Me quede fría, miles de emociones recorrían mi cuerpo, me puse nerviosa y feliz, creo que todo era mutuo.
Después de ese beso Karl se separó, sonrió y plantó otro beso en mis labios, solo que esta vez fue uno rápido.
Se alejó y le sonreí, me tomó de la mano y sin decir nada más empezamos a caminar hacia donde se encontraba el próximo juego al que nos subiríamos.
Subí con mi ansiedad por los cielos aunque estaba mezclada con emoción y amor. En realidad aún no lo podía creer, estaba en un estado de shock.
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—Voy a vomitar, Ari— bromeó mientras me tomaba de la mano.
—No vas a vomitar, no has comido, no vomitarías nada, creo.
Una risa se le escapó a Karl haciendo que yo también riera.
—No vomitaré mis órganos, Ariadna.
—Lo se pero no me digas Ariadna, mejor será que te calmes y descanses, ya es tarde y hoy fue un día bastante cansado— dije mientras caminaba hacia el sillón que había en el pequeño cuarto de hotel
—No me siento cansado.
—Pero yo si estoy cansada— le conteste mientras me tiraba a la cama.
—Es claro que vas a estar cansada, pero es temprano— dijo mientras miraba al reloj que había en la pared.
—Las 10 de la noche, súper temprano, maravilloso— conteste sarcástica mientras despegaba mi vida de Karl.
—No quiero que te vayas, por eso dije que es temprano— mi corazón se aceleró, lo sentí muy lindo. Escuche como caminaba hacia la cama, sentí un peso extra y supe que se había sentado junto a mi.
—Yo tampoco quiero irme pero me da miedo dejar sola a mi gatita— lo mire y me sonrió
—Una noche, no pasará nada, esperemos.
—Le pediría a Dylan que la cuide pero sinceramente no puedo dirigirle la palabra— sentí una pequeña vibración en mi pantalón, era mi celular, saqué mi celular y traté de contener las lágrimas cuando encendí el celular.
Karl vio mis ojos cristalizados, lo vi en su cara de preocupación.
—¿Pasó algo?— dijo mientras se acostaba a un lado de mi.
—Me etiquetó en una publicación.
—¿Dylan?, dios, ¿¡En serio no puede dejarte en paz?!, ni siquiera lo conozco bien y me cae súper mal— por su tono de voz ahora parecía enojado, cuidadosamente me saco el celular de las manos y comenzó a ver.
