ѕωєєт αℓρнα ━ ηαмѕєσк

𝟶𝟷

Siempre que miraban a Kim Namjoon pensaban en un Alfa soltero por toda su vida, la razón era simple. Su personalidad.

Aquel Alfa no era dominante y rudo como los demás, no, él no era esa clase de Alfa.

Namjoon era suave y delicado, amante del color rosa y de las cosas tiernas, así era Kim Namjoon, el Alfa Omega como solían llamarle de burla.

Namjoon era diferente, pero eso no le importaba, él era feliz, de esa manera, siendo el mismo y no teniendo que fingir alguna actitud dominante y posesiva con un Omega.

Si algo odiaba Namjoon era que los Alfas siempre se creyeran superiores a los Omegas, Namjoon siendo un Alfa sabía que todos merecían los mismos derechos.

Aunque claro, los mismos Omegas se encargaban de rechazar a Namjoon, creían que este no podría defenderlos del mal, creían que incluso Namjoon sería la pasiva al momento de hacer el amor. Eso no era cierto y jamás lo sería.

Si, Namjoon era muy conciente de lo que escuchaba a cada rato, él no era ninguna pasiva, solamente tenía diferentes actitudes y eso era todo.

—Cachorro, vamos, despierta que tienes que ir a estudiar. —Dijo el Omega desde la puerta de la habitación de Namjoon.

—¿Appa Tae?, Buenos días appa. —Dijo Namjoon despertando de golpe al ver a su padre.

—Cariño, tú padre y yo te estamos esperando abajo para desayunar, báñate y vístete rápido. —Dijo el Omega sonriendo.

El Omega se retiró de la habitación de su hijo y cerró la puerta detrás de él, mientras Namjoon se levantó con una sonrisa en su rostro, quitó su pijama y se dirigía a bañarse.

Era otro día como cualquier otro, aunque claro, Namjoon disfrutaba al máximo su vida sin amarguras ni nada que lo hiciera sacarse de quicio.

Si, Namjoon tenía ya veinte años y aún vivía con sus padres, escuchaba a sus demás compañeros burlarse de él porque aún vive bajo el manto de ellos.

Según los demás, un Alfa antes de esa edad ya debería haber buscado un hogar propio, comenzar a cortejar a los Omegas y comenzar con su propia familia.

No, Namjoon no quería eso, aún no, quería ir lento y despacio, no quería asustar al Omega llenándolo de cachorros y obligándolo a hacer lo que quisiera. Namjoon no era así.

Cómo siempre, comenzaba su rutina diaria para ir a estudiar, ya se bañó y se arregló lo mejor que puso, bajo las escaleras y vio a sus padres en el comedor platicando cómodamente.

Kim YoonGi y Kim Taehyung eran pareja, ambos habían concebido a Kim Namjoon, un Alfa diferente a los demás, pero eso a sus padres no les importó en lo absoluto.

De hecho, amaban que su hijo fuera así, respetuoso, educado, tierno y demás cosas que sus padres siempre iba a amar de su cachorro.

—Buenos días papá, ¿Cómo amaneciste? —Dijo Namjoon tomando asiento en una de las sillas del comedor.

—Muy bien cachorro, aunque tú appa sigue y sigue pateando toda la noche. —Dijo YoonGi sonriendo y viendo a su hijo riendo, luego volteó su vista y vio a su Omega haciendo un puchero.

—Es muy clásico de appa, siempre patea y patea cuando duerme con alguien. —Dijo Namjoon tomando un cubierto y llevando un bocado de panqueques a su boca.

—P-pero en mi defensa, soñé que estaba en la cama más cómoda del mundo. —Dijo el único Omega en esa familia.

—Ajá, ¿Seguro que no era en el vientre de tú madre, cariño? —Dijo el Alfa mayor viendo al Omega.

—No, estoy seguro de que era en la cama más cómoda del mundo. —Dijo Taehyung afirmando con la cabeza.

Ambos Alfas solo soltaron una pequeña risita, amaban todos los momentos en familia que tenían, incluso si el pequeño Kim Jimin estaba dormido en su cama y no participara demasiado en el desayuno familiar.

—Bueno, me tengo que ir padres, nos vemos más tarde. —Dijo Namjoon terminando rápidamente su desayuno.

—Está bien cachorro, lávate los dientes y luego ya te puedes ir. —Dijo el Omega levantando los platos de Namjoon.

—Está bien. —Namjoon hizo un puchero y se fue al baño.

Llegó al baño y rápidamente lavó sus dientes, después de eso volvió a despedirse de sus padres y salió con prisa.

Tenía unos minutos antes de que anunciarán que las clases empezaban, así que pasó por una floristería para comprar unas rosas.

Rosas las cuales se las daría al único Omega que dejó que Namjoon lo cortejeé, Jung Hoseok, era el Omega más tierno y dulce del universo, o eso según Namjoon.

El amorío entre ambos había iniciado hace dos meses atrás, cuando Namjoon se acercó al Omega, con un sonrojó adornado en toda su cara y con una pequeña notita.

Esa notita estaba muy decorada en papel rosa, cuando Hoseok la abrió para leerla, leyó en el gran mensaje que había escrito dentro de la nube.

"¿Puedo cortejarte, dulce Omega?", Decía aquel papel, Hoseok solo se sonrojó y le permitió al Alfa empezar con su cortejo.

Ambos se amaban e iban muy bien, Namjoon quería conquistar más al Omega y luego empezarían su relación.