Reino Unido, 1794La mañana deslumbraba con ayuda de los rayos de sol, los pájaros se oían al pasar por los grandes jardines que poseía la casa Bridgerton. Acompañado con las flores sobresalientes del mismo hogar, siendo inicio del verano daba un caluroso pero hermoso día. El pasar tiempo con familia y acompañantes era ideal para ese momento.
—¡No vas a atraparme!— corría sin para la pequeña dama de cabellos negros.
—¡Ya veras que si!— contesto el joven castaño que la seguía sin parar.
Las familias numerosas son peculiares siendo que todos son diferentes a su manera. Teniendo en cuenta el carácter y los dones, cada uno sorprende de forma inigualable. Así es la familia Brigerton con sus cinco descendientes más jóvenes.
—Me alegra que nos hayan acompañado en este lindo día— toma de su té Lady Bridgerton, admirando la hermosa vista.
—Es un honor que nos hayan invitado, Violet—hablo con confianza la dama a su lado, Lady Angeline Sallow— Sabes que Jorge le fascina platicar con Edmund y mi querida Sophia...— miro a su hija, que aun seguía correteando sin parar seguida de Anthony—Sabes que le gusta venir todo el tiempo a pasar el rato con tus hijos.
—En especial con Anthony— apoya su punto— El amor joven recién esta naciendo en ellos.
Las mujeres se quedan viendo a sus hijos, quienes al estar corriendo cayeron al pasto junto sus risas.
—Es muy pronto para pesar en ello, pero estoy de acurdo contigo—dio una sonrisa cómplice a su amiga de años. Dando una ademán con su taza, siguieron tomando té. Daphne, de tan solo dos años; se mantenía jugando con Collin de tres años y la bebé Eloise, mientras que los demás hijos jugaban a las atrapadas.
—Ya no quiero jugar, parece que solo están ustedes dos porque Anthony solo va por ti—se queja Benedict, quien respiraba con dificultad al intentar seguir el paso.
—Todos estamos jugando, Ben— contesto Sophia acomodando su cabellera— Para que sea justo, hay que descansar y tu eliges el siguiente juego— una sonrisa se plasmo en el hermano Bridgerton al escucharla.
—Iré por limonada—hablo con entusiasmo Benedict— Apuesto que les ganare en el próximo juego.—seguido de ello, se fue corriendo a donde estaban los aperitivos.
—Sabes que tardara mucho en que escoger ¿no es así?— hablo Anthony sacudiendo su pantalón lleno de pasto.
—Lo sé—imito su acción y sonrío—Así nos dará tiempo de dar una caminata por ahí.
La sonrisa del joven Anthony se agranda al escuchar su idea.
—Muy astuta— acomoda su saco y eleva su brazo hacia ella—¿Me concede este paseo, mi Lady?.
Engancho su brazo con el de el con una sonrisa—Con gusto, mi Lord.
Ambos chicos de tan solo diez años, caminaban tan placidos con su compañía. La casa Bridgerton abastecía un amplio territorio en el que podías recorrerlo por horas sin cansancio. Ambos iban callados, pensando en como los puede deparar el mundo o la sociedad en que vivían cuando avanzaran a la vida adulta.
—Anthony—hablo la chica haciendo que el parara, sorprendido por el cambio de tono en su voz— ¿Crees que soy bonita?
Esa simple pregunta, sorprendió al joven. A su parecer, la pequeña Sophia era una bella flor que muy pocos podrían apreciar.
—Eres mas que eso—afirmo presionando su agarre con el de ella, pero su facciones seguían igual de apagadas—¿A que se debe tu pregunta?.
—Mamá me ha dicho que en un futuro deberé de casarme—su tono de voz bajaba a medida que hablaba— Solo que mi decisión sera si me case por amor o simplemente por compromiso.
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𝐆𝐞𝐭 𝐨𝐮𝐭 𝐨𝐟 𝐦𝐲 𝐦𝐢𝐧𝐝 [𝐀𝐧𝐭𝐡𝐨𝐧𝐲 𝐁𝐫𝐢𝐝𝐠𝐞𝐫𝐭𝐨𝐧]
Fiksi PenggemarDesde pequeños, tenemos ideas de como queremos ser en vida adulta.Ser un vizconde, ser una princesa, encajar en la sociedad, matrimonio. ¿Encontrar el amor? Quizás eso pasaba por la mente de Anthony Bridgerton junto a Sophia Sallow, quienes juraban...