Roberto y Margarita intercambiaron una mirada de dolor su hijo no confiaba en ellos y en parte lo comprendían, ellos siempre estuvieron más pendientes de los hermanos Valencia que de sus propios hijos y ahora lo pagaban con su desconfianza
DM: Bueno si es lo que decidiste, te vamos a apoyar, tampoco queremos que seas infeliz al lado de una mujer a la que no amas
A: Gracias por entenderme mamá, se que te hubiese gustado mucho celebrar esa boda, pero yo no le puedo hacer eso a Marcela ni mucho menos a mí mismo
DM: Eso no importa, sino lo que tú deseas, nada más que eso cuenta
DR: Bueno, Armando esperemos que Beatriz se contacte pronto contigo para tratar de arreglar este embrollo
A: Descuida papá yo se que lo va a hacer y ahora me voy estoy cansado y aun falta que maneje hasta el centro
DM: ¿Y porque no te quedas aquí esta noche? ya no son horas para que salgas a la calle
A: Sabes que sí, me encanto la idea me quedoDe pronto se escucho el sonido incesante de un celular y Armando se dio cuenta que era el de él así, que lo apago ya que como siempre era Marcela que lo llamaba "Que hartera"
DR: ¿No vas a contestar?
A: No era Mario y no tengo ganas hoy para sus planes, por eso mejor lo apague, ahora me voy a dormir porque como les dije estoy muy cansado
DM: Buenas noches, hijo, y que descanses
DR: Buenas noches, Armando
A: Buenas noches y que descansenSubió las escaleras con un peso menos ya que les conto todo a sus papás claro que lo de Betty no quiso, ya habría tiempo para aquello.
Sus padres se quedaron en el salón un poco más, hablando de lo sucedido y habían decidido que esta vez iban a apoyarlo en todo y no dejarían que Marcela o Daniel trataran de destruir la empresa por la que tanto había hecho su hijo
En Cartagena una Betty estaba melancólica extrañaba a su Don Armando aunque nunca fue suyo del todo, pero había decidido que mañana lo llamaría cuando estuviera en la oficina y ver qué es lo que quería de ella
Michel le hablaba, pero ella estaba en otro mundo por lo que él se dio cuenta así, que solo la contemplo a su antojo y pudo ver más allá de su apariencia. Tenía unos ojos negros realmente hermosos los que eran acompañados por unas largas pestañas, su piel era tersa e imaginaba que suave, a pesar de que su ropa era ancha con el viento de la playa pudo ver que tenía una muy buena figura claro que tampoco pudo ver mucho, si se sacaba los brackets y el capul de seguro quedaría muy mona y el sentía que había mucho más por descubrir. Tan abstraído estaba que no se dio cuenta que ella lo miraba interrogante
B: ¿Se encuentra bien?
MD: Si claro, solo que estaba en las nubes por un momento
B: Si me di cuenta jojojo
MD: Discúlpeme
B: No se preocupe a todos nos pasa
MD: Usted igual estaba pensativa ¿Será por algo en especial? ¿Quizás un novio? (hizo la pregunta casi con miedo)
B: No son cosas que me faltaron por resolver en Bogotá, nada más
MD: Bueno, pero ya se solucionaran ¿No?
B: Si, si claro y ahora si me disculpa quiero ir a descansar ya que mañana será un día muy ajetreado
MD: Claro la acompaño a su habitación
B: No, no se preocupe, hasta mañanaY no le dio tiempo para escuchar su contestación no sabía, porque pero ese hombre la ponía nerviosa y ella odiaba sentirse así, cuando llego a la habitación lo primero que hizo fue ducharse y se acostó para como cada noche desde que lo conoció soñar con Armando Mendoza
En Bogotá estaba un poco nublado eso si con bastante frio, todo lo contrario que en Cartagena que el sol brillaba más que nunca ambos se dirigieron a sus trabajos y empezaron el día que los iba a sorprender a ambos
Cuando llego Armando a Ecomoda lo primero que pregunto es si había llamado Betty, recibiendo una negativa muy indolente de parte de Patricia lo cual provoco una tanda de gritos que se escucho en toda la empresa
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A PESAR DE TODO
FanfictionBueno aquí estoy nuevamente con la edición de una de mis historias, solo decirles que la disfruten Saludos a la distancia Portada: Sisy Reis