s e v e n

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―Vi a tu madre ésta tarde, y me dijo que Jungkook no es de fiar. ―Lo que menos quería Yoongi, era ocultarle cosas a su mejor amigo, porque de eso se tratan las amistades, de confiar.

Hoseok dejó de leer el folleto que tenía entre sus dedos, unas personas religiosas le habían dado eso y por curiosidad lo estaba leyendo. ―¿Mi madre? Supongo que fue a reclamarte. Ella prefirió ir a verte a ti antes que a mí, genial, que gran madre tengo.

Yoongi negó, no quería que el omega se pusiera triste por algo como eso. ―Ella parece extrañarte, solamente que entiéndela, es madre y quería un mejor futuro para ti. No quería que terminaras como ella, supongo...

―Como sea, sobre Jeon... Admito que no es la mejor persona, es un poco extraño y mi gato se siente demasiado amenazado cuando está con él. ―El omega rio, tomando entre sus manos, las manos del alfa. Habían salido a caminar un rato, para despejarse. ―Me enteré que tiene un hermano y que es de mi edad, también es algo especial.

Asintió. ―Debes tener cuidado, no lo has visto hace años y la verdad, es que algo no me termina de cuadrar... ¿Te acuerdas cómo ibas vestido ése día? ―Preguntó, cruzando sus piernas y poniendo sus codos en ellas para recargar su mentón en su mano izquierda.

Estaban sentado en el parque, mirando jugar a los niños y a los perros, el aire era relajante para ambos y la noche era especial también, después de algunas semanas, volvía a ver la noche juntos.

―No, Taehyung ya me había vestido y todo, él es muy metiche.

―Es el mejor hermano, me cae muy bien ¿Sabías que estuve enamorado de él en la secundaria? ¡Es que era tan tierno que no pude resistirme! 

Taehyung era un omega, dos años mayor que Hoseok, les tocó estar en la misma secundaria, pero lamentablemente Yoongi nunca pudo decirle sus sentimientos porque Hoseok siempre estaba ahí para interrumpir las varias confesiones que Min ya había preparado en su cabeza.

La verdad es que Hoseok estaba celoso, porque temía que su hermano le robara a su mejor amigo y que al final se quedara solo por siempre, por eso evitaba a toda costa las declaraciones del menor hacia su hermano, ponía excusas y hasta en una ocasión encendió la alarma de incendios con tal de que Yoongi no dijera lo que sentía. Había sido tan egoísta, pero él quería a Yoongi solo para él, nunca lo compartiría con su hermano mayor.

Hoseok hizo una mueca, recordando sus infantiles acciones. ―Sí, bueno, yo siempre interrumpí para que no fueran novios. Taehyung correspondía tus sentimientos... ¡Todo fue por una buena causa! ―Gritó, ruborizándose al instante. ―Ve el lado bueno, no arruinaste tu amistad con él.

¿Cómo debería sentirse Yoongi? Porque su jaguar estaba rugiendo fiestero en su interior, esas palabras que había soltado su mejor amigo fueron como un mar de emociones y una montaña rusa de esperanza, aunque no debía de sacar conclusiones tan rápidas, tenía la gran esperanza de que un día sus sentimientos fueran correspondidos.

Habiendo miles de omegas, vino a enamorarse de uno embarazado. ¿Qué más daba? Era Jung Hoseok, su mejor amigo.

―No me digas que te gustaba, porque eso sería algo... ―Hizo una pausa, bajo la atenta mirada del omega. ―Que hubiera deseado.

―¿Qué? No te escuché nada.

Yoongi carraspeó, sacudiendo la cabeza en negación y mejor comenzó a jugar con los dedos fríos de Hoseok. ―Nada, hiciste bien, no sabría cómo hubiera terminado con Taehyung, tal vez me hubiera roto el corazón, era un chico muy vale madres.

―Sin duda lo era, ahora está casado, con dos niños y su esposo es un completo idiota. La vez pasada traía el ojo morado, y aunque dijo que se había caído, sé muy bien que ése patán lo golpeó, nunca imaginé que Namjoon sería así...

―Nunca terminamos de conocer a las personas. ―Quería decir que Jungkook podrías salir igual, pero prefirió callar, no podía juzgar al chico por un comentario que la señora Jung hizo de él. ―Namjoon tenía esas vibras de ser un abusador, no me sorprendería que engañe a Tae.

