#09 - Epílogo.

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Narra Manjiro.

Giré la cabeza y la observé. Una sonrisa adornaba su rostro a pesar de su expresión que se notaba ligeramente cansada, sonreí sin poder evitarlo, subiendo mi mano a su mejilla para acariciar su pulcro rostro con mi pulgar.

Ella cerró lentamente los ojos, inclinando su caneza un poco más hacia mi tacto. Todavía me asombraba el hecho de que confiara tanto en mí, a pesar de todo lo que me había visto hacer..

Mis manos estaban llenas de sangre, yo era más que consciente de eso y ella igual.. Así que, ¿Por qué? A pesar de que una vez, cegado por todo lo que ocurría a mi alrededor, yo intenté afixiarla con mis propias manos... ¿Por qué a pesar de todo eso.. Seguía aquí?

¿Por qué no se asustaba de mí? ¿Por qué no se alejaba? ¿Por qué se quedaba? ¿Por qué... Me sonrió con tanta calma y cariño ese día?

¿Qué estaba mal? ¿Ella, quien se negaba a soltarme; o yo, que también me negaba a dejarla ir?

—¿Estás bien con esto? —cuestioné en un murmullo, mirándola, y sin apartar mi mano de su mejilla. Ella abrió sus ojos y estos me observaron con una tierna confusión— ¿Estás bien con esta situación? ¿Con quedarte aquí.. A pesar del peligro que eso implica?

—Estoy bien. —aseguró, y la rapidez con la que lo dijo me sorprendió. _______ cerró sus ojos y me sonrió con cariño— Estoy bien con esto... Porque tú estás aquí, conmigo.

—¿Estás dispuesta a quedarte a pesar del peligro que implica? —indagué— Yo... En algún momento.. Podría perder los estribos y matarte... —lentamente alejé mi mano de su rostro— Como esa vez...

—Yo estoy bien... Con esto.. —afirmó nuevamente— Con Bonten.. Contigo... Después de todo, prometí quedarme a tu lado, que nunca te dejaría... —su mano tomó la mía, posicionándola nuevamente en su mejilla— No me harás daño otra vez.. No me matarás.. Y lo sé.

—¿Cómo puedes... Estar tan segura de eso? —acaricié nuevamente su mejilla.

Sus ojos viajaron a los míos y yo los observé. Tanta adoración y amor vislumbraban de esos orbes que comenzaban a apagarse lentamente... ¿A dónde se iba el brillo de sus ojos? No lo sabía, pero no me gustaba como poco a poco se desvanecía.

—Porque me necesitas tanto como yo te necesito a ti. —concluyó en respuesta, aún mirándome.

Y era cierto. De una u otra manera la necesitaba cerca, la quería cerca. Cuando estaba molesto, triste, impotente o cansado, el simple hecho de sentirla a mi alrededor, tan amable y cariñosa, con esa sonrisa que a pesar de los años sigue siendo hermosa ante mis ojos...

Carajo, en verdad la amo... Amo todo de ella.

Habían días en los que no hacía más que llorar, sintiéndome tan inútil e impotente conmigo mismo. Las muertes de Shinichiro.. Baji.. Emma.. Izana... Sólo lloraba, lamentándome por todo lo que ocurrió.

Pude haber hecho más por ellos, lo sabía, y ese pensamiento no me dejaba dormir. Pero ella siempre estaba ahí, desvelándose conmigo de cualquier forma; ya fuera hablando conmigo por llamada o dando un paseo a mi lado, siempre dispuesta a escucharme y recordarme que nada fue mi culpa.

Pero yo estoy roto.. Y lo sé, y quizás ella también lo sabía, pero continuó aquí, junto a mí.

¿Por qué nadie le dijo que intentar arreglar a alguien roto podría romperla a ella también?

Quizá no estaría aquí... Estaría cumpliendo su sueño, muy lejos de todo este mundo de delincuencia, drogas y sangre.

Aunque existía la probabilidad de que sí se lo hubieran dicho, alguien, sin importar quien.. Pero ella es tan amable y gentil que prefirió hundirse conmigo en este mundo, y yo no hice nada para evitarlo... Porque, muy en el fondo, la necesitaba a mi lado para soportar todo esto.

—Lo siento... —murmuré, mi cabello ahora blanco cubriendo un poco mi rostro. Ella volvió a verse confusa— Siento haberte arrastrado a todo esto... Mereces algo mejor..

—Manjiro-...

—Pero gracias... —la interrumpí, girando a verla— Gracias por quedarte junto mí a pesar de todo.

______ me observó, sus ojos adquiriendo un poco más de brillo antes de sonreírme ampliamente.

—Gracias a ti por no alejarme... —susurró, antes de acercarse y dejar un corto pero tierno beso en mi mejilla, continuando un camino hasta mis labios, donde dejó un último beso.

Cerré los ojos por un momento, sintiendo el peso de su cabeza posicionarse en mi hombro. Solté un pequeño suspiro, y una sensación extraña recorrió mi cuerpo.

Era como si me fuera a hundir o a derretir, no lo sabía con claridad pero se sentía bien, de alguna forma, sabía que estaba bien porque ella estaba aquí. Poco a poco, la espesa niebla que me impedía sonreír, si quiera un poco, comenzó a disiparse, dejándome ver su hermosa sonrisa y eso era todo lo que necesitaba.

Habían días en los que me encerraba en mi deseo de querer olvidarlo todo, de querer acabar con todo, pero ella siempre estaba ahí, apoyándome y dejándome ser la persona rota y vulnerable que soy.

Aún con los ojos cerrados, mi mano buscó la suya y una vez la encontré no dudé en tomarla y entrelazar nuestros dedos en un suave agarre.

—Por favor, nunca sueltes mi mano..

—Ten por seguro que nunca lo haré..

Y es de esa manera que fuimos sólo nosotros dos corriendo hacia la oscuridad...

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¡Se acabó!

Bueno, casi... Aún falta un extra y estoy planeando hacer un segundo libro con el punto de vista de Manjiro. Es decir, ya sabemos lo que pensaba la rayis pero, ¿Y Mikey? ¿Por qué actuaba tan desinteresada y cruelmente con rayita?

Lo pensaré un poco más y quizá sí haga el libro..

¡Nos leemos luego!

➱ 𝐻𝑎𝑐𝑖𝑎 𝑆𝑢 𝑂𝑠𝑐𝑢𝑟𝑖𝑑𝑎𝑑... | Ɱαɳʝιɾσ ʂαɳσ/Ɱιƙҽყ X ʅҽƈƚσɾα.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora