ѕωєєт αℓρнα ━ ηαмѕєσк

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Era un día muy importante para la pareja Kim, sus cachorros irán a su primer día de colegio.

Por su parte, Namjoon se sentía feliz y triste a la vez, ya no tendría que escuchar las risas de sus cachorros todo el día, ya no tendría que ver a sus lindos cachorros perseguirlo por toda la casa, jugando y riendo junto a su padre Alfa.

Ahora empezarían sus vidas como estudiantes, y ya no tendrían tiempo para jugar con su papi Nam.

Y por su parte, Hoseok simplemente se sentía demasiado mal y depresivo. Era muy característico de los Omegas el sentirse así. Después de todo el apego con sus cachorros era demasiado grande.

Los Omegas siempre han sido protectores con sus cachorros, después de todo son su vida al igual que su Alfa.

Los Omegas suelen ser los más preocupados cuando sus cachorros comienzan a hacer sus propias vidas, sienten que ya no los necesitan. Y si es peor el rechazo de un Alfa. El de un cachorro era más doloroso.

Hoseok básicamente no quería dejar a sus cachorros irse al instituto. Aunque en todo el camino iba de lo mas normal, ahora no quería dejar ir a sus hijos.

—Appa, vamos a llegar tarde. —Dijo Eun Woo tratando de soltarse del agarre de Hoseok.

—Si appa, no nos hagas quedar así el primer día. —Dijo Jin Woo también intentando liberarse del agarre del Omega.

Los tres cachorros se removían incómodos por el extraño comportamiento de su appa, mientras tanto, Namjoon no sabía qué hacer.

Le parecía demasiado tierno lo preocupado que podía ser su Omega, como no hablaba y simplemente miraba la puerta del instituto como si fueran a un matadero.

Pues el Alfa tampoco quería dejarlos ir, pero sabía que sus cachorros querían estudiar en un instituto, querían conocer personas y demostrar sus talentos.

Jin Woo quería demostrar lo inteligente que era, después de todo siempre ha sido el más listo de los trillizos.

Eun Woo quería demostrar lo deportivo y enérgico que era, quería aplastar a sus hermanos en la clase de deportes.

Y Seon Woo simplemente quería ser el popular, quería presumir su belleza heredada de sus dos padres.

Los tres cachorros querían básicamente demostrar todo lo que podían dar. Y claro, presumir sus talentos en diferentes áreas para aplastar a sus hermanos.

Y Hoseok simplemente no podía aceptar el hecho de que sus tres hijos quisieran dejarlo solo. Si, aunque trabajará siempre iba con sus cachorros.

A dónde el Omega fuera, sus cachorros iban con él. Eran muy pegados por lo que le pareció demasiado doloroso ya no escuchar las voces de sus hijos en casi todo el día. No verlos con él en el estudio de danza e intentando imitar sus pasos de baile. El simplemente estaba resignado a no apartarse de ellos.

Los cachorros vieron a Namjoon, pidiéndole ayuda con la mirada. El Alfa simplemente suspiro y tocó el hombro del Omega.

—Mi amor, creo que debemos dejar ir a los cachorros, ellos quieren llegar temprano. —Su voz calmada lo hizo regresar, jamás usaría su voz de mando sobre el Omega.

Hoseok simplemente comenzó a llorar, no quería dejarlos ir, pero sabía que ellos querían ser felices en el instituto.

Cuando soltó a sus tres cachorros, estos simplemente corrían hacia la entrada mientras gritaban que amaban a sus padres y se despedían de estos.

Con una sonrisa triste vio a sus pequeños perderse entre el resto de los niños y adolescentes que habían ahí, tenía miedo, tenía muchas inseguridades crecer en su ser.

—Mi amor. — Namjoon acaricio la cabellera de su Omega.

—Nam- Nammie...—Dijo el Omega con pequeñas lágrimas retenidas en sus ojos.

Namjoon abrazó a su Omega, dejando que éste llenará sus fosas nasales con su aroma. Aroma que el Alfa sabía que tranquilizaba al Omega.

Ellos sabían que no tenían por qué estar tristes, sus cachorros serían felices, tendría más tiempo para hacer las cosas que quería y perfeccionar sus coreografías.

Pero sentía el vacío en su pecho, en su corazón, no quería tener lejos a sus cachorros.

—Mi bebé, ven cariño, vamos a casa y te voy a mimar todo el día. —El Alfa lo cargo en estilo nupcial.

Hoseok no decía nada y simplemente sollozaba, Namjoon lo subió al carro y le ordenó al chófer que los llevará a casa.

...

Ya en casa, el Alfa se encargaba de cuidar a su pequeño Omega, aún seguía en una burbuja triste y deprimida. El lo entendía por completo.

Sabía lo delicado y mal que estaba su Omega. Incluso Namjoon con la paciencia del mundo, construyó un nido para su Omega.

Ambos estaban dentro del nido, hecho con varias ropas de ambos y de sus cachorros. Hoseok sabía que el aroma de bebé de sus cachorros también solía mantenerlo calmado.

Le repartía caricia y besitos por toda la carita triste del Omega, acariciaba con cuidado sus mejillas y limpiaba las lágrimas. Besaba su hermoso cabello al igual que lo acariciaba.

Hoseok básicamente estaba siendo nuevamente el bebé consentido de su Nammie.

Y eso en cierto punto hacia feliz al Omega también, amaba recibir los cariños del Alfa, amaba sentir el aroma de su Alfa cerca. Amaba a Kim Namjoon, aquel Alfa que engendro a sus cachorros, aquel Alfa que entiende cada sentido del Omega, aquel Alfa que ama a Jung Hoseok.

El Omega lentamente fue cerrando sus ojos, no pudo dormir bien en la noche pensando en lo que haría en éste primer día sin sus cachorros. Pensó en varias cosas que no lo dejaron recuperar el sueño.

Y simplemente se dejó caer rendido a los brazos de su Alfa, quedando profundamente dormido en los fuertes brazos de su esposo.

Nam simplemente sonrió y le dió un beso en la cabellera al Omega, tal vez este día no iría a trabajar.

Y al igual que el, cerró sus ojos y cayó dormido, aunque un Alfa no tomaría a tanto el asunto como el Omega. También estaba triste porque sus cachorros ya no estarían todo el día.

Ahora un nuevo reto les espera a ambos, la vida sin sus pequeños cachorros en casa.