ѕωєєт αℓρнα ━ ηαмѕєσк

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Hoseok recibió las ropas de Namjoon, rápidamente Hoseok vacío el contenido de las bolsas sobre su cama, dejando ver varias prendas de Namjoon.

—A-appa, ¿Estás son las ropas de Namjoon? —Dijo Hoseok tomando una camisa de Namjoon.

—Si, todas estas ropas son de Namjoon. —Dijo Baekhyun viendo cómo su cachorro comenzaba a oler todas las prendas.

Hoseok no se sintió como se sentiría otro Omega, otro Omega se sentiría abandonado por el simple hecho de que su Alfa prefirió darle una tela con su aroma que a él mismo.

No, Hoseok se sintió amado, su Alfa se había preocupado por él, había mandado sus prendas para que el pasará su celo tranquilamente.

—Cariño, recuerda las cosas que debes hacer. —Dijo el Omega acercándose a su hijo.

—Si appa, ya se las cosas que tengo que hacer. —Dijo Hoseok oliendo una camisa de Nam.

—Bien pequeño, tú padre y yo iremos a dar un paseo para que tengas tú espacio, cuídate, si vas a usar el consolador, trata de no ser tan rudo contigo mismo. —Dijo el Omega abrazando a su hijo.

—Está bien appa, nos vemos. —Dijo Hobi correspondiendo el abrazo de su padre Omega.

El Omega sonrió y salió de la habitación, dejando solo a Hobibi junto con las ropas de Namjoon.

Hoseok sabía algo, no iba a profanar el dulce aroma de su Alfa, así que no usaría el consolador mientras olfateaba las ropas de Nammie.

No, Hoseok preferiría construir un nido con las ropas de Nam que a profanar el dulce aroma de su Alfa.

...

Hoseok ya tenía construido su nido con la ropa de Namjoon, se adentró en éste junto con una camisa de este que le serviría para olfatear.

Hobi estaba siendo inundado por el dulce aroma de ese Alfa, el Alfa al que tanto amaba, ese Alfa diferente a los demás.

Nam era especial, demasiado, tanto que cautivo el corazón del Omega, Hoseok teniendo a tantos Alfas a sus pies prefirió darle la oportunidad a ese Alfa tierno.

Hoseok amaba la personalidad de Namjoon, mejor dicho, amaba cada centímetro de Kim Namjoon, el único Alfa que tuvo la decencia de preguntarle si podía cortejearlo.

Los demás Alfas solo llegaban y le ordenaban a Hobi que tenían que ser cortejado por esos imprudentes Alfas.

No, Hoseok no era de esos Omegas que cedían ante cualquier Alfa imponente, Hoseok tenía sus gustos. Y vaya que los encontró en Kim Namjoon.

Un Alfa que amaba las mismas cosas que él, que sería capaz de entenderlo en todo, básicamente ambos tenían la misma mentalidad.

Namjoon respetaba a Hoseok, como Hoseok respetaba a Namjoon, un amor recíproco, dónde ambos se daban amor y recibían amor a cambio.

Hoseok lentamente cerró sus ojos, el aroma de Namjoon lo hacía calmarse demasiado, era relajante y tranquilizador, no era como esos aromas fuertes que los Alfas suelen tener la mayor parte del tiempo.

Para Hoseok, Namjoon era el Alfa más perfecto que podía existir, educado, respetuoso, cariñoso y demás cualidades que Jung Hoseok amaba.

El Omega cayó en un profundo sueño, el aroma del Alfa lo hizo sentir demasiado pleno y pacífico, incluso logro calmar ese molesto ardor en su interior.

Cualquier Omega estuviera brincando sobre una polla o un consolador en su celo, Hoseok simplemente quería el aroma de su Alfa cerca para poder calmar su dolor.

Hoseok ya estaba decidió, quería a Kim Namjoon a su lado para el resto de su vida, quería formar su propia familia con él, quería tener su boda con él, quería ser de Namjoon.

...

Namjoon estaba en su casa totalmente desesperado, la misma pregunta rondaba en su cabeza, ¿Estaría bien su Omega, no se sentiría rechazado?

Namjoon le daba demasiadas vueltas al asunto que ya no podía concentrarse en el dibujo que estaba haciendo.

Estaba preocupado por lo que su Omega pensará, el jamás permitiría que Hoseok se sintiera abandonado, eso jamás pasará.

—Mí pequeño Hoba, ¿Cómo debes sentirte en este preciso momento? —Dijo Namjoon cubriendo su frente con sus manos.

Namjoon estaba preocupado y estresado, nunca quería que Hoseok se sintiera mal por su culpa, no iba a permitir que su Omega se alejara de él.

Después de todo, ese Alfa y ese Omega estaban enamorados y destinado a estar juntos por el resto de sus vidas.

—Pequeño, perdóname, perdóname por no ser un buen Alfa para ti y dejarte solo en el momento en que más me necesitas. —Dijo Namjoon viendo su fondo de pantalla de Hoseok.

Traía puesta su pijama de tiburoncito celeste, la razón era simple, la ropa que tenía está mañana se la había dejado a Hoseok.

Las demás prendas estaban lavadas, por lo que Namjoon sabía que no habría demasiado aroma de él impregnado en la ropa.

Por lo que la ropa que tenía está mañana si, estaba llena de su aroma, así que le dio esa ropa a Hoseok.

Y quién diría que justamente esa era la camisa que Hoseok tenía en estos momentos en sus manos, abrazando aquella prenda como si el Alfa estuviera ahí para él.