Leyla y la Cámara Secreta | (LEH #2)

26: La verdad escondida en el poder

Capítulo veintiséis: La verdad escondida en el poder

Ya pasó tanto tiempo desde que McGonagall nos dejó en el despacho del director que olvidé el miedo. Dumbledore está en la sala secundaria, detrás de alguna de las puertas, y Harry y yo estamos esperando del otro lado del escritorio. Estoy hecha un ovillo en mi asiento, pensando en lo que me dirá Snape una vez que salga de este embrollo. Harry, en cambio, está mirando al viejo Sombrero Seleccionador. Esto no me preocupa demasiado hasta que se lo prueba y comienza a hablarle.

-¿Por qué dijo aquello el año pasado... sobre mí?

Es extraño que Harry comience a hablarle, así de la nada, y lo es aún más cuando el Sombrero responde y lo oigo.

»Ya era evidente que tendrías éxito en Slytherin.«

Esto me está asustando. Además de los malos presagios de aquella noticia, no es habitual que el Sombrero diga en voz alta algo más que el nombre de las casas, cuando lo anuncia a todo el Gran Salón. Durante el resto de la Selección, se comunica con los alumnos con una especie de telepatía.

-Pero estoy en Gryffindor.

»Tienes el potencial que el mismo Salazar Slytherin estuvo buscando toda su vida. Tienes algo que él jamás dejaría pasar de largo...«

No puedo evitar quedarme mirando a Harry, con el Sombrero en la cabeza, con la boca abierta. En un momento quise ser disimulada, pero no hay actuación que sirva aquí.

»Mantengo lo que dije el año pasado: hubieras sido grande en Slytherin.«

-Pues se equivoca -dice Harry, quitándose el Sombrero de un manotazo y dejándolo en su lugar, a un costado del escritorio. Cuando mira en mi dirección, su rostro se transforma. Pálido de vuelta, con los ojos abiertos como platos.

-Harry... yo no quería espiarte, solamente... no pude evitar oír...

-¡Detrás de ti!

En efecto, detrás de mí hay una enorme ave roja ardiendo en llamas, haciéndose cenizas.

-Por Merlín, ¿crees que fui yo? -No me sorprendería demasiado haberlo prendido fuego mientras me concentraba en la conversación de Harry y el Sombrero.

-¡Tírale agua! -grita Harry.

-No hay...

-¡Usa tus manos! Haz esa cosa extraña que haces siempre, como cuando derribaste a Colin.

-¿No entiendes que no puedo?

El ave hace una pequeña explosión cuando el fuego pasa del cuello al ala derecha, y las chispas nos salpican.

-¿Cómo que no puedes...?

-¡NO SÉ CONTROLAR MIS PODERES!

El animal hace una última explosión abrasadora antes de transformarse completamente en cenizas. En ese momento, la puerta del fondo se abre y sale Dumbledore con expresión curiosa.

-Señor... ha sido Har... Eh, no, digo... ninguno de nosotros ha sido. En serio, el ave empezó a arder...

-Lo sentimos mucho -dice Harry.

-No se preocupen, muchachos. Fawkes es un ave fénix, que se prende fuego y renace de sus propias cenizas -explica el director-. Es un ave muy peculiar. Puede aguantar grandes cargas, y su llanto tiene propiedades curativas. No creo que se pregunten por qué la elegí como fiel compañera.