CAPITULO 10

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Armando estaba inquieto en su silla y no sabía qué hacer ver a Betty en esas lindes poniéndose y sacándose ropa lo tenía muy excitado, las falditas, las blusas semitransparentes y sobre todo unos tejanos que se probo que le marcaban un perfecto trasero que él apenas había podido disfrutar lo tenían a mil así, que aprovecho que Catalina con la dependienta se fueron a ver que más la harían probarse y se le coló en el vestidor

Betty estaba de espaldas a la entrada y vestía solo el sujetador y una braguitas, se iba a poner un short y una camiseta para poder disfrutar de sus paseos por la playa, cuando sintió que alguien la abrazo y la giro con premura para luego besarla con una pasión que ella jamás había imaginado que lo hicieran, cuando se dio cuenta que era Armando trato de alejarlo ya que estaban en un lugar público y donde los pudieran descubrirlos con facilidad

B: Doc...Doctor ¿Que está haciendo?
A: Lo siento mi amor ya no me podía aguantar más ¿Sabes lo linda que se ve con todo lo que se ha probado? A mí de un momento a otro me da un infarto
B: Ya pero, no puede estar aquí
A: Lo sé solo quería besarla nada más, un poquito no me lo niegues por favor

Pero no era lo que estaba haciendo precisamente, mientras hablaba no había dejado de besarle el cuello y sus manos ya estaban recorriendo su cuerpo sin ningún pudor, la deseaba con locura y si no la hacía suya pronto, fijo se moría de necesidad

B: Por...favor deténgase ¿Sí?
A: No puedo princesa, no sabes cómo te deseo que si no te hago mía pronto me voy a morir de necesidad ¿A caso tú no me deseas?
B:(ya totalmente entregada a su juego) Claro que lo deseo, como no hacerlo

Ya los besos no eran suficientes y las manos recorrían sus cuerpos con urgencia y pasión Armando la tenía pegada completamente a su cuerpo haciéndole notar su deseo y ella sin ningún pudor se movía cadenciosamente contra él, Armando estaba desbocado no le importaba el lugar donde se encontraba ni que Cata estaba a unos pocos metros de ellos, solo la necesitaba a ella y nada más, bajo con su boca hasta su cuello y de ahí al nacimiento de sus pechos, cuando de pronto sintieron la voz de Cata que la llamaba

C: Betty ¿Como le quedo la ropa?

Betty volvió de golpe a la realidad y completamente avergonzada por su actitud, Armando dio un largo suspiro para tratarse de controlar, pero le iba a ser muy difícil la voz de Cata nuevamente llamándola la hizo contestar

C: Betty ¿Me escucho?
B: Si... si Doña Catalina me lo estoy poniendo
C: ¿Ha visto a Armando? ya que aquí no esta

Antes que pudiera contestar este lo hizo saliendo del vestidor sin fijarse que iba totalmente despeinado y con la ropa desarreglada, provocando el sonrojo de la dependienta y la sonrisa picara de Cata

A: Aquí estoy
C: No me digas ¿Que la estabas ayudando a vestirse?
A: No como crees, lo que quisiera es todo lo contrario Ufff, mejor voy a refrescarme
C: Claro y de paso te arreglas la ropa y ese pelo ¿No?
A:(mirándose) Creo que tienes razón, me voy a adecentar un poco

Y con paso lento se alejo, casi cometió una locura y de paso exponerla a ella debía controlarse no era el lugar ni el momento, pero como le había respondido y se había entregado nuevamente que lo volvió completamente loco. Cuando Betty salió del vestidor diez minutos después iba completamente roja y Cata no pudo evitar meterse con ella quien iba a decir que aquella mujer frágil y tímida iba a conquistar al Tigre de Bogotá

C: Se demoro mucho ¿Tuvo algún problema con la ropa? (haciéndose la ingenua)
B: Ehhh si
C: ¿Por eso Armando la estaba ayudando?

Betty no supo que contestar era evidente que no era eso lo que estaban haciendo Cata no aguanto la carcajada al verla tan apurada y la tranquilizo

A PESAR DE TODODonde viven las historias. Descúbrelo ahora