CAPITULO 35

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Betty había desembarcado en el aeropuerto de Cartagena estaba cansada, pero feliz de poder volver allí, ese lugar guardaba recuerdos muy hermosos para ella a pesar de haber conocido a una persona que al principio creyó buena, pero resulto ser todo lo contrario. Necesitaba el descanso el poder desconectarse del mundo y aclarar sus ideas, tomo un taxi que la llevo al hotel y cuando llego lo primero que hizo fue llamar a Armando

A: ¡¡¡Alo¡¡¡
B: Hola Armando ¿Como estas?
A: ¿Betty? ¿Como llegaste mi amor?
B: Bien ya estoy el hotel y mañana parto a primera hora a la isla
A: Que bueno mi amor ¿Como te sientes?
B: Bien, un poco cansada de todo el ajetreo, pero es lo normal
A: Yo ya te extraño mi amor
B: Yo igual cielo, pero solo serán unos días no más te lo prometo
A: Eso es lo que no me gusta que estemos separados, pero lo comprendo
B: Bueno mi amor te dejo ya te estoy llamando
A: Cuidarte por favor, te amo
B: Yo también te amo

Corto la comunicación y llamo a sus padres que al igual que él se habían quedado preocupados, después de hablar con ellos se dio un baño y ordeno la cena solo quería dormir

En Bogotá Armando se quedo triste, pero la llamada de su madre invitándolo a comer lo alegro un poco, el cada vez compartir más tiempo con ellos le encantaba. La noche le resulto agradable y con su padre la relación iba avanzando ya no era tan tirante como al principio por todo lo que había pasado con la empresa

La semana era relajante para Betty que pudo sacar todo lo que llevaba en su interior y con el tiempo que tenía para pensar, resolvió que solo estaba haciendo sufrir a Armando con hacerlo esperar y ella misma se estaba negando el privilegio de compartir su vida con el hombre que más amaba.

Una idea empezó a rondar por su cabeza y a penas llegara a Bogotá la pondría en práctica, hablaban todos los días y se contaban lo que habían hecho durante el día y por las noches se quedaba dormida con el sonido de su voz, una vez que el notaba que se quedaba dormida le volvía a repetir que la amaba y cortaba para hacer lo mismo

Armando no sabía que ella volvía ese día así, que como los últimos días se abocaba al trabajo. Ella cuando arribo a el Dorado se palpo el bolsillo ya que allí llevaba algo muy importante para su futuro, contrato un taxi para que les llevara las maletas a su casa y tomo otro que la llevo a Ecomoda iba muy nerviosa, pero con la seguridad de ser bien recibida

Pago y entro a recepción como siempre no había nadie de seguro estarían en un 911 subió a la segunda planta y tampoco había nadie ni siquiera Patricia así, que se fue directo a presidencia. Abrió la puerta con sumo cuidado sin que él pudiera notar su presencia, se quedo parada en el umbral y se le quedo mirando se veía serio, camino lo más sigilosa que pudo ya que él estaba pendiente del computador se puso detrás de él y suavemente lo beso en el cuello notó que él dio un respingo por la sorpresa

Armando estaba muy concentrado en el computador, que no sintió cuando abrieron la puerta, solo se dio cuenta que no estaba solo cuando alguien le besaba el cuello, así que se giró de inmediato para reprender a la descarada que lo había besado, pero cuando la vio su rostro cambio por completo y una gran sonrisa apareció en su rostro

A: Mi amor que sorpresa ¿Cuándo llegaste? ¿Porque no me avisaste? Podría a ver ido a buscarte
B: Primero que nada doctor Mendoza quiero mi beso de bienvenida y después le respondo a todas sus preguntas

Armando no se hizo de rogar así, que sentándola en sus piernas se dedico a saborear esos labios que lo volvían loco, estuvieron besándose por unos minutos que les parecieron eternos, pero la necesidad de aire los obligo a separarse solo que en ningún momento Armando la dejo de tocar y besar

A: ¿Cuándo llegaste mi amor?
B: Vengo desde el aeropuerto y lo único que quería era verte
A: ¿Porque no me avisaste?
B: Porque quería darte una sorpresa ¿No te gusto?
A: Me encanto ¿Y pudiste descansar?
B: Si fueron unos días maravillosos y pude pensar mucho de lo que quiero para mi vida
A: ¿Y se puede saber qué es lo que decidiste? (con temor)
B: (sonriéndole) Pues claro mi amor, pero antes tengo que hacer algo muy importante

A PESAR DE TODODonde viven las historias. Descúbrelo ahora