Érase una vez, en un mundo triste y obscuro, donde la luz al nacer descubrió... Un bonito mundo de color.
Nos remontaremos a la edad media, en dónde la sociedad se encontraba dividida en tres grandes grupos jerárquicos.
1.- Campesinos
2.- Nobles y monjes o clérigos.
3.- El ReySiendo los primeros la clase más vulnerable, despojada de derechos y obligados principalmente a trabajar, sin acceso a educación, siendo obligados a permanecer en la ignorancia y la pobreza durante toda la vida.
Los Nobles y clérigos, eran aquellos que tenían todo lo negado a los primeros.
Sus trabajos, en caso de ejercer uno, estaban orientados al poder.
En el caso de los nobles, a cargos en el ejercito o con respecto a la distribución de tierras, y los clérigos y monjes en lo relacionado a la iglesia. La cual en ese tiempo podía llegar a ser incluso más relevante que la propia monarquía.
A cargo de ellos también quedaba la educación.Y por último, en la cima, se encontraba la Monarquía, en donde el rey era la figura de máxima autoridad en cada país, encargándose de cobrar tributos y organizar la sociedad. Podía actuar según discernimiento, pero a menudo era guiado por los deseos de los nobles y los altos cargos eclesiásticos. En resumen, una marioneta del segundo grupo nombrado.
Teniendo a Dios como el centro de todo, el pueblo tenía una visión sobre el ser humano como un ser de naturaleza dualista, con un cuerpo y alma, capaz de hacer el bien o el mal.
Ciudades pequeñas, entre grandes murallas, calles empolvadas, una gran plaza central, puestos de comercio y de artesanos, ayuntamiento. En dónde las casa de nobles estaban estructuradas en su mayoría de dos plantas y varias habitaciones, mientras que las de los campesinos de una planta, sin decoración ni divisiones.
Nuestra historia comienza aquí, en la nobleza, en una conversación normal entre las damas del hogar.
-. ¿Han oído, lo que en Verona ha sucedido? - preguntó la señora Jung a la nodriza y a Wendy, su hija.
-. Sí señora mía, se comenta que los hijos de destacadas familias, las han dejado en un duelo.
-. Qué dolor de cabeza, perder la vida por algo que no tiene certeza. Por un amor encaprichado medio pueblo ha quedado debastado.
Dios quiera que los jóvenes del pueblo no lo tomen como ejemplo. - respondió Wendy, mientras la empleada le peinaba su rubio cabello.-. Todos deberían pensar como tú, hija mía, pues yo no me dediqué a cuidarte y educarte, para que un desalmado cualquiera venga a reclamarte.
El conde Paris era demasiado para esa niña, la mocosa no supo apreciar la bendición que Dios le estaba otorgando a ella y su familia.
¿Por qué alguien ha de rechazar a tal hombre con clase y que te mantendrá estable de por vida?-. ¿Porque no lo amaba quizá...? - respondió Mark, entrando a la recamara en dónde se encontraba su madre y hermana. - ¿por qué os empeñáís tanto en ser infelices de por vida? ¿Qué acaso no es mejor morir por amor, que vivir en agonía?
-. Los clérigos se castigarian con púas, si viesen que la educación que se esmeran en entregarte no ha dado resultados. ¿Qué acaso no te hemos enseñado a tocar la puerta primero, en vez de entrar sin ser llamado? - Mark chasqueo la lengua y se lanzó sobre la cama de su hermana.
-. He golpeado en dos ocasiones, pero al parecer... Hablar sobre relaciones ajenas era más importante que responder a mi llamado.
-. Tal vez sean ajenas, pero el mensaje que han dejado no es sano, ¿qué acaso encuentras normal, morir por alguien en el nombre del amor, y que éste ni siquiera haya sido correspondido por menos de un año?
-. El sentir no tiene tiempo, madre mía. Puedes enamorarte en segundos como puedes odiar de por vida. ¿Qué acaso la niña de 13 que casan con el noble de 50 y tantos, se ha casado por amarlo más de un año? Sí hablamos de una relación ajena, ¿no es mejor ser objetivos y no dejarnos llevar por aquello en lo que nosotros erramos?
Ni morir por un amor encaprichado, ni casarse con un noble por conveniencia. No deberían ser en esta conversación, finalmente esos los resultados.-. ¿No deberías ser tú el que no se meta en conversaciones que no le corresponden?, por qué no mejor, vas a dar un paseo por el pueblo. Deberías ir a coquetear con señoritas, como siempre, sin dar nada por sentado... O buscar por ahí a tu supuesto amor tan anhelado, ya sea salir de esta casa por 10 minutos... o mejor por 10 años. - dijo Wendy mirándolo con desgano.
-. ¿Irme por diez días o por 10 años?- Mark pareció meditarlo unos segundos, para luego sonreír y responder. -Para serte sincero, seguir tu consejo no me haría daño. Sin embargo; es nuestro padre quién no acepta mi humilde intento de independencia, es más, me ha dejado obligado a asistir como tu compañía al baile por el que tanto te estás arreglando. - respondió con una risa burlona, y le mostró la lengua cuando su madre se encontraba despistada.
-. Quizá una de las señoritas con las que usted, querida hermana se relaciona, me serviría para, como usted dice "sentar cabeza", supongo que eso es lo que desea, que pueda establecerse conmigo una de sus apreciadas amistades de las que tanto alardea.
-. Y ya que se acerca la hora, me iré a poner mi mejor traje, ya saben, la etiqueta siempre es lo que me representa.-. ¡Ni te atrevas Mark Jung!, tienes prohibido acercarte a mis amigas con ese traje, en el que al parecer las hormigas han hecho de él un coladero.
¡Juro por mi padre, que estás muerto si siquiera dices ser mi conocido!Mark volvió a asomarse por la puerta que recién había atravesado.
-. ¡Madre! ¿No que la etiqueta es siempre lo más importante? Mira como esa jovencita a la que tanto haz educado como señorita, suelta vulgaridades y pierde los estribos. - Mark miró con una sonrisa burlesca a Wendy. - Dios me libre de que alguien en el baile me relacione con tal ser salvaje y desubicado. Oh, Wendy Jung, más vale que en el baile te comportes adecuadamente y no me lleguen a relacionar contigo.
Adiós, madre.
Adios, hermana.
Oh, Adios señorita Jun, que tenga una linda tarde, que Dios me la guarde y se le olvide donde.
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𝕽𝖔𝖒𝖊𝖔 𝔂... ¿¡𝕵𝖚𝖑𝖎𝖊𝖙𝖔!?
FanfictionÉ𝘳𝘢𝘴𝘦 𝘶𝘯𝘢 𝘷𝘦𝘻, 𝘦𝘯 𝘶𝘯 𝘱𝘢í𝘴 𝘮𝘶𝘺, 𝘮𝘶𝘺 𝘭𝘦𝘫𝘢𝘯𝘰, 𝘥𝘰𝘯𝘥𝘦 𝘭𝘢𝘴 𝘧𝘢𝘮𝘪𝘭𝘪𝘢𝘴; 𝘑𝘶𝘯𝘨 𝘺 𝘓𝘦𝘦, 𝘴𝘦 𝘩𝘢𝘯 𝘥𝘦𝘤𝘭𝘢𝘳𝘢𝘥𝘰 𝘭𝘢 𝘨𝘶𝘦𝘳𝘳𝘢. Sí, claro... ¿Guerra de qué? ¿Guerra de abrazos? ¿Guerra de besos? ¿...