5「 A ese sentimiento, déjalo brillar 」

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¿Cómo que Sakusa Kiyoomi no escribió Golden pensando en él?

Atsumu ríe como una foca luego de pensar en eso en broma mientras termina de cortar en cubos su zanahoria para su jugo de la mañana.

—Aaaahhh, qué envidia —dice, apachurrando los botones de la licuadora mientras desparrama medio cuerpo sobre la isla de la cocina.

No miente con lo de envidia, de hecho, pero es envidia de la buena porque qué increíble debe ser una persona para inspirar a otra ¿no es así?

Sí, bueno, sí a esas va, él también ya es una persona increíble ¿no? Y es que solo han pasado un par de días apenas desde que Sakusa Kiyoomi estuvo pisando el piso tratado de su departamento y estuvo sentado en su terraza oyendo todos sus sin sentidos con la misma atención que una persona pone a una receta de cocina.

Si se pone un poco competitivo con el pensamiento anterior, él también ya ganó en esa vida porque ¿Quién tiene la oportunidad de conocer a su ídolo de esa forma tan cliché además de él?

Desde ese día, no hay mañana en la que Atsumu no se levante todas las mañanas y le ponga mucho empeño hasta en limpiar el baño. De vez en cuando se pregunta si ese estado de embriaguez y estupidez en el que parece estar, desde que Sakusa estuvo ahí con él, se le va a pasar algún día.

Lo duda mucho, realmente, pues no puede pasar ni medio minuto sin volver a cargar el perfil de Sakusa Kiyoomi en el IG solo para saber si ha publicado algo nuevo.

Cualquiera que lo viera barriendo y sacudiendo sus muebles con todo y una coreografía montada diría que está enamorado. Y la verdad, quizá lo está. Ha estado deslumbrado por Sakusa desde el día en el que su voz se acumuló en su pecho y convirtió su depresión en lágrimas de alivio. 

Eso se traduce como amor hacia un artista ¿no es así?

Bueno, en sí, su enamoramiento era con la banda pero desde hace un par de días que se sorprende pensando más en Sakusa Kiyoomi como un ser individual que como parte de los Black Jackals de forma general.

Debe ser, por supuesto, desde que accidentalmente terminó en su departamento y ahora por eso no puede sacárselo de la cabeza. Darse cuenta que está pensando en él más como persona que como su ídolo en sí, le hace sonrojarse. ¿Qué está haciendo?

—Pero es que es tan guapo... —divaga, moviendo el batelenguas con el que hace la mezcla de resina por mucho más tiempo del que debería.

Incluso ahora, mientras termina un par de piezas por encargo para ese fin de semana, todo su historial está lleno de Sakusa Kiyoomi en lugar de los Black Jackals, como antes solía estar.

Mientras más lo ve en las fotografías, más cosquillas siente al recordar la sensación de haberlo tenido a solo centímetros de él en su hogar. No lo puede creer, debió robarle un beso tan siquiera.

Definitivamente ahora que tiene ese suceso en su vida, se da cuenta que las fotografías están lejos de estremecerle tanto como fue tenerlo en vivo y a todo color tan cerca suyo.

¿Olía a algún aroma en particular? Ya ni lo recuerda, Dios mío, en ese momento estaba más concentrado en llorar y no cagarla que no se percató ni cómo estaba vestido o si estaba fuera de verse presentable delante de él.

¿Tendrá novia? Se pregunta en medio de su descanso mientras va a la cocina y se prepara algo rápido para comer. La mascarilla está colgando de su cuello nuevamente mientras sus manos siguen un poco embarradas de resina y brillitos de colores que se le han adherido en el proceso de elaboración de una de sus piezas.

La musiquita que sale de su ipad mientras revisa y contesta algunos correos y mensajes de clientes y proveedores es otra de las canciones del álbum, por supuesto.

Golden 【Haikyuu-SakuAtsu】Donde viven las historias. Descúbrelo ahora