Capitulo 4

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Y, sin saber, mi amiga le había atinado perfectamente a la descripción de la celebración, realmente había sido memorable, pero ignoraba qué Austin no tuvo nada que ver con ello. Natalia era ademas de mi compañera de trabajo, mi mejor amiga, a los pocos días de conocerme, me contó cómo había huido el padre de su hija después de saber que estaba embarazada y, de ahí, una gran confianza surgió entre las dos, pero a pesar de eso, dude si era buena idea compartirle lo que había hecho el día de mi cumpleaños, ella sentía gran simpatía por Austin y siempre me decía que eramos la pareja perfecta. No, definitivamente aquella aventura era mejor mantenerla en secreto.

Billie:Pues, temo desilusionarte porque no hubo tal celebración, el arreglo se debe a qué, precisamente, Austin no pudo llegar para llevarme a cenar.

Natalia: El siempre tan detallista.

Dijo sacando una orquídea del arreglo.

Billie:Bueno, de alguna manera intenta recopensar el poco tiempo que pasa a mi lado.

Natalia:Sabes que si trabaja es para mantener un patrimonio seguro y en algún futuro casarse contigo y darte todo lo que mereces.

Billie:Eso lo sé muy bien, no tienes que convencerme de que es el novio perfecto, se que lo es y por eso lo amo y acepto que trabaje tanto para poder estar juntos algún día y para siempre.

Natalia:Si... Pero, no luces nada enfadada porque ti novio te dejo plantada justo el día de tu cumpleaños, por el contrario, luces radiante, ¿Que fue lo que hiciste anoche?

Billie:Nada, solo ver televisión y terminamdome yo sola media botella de vodka.

En ese momento recordé las perceptiva que es mi amiga y lo mala que soy para las mentiras.

Natalia:Si, claro y yo rezo el rosario todas las tardes llegando del trabajo, eso mi tu te lo creiste.

Billie:Te juro que así fue, sabes que no tengo amigas más que tú y Camila y que jamás iría sola a ningún lado que no sea al supermercado.

Natalia:Es que de verdad te vez distinta, hay algo diferente en tus ojos.

Billie:Solo un año más de edad, y ya déjame ver qué tengo de pendientes antes de que venga el jefe y nos regañe.

Dije encendiendo la computadora.

Natalia:Está bien, pero te aclaro que no me convenció tu argumento, algo te traes y me lo tendrás que decir tarde o temprano.

Billie:Ok, fui y me acosté con una completa desconosida, ¿Satisfecha?.

Natalia:Jajajaja, ay Billie, tampoco te tienes que ir al otro extremo, ambas sabemos que no harías algo así y muchos menos con una mujer.

Dijo saliendo y cerrando la puerta.

Y tenía toda la razón, por algo me llamaba "la siempre correcta", no sabía que había pasado la noche anterior, que había faltado a todos mis principios y valores, pero al recordar sus caricias y sus besos eran razón suficientes para olvidar hasta de la cordura, incluso de mi propio nombre y mi heterosexualidad. Suspiré y mire mi móvil que había dejado al lado del teclado del ordenador, ¿Habría alguna restricción en cuánto al horario, volví a recordar las reglas y no meciono nada al respecto. Lleve las manos a mi cara, sentí un rubor intenso en las mejillas, pero ¿Que me ocurria?, aún no pasaban ni doce horas de haberlo echo con ella y yo ya ansiaba que volviera a pasar. "Y te aseguro que te dejara sin sentido", recordé las palabras de la chica que me lo recomendó y debía reconocer que tenía toda la razón y no solo por el magnífico sexo que habíamos tenido, si no porque estaba haciendome perder el sentido de todo. El timbre del teléfono me hizo aterrizar y respondí la llamada de mi jefe.

Afortunadamente, para mí salud mental, ese día estuvo cargado de bastante trabajo, aunque de repente me reía sola porque algún recuerdo me venía a la mente y hacia que mi cuerpo se estremeciera, pero movía mi cabeza y volvía a concentrarme en lo que estaba haciendo. Eran 7:30 pm cuando termine la campaña publicitaria en la estuvo trabajando todo el día, apague la computadora, tome mi móvil y loire fijamente, ¿Sería demasiado desesperante de mi parte volver a llamarla hoy?, ¿Ni siquiera dejar pasar un día o dos para volver a buscarla?, pero el solo hecho de volver a recorder sus caricias me excitaba por completo, era la primera vez que algo así me sucedía y no es que el sexo con Austin fuera malo, escaso si, pero cuando lo teniamos no me podía quejar, al menos no antes de la velada de anoche. Teniamos ya 5 años de novios y era el único hombre que había conocía en la intimidad, antes de irme y enredarme con esa extraña que me había mostrado una faceta del sexo y de mi misma completamente diferente. Entonces vi el móvil se ensendia mostrando una llamada de el, precisamente.

Billie:Hola amor, ¿Como estas?

Dije mientras tomaba mi bolso y salía de la oficina.

Austin:Bien cariño, ¿y tu?, ¿Te gustaron las flores?

Billie:Claro son hermosas.

Austin:Te dije que te recompensaria, estoy afuera de tu oficina para llevarte a cenar.

Billie:Ok, te veo en cinco minutos, ya voy a la salida.

Colgué y apreté el botón del ascensor, al salir del edificio y vi el flamante coche de mi novio y me subí, le di un liguero beso en los labios y el me abrazo, en ese momento, sentí todo el peso de culpa, no merecía que lo hubiera engañado, no era justificante su falta de tiempo. Cuando nos sepramos, me entrego un pequeño regalo que abrí de inmediato, era un hermoso dijé en forma de media luna, la culpa se incremento y la sentí en mi espalda como si fuera una losa pesada y le sonreí avergonzada, no solo lo había engañado anoche con una desconocida si no todo el día con el pensamiento.

Voten ⭐

Eres Mi Tentación | Billie EilishDonde viven las historias. Descúbrelo ahora