Sufriste un accidente—dice irguiéndose en su lugar—tu motocicleta chocó contra un auto a mitad de la noche, debido a esto sufriste la fractura de tres de tus costillas y una lesión menor en una de tus piernas. Además de rasguños y moretones por la caída. 

El castaño frunce sus cejas e intenta intervenir, cuando son interrumpidos por un hombre de traje claramente malhumorado.

—Eso fue todo por hoy, doctora.

La mujer solamente lo mira con compasión y le regala una pequeña sonrisa hasta que sale en silencio del lugar.

Louis mira con ojos pesados al hombre frente a él.

—¿D-dónde...?

—Esa es la información que manejan tus familiares y el personal de este hospital, y es la misma que tu debes contar a otras personas en caso de que te cuestionen—interrumpe de golpe.

Louis solo lo ignora y pregunta nuevamente con todo su esfuerzo, además de su garganta ardiendo, todo su tronco duele y puede sentir la presión de algo sobre él. Liam solo lo mira y lo interrumpe antes de si quiera empezar a hablar.

—Harry está bien, Louis—dice suavizando su voz—ambos salieron bien de esto...los niños también están a salvo.

Louis solo se rinde ante su almohada y empieza a sollozar en silencio. Ni siquiera sabe que es todo lo que está sintiendo. Su cuerpo duele, pero su alma y corazón arden como si una herida no dejara de sangrar. Por una parte, está feliz y calmado ante la idea de Harry estando bien. Vivo. Al igual que el alivio que siente su mente y cuerpo al saber que aquellos niños tendrán quizás un futuro mejor del que tendrían; saber que el ayudo a salvar unas pequeñas caritas risueñas le calienta el pecho; pero, por otra parte, el saber todas esas cosas que contaba aquel asqueroso hombre eran verdad le dolía.