Recién caída la noche
aparece entre las sombras
vestida de luto
y sin ninguna pena.
Va en busca de uno,
uno que no le mienta,
que no le niegue,
que no le pida;
que no le haga callar
ni que le haga estallar.
Sus amantes, más de mil,
no la pueden olvidar,
y su mente fría está
de tanto mal que tiene ya.
Recoge lo que siembra
y siembra lo que recoge.
Se envenena ella sola,
cuando escucha en su interior
sin apenas darse cuenta
del esplendor de su calor.

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Pasión por las palabras, amor por la poesía
PoesíaRecopilación de poemas y pensamientos sobre distintas cosas de la vida. (Se irán añadiendo más)