―Lo mismo pensé, pero es cosa de mi hermano, mamá le dijo que lo apoyaría pero se negó, apoyo tiene, pero simplemente quiere seguir soportando todo por sus hijos. ―Recargó su mejilla en el hombro derecho del alfa, discretamente oliendo el aroma de Yoongi. ―Si un día me llego a casar y mi esposo resulta ser así, prométeme que nunca me dejarás ahí y que me sacarías para llevarme contigo y casarnos mientras ese malnacido desearía nunca haberme hecho nada.

Acarició las hebras rubias del mayor con amor, riendo por su manera de pensar y maldiciendo en su interior por lo dolido que se sintió al imaginarse a Hoseok casado y que no fuera él, aunque debía de aceptarlo, nunca había sido buen alfa a la vista del omega. ―Lo prometo, te rescataré y nos casaremos.

―Y tendremos sexo.

Ambos carcajearon, sintiéndose nerviosos. ―Y tendremos sexo.

;;

―¡Una más, una más, solo una más por favor!

Después de su conversación en el parque, decidieron ir a un karaoke. Compraron algunas cervezas para Yoongi y varios botes de helado para Hoseok. Querían seguir relajándose, pues las semanas que vendrían serían muy ajetradas y Hoseok debía pasar más tiempo con Jungkook, aunque eso significara estar gruñendo todo el día por los celotes que le darían.

―Basta Seokie, me arde la garganta, me siento mareado y estoy apunto de mearme aquí adentro.

―Solo fueron cinco botellas, yo aguanto unas diez... ¡Una más...! ―Hizo una pausa, estaba maréandose por tan solo cantar, vaya... ser un embarazado era horrible si lo pensaba bien. ―¿Por qué me siento mareado? ―Le preguntó, sentándose junto al alfa y vomitando encima de la mesa frente a ellos. ―Ay no puede ser...

Yoongi hizo una mueca, vomitando también y manchando parte de la ropa de Hoseok a su paso. Estaban perdidos, pero en defensa de Min, él estaba borracho y Hoseok no.

―¡Que asqueroso, asqueroso, que asco! ―Tomó un par de servilletas para limpiarse su chaqueta, quitando las gotas de vómito.

―¡Tú vomitaste y me hiciste vomitar!

―¡Sólo te pedí una maldita canción y te negaste, me vomitaste y parecía que tus helados tenían marihuana porque me mareé bien cabrón! ―Gritó enojado o al menos fingía estarlo, después de todo había disfrutado la noche, porque habían cantado sus canciones favoritas y habías comido mucho helado. La mejor noche para finalizar el año.

―¿Marihuana? No invitaste, se supone que recibiéramos el año con ganas y terminamos más hundidos que el Titanic... Por cierto, esas cervezas son muy buenas, deberías probarlas. ―Señaló las botellas vacías y el omega viró los ojos. Yoongi era un idiota cuando se emborrachaba.

―Estoy embarazado pendejo.

―Desembarázate...

Jung suspiró, tratando de no reírse. Se levantó y comenzó a limpiar todo el desastre que hicieron, la persona que limpiaría no merecía encontrar una asquerosidad ahí.

Pronto sintió unos brazos en su cintura, envolviéndolo tan dulcemente y si no fuera por el olor a alcohol que portaba el alfa, ya se hubiera restregado en él. Ignoró eso y siguió limpiando la mesa, escuchando la suave respiración de Yoongi en su oreja, mandándole escalofríos a su cuerpo y luchando para que su gato no saliera y le maullara con sumisión.

―Aléjate que apestas. ―Se removió en los brazos de Min.

Yoongi rio. ―A mí me gusta como hueles, es dulce pero hogareño.

―Suficiente, ayúdame mejor a limpiar tus suciedades. ―Los brazos que lo envolvían se desvanecieron y casi pide que lo rodee nuevamente. Estaba mal, él ni siquiera debía sentir eso, él no estaba borracho.

―Iré a lavarme la boca mejor, ahorita te vengo a ayudar para que te laves la boca también.

Y se quedó solo, con emociones alborotadas, muchos botes de helado, botellas vacía de cerveza y una canción de Luis Miguel en el fondo.

Debía ordenar sus pensamientos o tal vez no hablar sobre el tema con él mismo, terminaría muy confundido.

Hoseok en cinta 🎀Sope🎀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora