MAESTRO HAITANI [RanLey]

1.

— Demasiado grosero niñito — regaño la anciana tras darle una fuerte palmada tras la nuca al de cabellos melocotón.

— ¡Nana! — se quejó sobandose entre quejidos, esa mujer tenía bastante fuerza a pesar de su edad — ¿Qué más creé que diré tras ver lo que me obligará a usar? — gruñó con notable disgusto al ver aquel uniforme tan horrible sobre la cama.

El pequeño Souya río bajito cubriendo su boca tras ver la escena de sus mayores, Nahoya al escucharlo le miró por sobre su hombro con una sonrisa tierna — Sabés que el maestro Ran no acepta hombres... — se sobó la frente con cansancio — ¿Aceptas o no? Es la única forma en que te puedo ayudar — Nahoya aún disgustado la miró fijamente.

Sabía que su nana se metería en problemas si los maestros Haitani se enteraban de todo lo que iban hacer para ayudarle, aún así ella no se retractaba ante su decisión de ayudarlo con su hermanito, volvió su mirada al uniforme y luego a Souya que lo miraba con gran atención bajo el marco de la puerta. Debía hacerlo, era por el momento la única forma de tener las principales necesidades básicas para que no le quitarán a su hermano — Está bien, usaré ese horrible uniforme, pero ni creas que usaré esa asquerosa peluca, es tan jodidamente horrible — señaló con una mueca en labios.

De nuevo recibió un fuerte golpe en su nuca — ¡Deja de ser grosero, hombre! El pequeño Sousou está presente —

— ¡Agh! ¡Nana! No dije nada vulgar — chillo sobandose de nuevo el área golpeada, estaba seguro que tendría un morado luego.

— Hermano Naho no necesita peluca, su cabello es bastante largo y lindo — opino Souya con su dedo índice levantado en el aire, la mujer mayor sonrió con ternura mirándolo.

— Es verdad Sousou, tu hermano no necesita peluca — afirmó levemente para luego volver su mirada dulce al de cabellos melocotón — Ya hasta parece un vagabundo del centro — la risa estruendosa de Souya no se hizo esperar junto a la de la mayor, Nahoya frunciendo sus labios la miró con fastidio.

— Tu favoritismo se nota demasiado Nana — 

— Si, si ¿A quien le importa? Ve a bañarte mientras Sousou y yo empacamos las cosas — ordenó con desinterés caminando fuera de la habitación mientras Souya corría tras ella con paso emocionado.

— ¡Yeeeh! Iremos con Nana a su gran casa — celebró alzando sus brazos, Nana solo sonrió y negó.

Bueno, su hermanito al menos estaba emocionado.

Suspiró agotado volviendo su mirada al uniforme y luego a las prendas de vestir ¿Era necesario que usará falda para la entrevista? Podría ir en un pantalón de lino, a algunas chicas les gustaba más usar eso a que una falda.

— Nahoya, ni pienses en usar un pantalón para la entrevista, tu cadera te delatará — advirtió Senju entrando con unas cajas en mano, con un bufido el mayor se encogió de hombros.