Maravilloso, asombroso, dorado.
Atsumu no tiene idea de que todo eso es lo que en realidad es, hasta que el día en el que está a punto de saltar de un puente y la voz del vocalista de los Black Jackals le sacude por completo y le trae a la vida nuev...
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—¿Omi?
—Dime.
—En el próximo álbum ¿podrías hacer con las demás personas lo mismo que hiciste conmigo cuando me escribiste Golden?
Para que Atsumu se diera cuenta de lo hundido que estaba hace un par de meses atrás, tuvo que tocar fondo primero. Tuvo que reconocer la tristeza como lo que era, no pretendiendo camuflar su dolor con sonrisas donde no había paz que sintiera.
En ese tiempo, en el que estaba demasiado asustado para entender su dolor, tampoco era consciente de algún otro que no fuera el suyo.
Nunca ha sido una persona egoísta, a pesar de todo el daño que ha sufrido, a pesar de que le hubieran arrebatado miles de sonrisas y momentos felices, a pesar de todo eso nunca le ha deseado mal a nadie y realmente no desea que a nadie le vaya mal. Sin embargo, el obrar bien no es algo a lo que esté acostumbrado tampoco, no porque no quiera sino porque no sabe cómo hacer sentir mejor a otros por el miedo a equivocarse o a decir algo que haga sentir incómodo a los demás.
Por eso, la primera vez que una chica lo reconoció en la calle y le abordó en medio de un llanto copioso al reconocerlo como Atsumu Miya, el novio del vocalista de los Black Jackals, Atsumu no supo cómo reaccionar.
En un principio pensó ilusamente que como compartían un gusto en común, aquello se trataría solo de un momento alegre con uno de los seguidores de la banda que le gustaba, misma donde su fabuloso novio cantaba.
Sin embargo, cuando regresó a casa esa tarde, luego de hacer la compra de la despensa, incluso hasta que se fue la hora de dormir, sintiéndose seguro en los brazos de Kiyoomi, quien le llenó de beso por todos lados al sentirlo extraño, no dejó de pensar en ella.
En medio de un llanto descontrolado, y por la forma en la que le sujetó la chaqueta con fuerza, cualquiera hubiera pensado que se trataba de una agresión. Hubo un momento en el que Atsumu pensó que sería así, que todas las precauciones que Osamu le repetía que debía tener siendo ahora el novio de una persona famosa, cobrarían sentido y que aquella situación se terminaría torciendo hasta llegar a un desastroso final en el que en verdad se hubiese topado con un fan loco que solo buscaba hacerle daño.
Afortunadamente sus pensamientos fatalistas acerca de ser apuñalado a la salida del combini por un fan intenso solo se quedaron en eso, en pensamientos fatalistas. En un escenario que en realidad no ocurrió porque de lo único que se sintió culpable en ese momento fue de no saber qué hacer y sobre todo no poder hacer otra cosa por esa chica más que abrazarla al darse cuenta de la verdadera situación.
Dentro de ella pasaban un sin fin de emociones seguramente: Envidia, celos, disgusto. Todas esas también debieron ser las principales razones por las que alguien desconocido habría intentado lastimarlo, después de todo Atsumu no podía seguir creyendo que todo el mundo lo iba a amar ahora que estaba saliendo con una importante figura del medio artístico.
