Capitulo 13

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El día de la san Valentin

Escena 🔞🔞 Si no le gusta esto pueden pasar al siguiente capitulo, pd: es mi primera vez haciendo esto jeje. Los quiero

Felix  sintió una punzada en el corazón lo cual hizo que se despertara, estaba llorando en su cama mientras tomaba con fuerza la camisa de San, le dolía, e realmente roto, su Omega se sentía rechazado y estaba aullando de dolor, pero ambos ese día  Felix sintió lastima por su lobo interior, intentó concentrarse pero el calor que tenia en todo el cuerpo no ayudaba con el dolor de corazón, sintió algo húmedo en sus partes íntimas y el olor que desprendía era fuerte y dulce, San intentaba acariciarlo y darle mimos para así ayudar en su celo, pero Felix ya perdió  toda razón, estaba en la primera vez de su celos y no podía detenerse, el olor  de San lo mataba, necesitaba a alguien y el omenga sexy no lo ayuda, cosa que era de locos ya que le atraía ambos olores ya sea omegas o alfas, él no tenia problema.


-San, hueles   delicioso,  decía Felix mientras restregar su nariz en el cuello de San el cual estaba un poco nervioso ya que no esperó esa reacción.

-Felix, ¿estas bien?.

-San, ¿puedo pedirte un favor?, decía al fin el rubio mirándolo a los ojos pero este desprendía lujuria y por alguna razón a San eso no lo molestaba, ni siquiera el fuerte olor que desprendía.

-Di...di me pollito, cualquier cosa lo haré, decía tierno San acariciando su mejilla pero en un abrir y cerrar de ojos Felix se encontraba en el regazo del pelinegro restregandose en su entrepierna  y  besando el cuello del Omega, San no sabía que hacer  y se sentía raro ya que todo esto lo atraía.

-O...ooomegaa, ayúdame, te necesito.

San no sabía que hacer,  esto era nuevo, intento pensar con la cabeza fría.

-Felix, puedo ayudarte, pero no como quieres, soy Omega, eso es...

-Se puede cariño, decía Felix acariciando el abdomen del pelinegro -Han y Seugmin lo hacen en cada celo, el olor del Omega no molesta en el celo si no está cerca del alfa del Omega, además si es alguien a quien quieres mucho, ayuda, créeme Han quería ser el que me ayude en mi primer celo, Felix rio de forma ronca cerca  de la oreja del pelinegro para luego morderlo y jadear cerca, eso fue un detonante en San quien lo tomó fuerte de la cintura haciendo que el rubio lo mire, el pelinegro ya tenía la mirada lujuriosa.

-Di lo que quieres y lo haré, Dilo, decía Ssn con la voz ronca y apretando de manera deliciosa para Felix su cintura, este acercó sus labios a la oreja del pelinegro y en un susurro  respondió.

-Follame San, y ese fue el detonante, San lo tomó del cuello y lo acercó a el  para acariciar sus labios con la lengua para luego proceder a morder el labio inferior, Felix soltó un gemido bajo y volvió a moverse  sobre la entrepierna de San sintiendo algo duro debajo y para nada pequeño.

Toda cordura fue cuando San comenzó  a besar su cuello y succionó algunas partes, luego lamio el lugar donde  tiene el punto de olor lo cual era delirante para el Omega.

El rubio poco a poco comenzó a desvestir al pelinegro al tenerlo completamente desnudo a excepción de sus boxers pudo admirar la hermosa figura, comenzó a  tocar su cintura y abdomen, San no aguantó y también desistió al rubio solo que  este si  lo desnudó  por completo Felix al sentirse al fin liberado comenzó a restregar más sintiendo excitación, San  simulaba embestir aún  teniendo el bóxer puesto, el rubio solo gemia volviéndose loco.

-Saaann, te necesito aahh, por fa...vor, el pelinegro asintió y posó dos de sus dedos en el labio del rubio.

-Lamelo bien, el rubio hizo caso y comenzó a hacer lo pedido mientras era embestido, sintiendo esa tela volviéndolo loco, al ver que ya estaba bien hecho comenzó a lamer el cuello del Omega mientras el pelinegro bajaba sus dedos en el agujero del rubio y jugaba con la entrada, hasta que lentamente comenzó comenzó meter un dedo, el Omega sintió un poco de ardor que poco a poco fue convertido en placer, asintió  en aprobación al pelinegro para que continuará con el cometido, este solo ingresó el segundo dedo y lo comenzó a embestir con esto haciendo movimientos de tijeras, San se concentraba en encontrar ese punto dulce que volvería loco al rubio y al parecer lo encontró ya que sintió como el Omega se retorcía de placer y gemia en grande.

MI PRIMER AMORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora