Lee Felix es un chico de 17 años que esta escapando de una horrible pesadilla junto a su hermano menor, Jeongin.
Es entonces que su destino se cruza con el de Hyunjin, solo han cruzado dos palabras y se odian a muerte. Esto ¿Podría cambiar?
-Histori...
—Adiós amor...algún día... definitivamente algún día podre volver a mirar tus ojos solo para encontrar el odio que hoy estoy dejando en ti. — susurro consiente de que nada volvería a ser igual.
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Aquella noche su Tío los llevo al aeropuerto, su próximo destino era Sídney en Australia, allí hace unos años los abuelos de los hermanos Lee compraron una casa, su abuela necesitaba un poco de la vida en la costa y su esposo no dudo en comprarle una casa allí, por otro lado era una buen escondite ya que la mujer en busca de Felix y Jeongin no sabía nada sobre la familia paterna de sus nietos y todos en aquel poblado en donde se quedarían eran demasiado ancianos como para develar el paradero de dos simples niños a sus ojos.
Jeongin sostenía la mano de su hermano con fuerza, pero en Felix ya no quedaba nada solo los besos dados en su piel aquella noche, las palabras dulces rondar sus recuerdos una y otra vez, pensó que de cierto modo hubiera preferido morir a causarle este daño a Hyunjin, ninguna palabra podría consolarle ya que él no quería ser consolado, quería que su alma se quemara por ser tan desgraciado y abandonar a Hyunjin sin decir ni pio.
—Si hay algo... lo que sea que yo pudiera hacer por ti, créeme que lo hare.— habló el menor lamentándose, sabía que no era el mejor momento para decirle a su hermano que ahora todo iría bien, pero necesitaba saber que Felix no estaba enojado con el — Hyung...
—Solo mantengámonos con vida, Jeongin.— dijo mirando por la ventana del avión — Lucharemos contra ella, tu podrás ser feliz con Chan y entonces podrás volver a Corea.
— ¿Por qué solo hablas de mí?, ¿Acaso no hay un futuro para ti?— intento que el mayor lo mirara pero Felix no quería enfrentar los ojos de su hermano manchados en culpa que él no tenía.
—No hay futuro, por lo menos no hay un futuro en el cual yo quiera vivir, no hay opción para mí. — Las lágrimas rebeldes a la resistencia que mantenía el mayor mojaron su rostro— El día en que esa mujer que se hace llamar nuestra abuela no respire más, ese día será en donde definitivamente seré libre.
—Puedes volver, Hyung solo vuelve a Corea y habla con Hyunjin, el entenderá, el iría contigo a donde fuera. — pidió casi en tono suplicante pero el mayor negaba.
—Sé que Hyunjin iría conmigo hasta la misma luna si se lo pido, pero sería cruel de mi parte condenarlo a que una perra cruel quiera matarlo para hacerme daño, ella es capaz de hacer eso y más, es mejor así.
—Pero sin embargo le dirás a Chan donde estamos cuando lleguemos a nuestro destino, quiero saber por qué mi vida es más importante que la tuya, porque mi felicidad esta antes que la tuya. — reprocho dolido y con ganas de golpearlo para que reaccionara.
—Porque desde que la policía nos sacó de aquel auto que tenía a nuestros padres muertos me prometí, es más, me jure a mí mismo que mi vida no significaría nada si no implantaba una sonrisa en tu rostro, lo eres todo para mi Jeongin, yo por ti haría lo inimaginable y más, porque después de toda esa mierda vivida en el orfanato mereces esa típica escena final de los dramas en donde te quedas con el amor de tu vida, una casa bonita y un perro juguetón, eso quiero para ti, cueste lo que cueste.
