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                      CAPÍTULO CUATRO

                         004. LA VERDAD.

Ya habían pasado semanas desde lo sucedido, la relación con su madre iba de mal en peor, los únicos que les hablaban eran Aileen, Yael y solo por educación, Elian.

En todas esas semanas, Raven no paraba de mandar indirectas a su madre, Astra le seguía el juego, y Eider solo la ignoraba.

Mara era la única que no hacía absolutamente nada ni para saludarla o insutarla.

Para ella, eso era una pérdida de tiempo.

Raven le reprochaba el hecho de no atacar a su madre, decía que Mara tenía una razón para odiarla, por la culpa de su madre no tuvieron la infancia que se merecian.

Cuando los hermanos eran pequeños, la madre de ellos no estaba muy interesada en ser una madre.

Emma salía con sus amigos y dejaba a sus hijos a cargo de una niñera, cada semana una distinta.

Cuando su madre no estuvo muy bien económicamente, ella los abandono, los dejo tirados como si fueran basura.

Solo tenían seis y siete años, cuando las mayores tomaron el rol de madre, Mara, Raven, Yael y Eider se encargaron de cuidarlos días y noches.

Las encargadas de buscar comida eran Mara y Eider, en cambio Raven y Yael fueron las encargadas de mantenerlos a salvo en el tiempo en que sus hermanas partían.

Les daban de su comida o les pasaban sus abrigos cuando no había suficiente.

La comida era escasa, Mara la mayoría del tiempo le decía a Eider que la robará, no tenían opción si querían sobrevivir.

Cuando no podían robarla porque habían muchas personas, no tenían más remedio que comer de la basura.

Había veces que dormían en locales, aunque la mayoría del tiempo los pillaban y los sacaban a golpes.

Eider se enfermo gravemente una vez, le había dado su abrigo a Astra, se estaba congelando y no quería que se enfermara.

Yael rápidamente había ido a robar medicina para su melliza, no le fue bien, había regresaron con un corte en su mejilla y nada de medicinas.

El farmacéutico no le importaba la edad que está tenía.

Cuando Eider y Mara estaban consiguiendo comida, el primer ataque comenzó.

Raven y Yael se encontraban junto a sus hermanos en un lago, un canto se escucho y vieron una figura a lo lejos.

Se fueron acercando mojando sus pies en el proceso y cuando la vieron de cerca, vieron a su madre.

Los abrazo y vieron como ella los arropaba, la vieron reír felizmente de sus locuras, como con cada te amo sus ojos le brillaban.

Vieron el amor maternal que siempre anhelaron ver de su parte.

Yael despertó de su ensoñación, en los siete meses que habían estado a la deriva, trataba de convencer a sus hermanos de que su madre volvería.

Ella ya se había dado cuenta hace un tiempo, pero no quería romper los sueños de sus hermanos.

Por la culpa de su madre se encontraban donde estaban, sin comida, pasando frío y en peligro cada noche.

Ya había hecho las paces con que ella nunca volvería, y estaría ahí para sus hermanos cuando ellos se den cuenta.

Vio a sus hermanos, ellos abrazaban a una extraña criatura, tenía un cuerpo enorme de buitres del tamaño de un humano, plumaje negro sucio, garras grises y cuello rosa arrugado. Su cabeza era humana y siempre sonriendo de manera tranquilizadora, su boca parecía tener restos de comida vieja.

DEMIGODS- PJ x CREPUSCULODonde viven las historias. Descúbrelo ahora