Onni no sé besar [MiChaeng]

Celos de madre

Dos años habían pasado, la serie por fin llegó a su fin y se volvieron productoras musicales, Jeongyeon se volvió una cantante de cuna. Fue llamada para cantar todo el soundtrack de una pelicular de aventuras fantásticas con críticas maravillosas y fue nominada a los oscar. Nayeon regresó a dar clases y eventualmente producía o cantaba junto a su esposa.

Ahora podían pasar más tiempo con su hija, algo que las hacía inmensamente feliz, Jihyo y Tzuyu se pasaron al horario estelar debutando como actrices de doramas, por lo que Dahyun casi siempre estaba en casa de alguna de sus dos amigas. Como decidieron comprar casa juntas, sus patios estaban conectados y no había problema.

Ahora quienes recogían y les daban de comer eran las 2Yeon, incluso había semanas enteras en las que por trabajo de las otras se quedaban en la casa de la menor compartiendo casa las 3, eran sus onnis casi de verdad.

Afortunadamente Mina era muy inteligente y al terminar su tarea les ayudaba a las otras dos. Una vez Jeong quiso ayudarles, pero salieron confundidas y terminaron corriéndola. O quizá fue el hecho que cargó a su hija y la sentó en sus piernas separándola de su tutora. 

Minari sonrió muy feliz cuando tuvo de nuevo a Chae a su lado.

En la comida pasó de nuevo, Jeong se sentó a lado de su hija y Nayeon al otro. Sin descuidar a las otras nenas, disfrutaban de darle de comer en la boquita lo que sabían le gustaba más. Haciendo que Mina lanzara una mirada asesina en cada cucharada a sus futuras suegras.

Jeong se regodeaba internamente cada que su hija le sonreía a ella y no a su amiga, hasta que la susodicha se paró de la silla y miró fijamente al tigresito que tranquilamente masticaba su comida, pero al verla fijo, tragó con dificultad.

—Chaeyoung, tienes 10 años ¿A caso vas a comer siempre así? ¿O algún día lo harás con tus propias manos?

—No Minari, yo puedo hacerlo solita, pe-pero a mis mamis les pone feliz darme de comer en la boquita, mira —tomó su tenedor que estaba reluciente de limpio, intentó tomar un pedazo de carne pero no pudo. En efecto, Chae no sabía comer por si sola, sino eran sus mamás, era su futura novia la que le daba de comer.

—Ay Chaenggi, te tengo que enseñar de nuevo, ven siéntate a mi lado para que veas como lo hago.

Un tigre se sonrojó hasta las orejas y afirmó avergonzada, estaba apunto de ir a lado de su onni, cuando su mami la volvió a sentar.

—Yo te enseño, es mi culpa que no lo hagas cuando te hemos dicho cómo hacerlo. Pero el postre te lo sigo dando de comer yo, de acuerdo.

—Sí mami.

Mina tuvo que aguantar ver como su futura suegra se paraba encima de su futura esposa a enseñarle, y ver como comía sin ser ella la que depositara besos ni recibiera soniditos dependiendo el agrado de lo que saboreaba la menor.

Demás está decir que se encerraron en el armario a jugar a los besitos mientras Dahyun se bañaba.

Escucharon como las llamaban pero estaban tan metidas en el juego que sólo reaccionaron cuando la puerta del cuarto se abrió y sorprendidas se miraron sin saber que hacer. Cuando Nayeon las llamó de nuevo, Chae de los nervios brincó e hizo ruido y por fin las encontraron, se llevaron un regaño por no contestar y por esconderse en el armario.

Esa noche, Mina durmió con Dahyun y Chae con sus mamás. Un horrible castigo para ellas, ya que los pequeños soniditos de Mina arrullaban a Chae y el calor de esta le ayudaba a conciliar el sueño a la otra.

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