—¡Kacchan, no me grabes! ¡Me veo horrendo!
Aparece su hermoso rostro en pantalla. A pesar de que había despertado hace poco, él se veía completamente bello. ¿Quién podría decir que él era horrendo?
Deku era el ser más hermoso de este mundo.
—Nerd, calla, si vuelves a decir que te ves horrendo, lo próximo que grabaré será a un Deku cantándole las mañanitas las figuritas de All Migth.
—No te atreverías, Kacchan...
Una risa salió de mis labios en el vídeo.
—He tenido el atrevimiento de cosas peores, Deku, ¿Y crees que no podría hacer eso? —La cámara se mueve, y enfoca al peocoso con las manos en su rostro, escondiéndose—. Vamos, déjame ver tu bonito rostro.
—Pero, Kacchan, ni siquiera me he lavado la cara.
—Lo se, por algún lugar de tu mejilla debe haber un rastro de saliva...
—¡Kacchan! ¡Aún menos así!
Otra risa. El video se mueve por él yo feliz que aún tenía la oportunidad de ver a Deku.
De sentirlo.
De tenerlo.
—Deku. Muestra tu rostro.
—No quiero —dijo mimoso.
—Deku...
—Kacchan, no.
—Izuku.
Y rápidamente, se vio como Deku bajó sus manos y miró perplejo a la cámara. Sus ojitos verde jade brillaban tanto que es imposible no notarlo.
Siempre tenía la misma mirada cuando lo llamaba por su nombre.
—Eres muy lindo, Izuku —susurró ese Katsuki, feliz.
El rojo se apoderó del pecoso.
—No digas cosas como esas, Katsuki.
Recuerdo que en ese momento, me tocó sonrojarme a mi.
Y se sabe, porque el vídeo se corta debido a una pequeña explosión nerviosa.
Apago mi celular, con la misma opresión en el pecho, y miro la fotografía que encontré entre las cosas de mi madre.
Está él, de niño, tomando mi pequeña mano. Ambos somos unos mocosos que correteaban por todos lados fingiendo ser héroes.
No es la primera vez que veo fotos cómo estás o vídeos así.
Tengo miedo de olvidar su voz.
Tengo miedo de olvidar su rostro.
Tengo miedo de olvidar quién fue Izuku Midoriya, y el caos que causó en mi corazón con su llegada, acompañado del dolor que infligió cuando se fue.
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Junto a ti (Katsudeku)
FanfictionNo se puede describir. Es absurdo siquiera pensarlo. Para nada se puede describir el dolor, la crueldad y la inmensa desesperación de perder a quien más se ama, cuando se planeaba ser felices por siempre. --- Historia corta. Angst