Capitulo Cinco

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Hakkai estaba concentrado en en su clase de química,la cuál era la que mas le costaba, eran alrededor de las ocho de la mañana por lo que todos los alumnos se encontraban en sus clases menos nuestro querido rebelde, Mitsuya, el estaba en uno de los pasillos, tomando un refresco y revisando su teléfono.

— Mira a quien me encontré — Mencionó la albina — Hola Mitsuya —

— Hola — Respondió el de ceja cortada, le regresó la sonrisa en un intento de seguirle el juego — ¿Que haces aquí? Deberías de estar en clases — Dijo medio regañandola.

— Cómo si no me conocieras —  Rodeó los ojos — ¿Será que tu idiota compañero no está en tu habitación para poder pasar un tiempo a solas? — Se le insinuó.

— No, Hakkai está en clases — Dijo aburrido para luego comenzar a caminar — ¿Nos vamos? — Le preguntó al ver que la chica no lo estaba siguiendo, está le sonrío para caminar tras suyo.

Los dos caminaron con rapidez hasta la recámara del mayor, teniendo cuidado de que nadie lo llegará a ver, entraron a la habitación, no esperaron ni dos segundos para comenzar a besarse.

(...)

"¡Muy bien! Ya terminó la clase de química, ahora me toca inglés" Pensaba completamente distraído el cristiano, buscó en su bolso el libro de la siguiente materia pero al no encontrarlo dio un suspiró "Se me quedo en la habitación, aún tengo tiempo iré a buscarlo" terminó de guardar las cosas dentro de su mochila para caminar rumbo a su recámara.

Cuándo finalmente llego busco entré sus cosas la llave para poder abrir pero al oír una voz provenir de la habitación se quedó quieto.

— ¿Estás bien? Te notó extrañado — Habló una voz femenina, era bastante conocida para el cristiano pero no sabía de dónde; luego de unos segundos frunció el entrecejo.

"Es la albina" se recordó, alejó las llaves, las cuáles estaba apunto de acomodarse de tel de la cerradura de la puerta, suspiró y acercó su oído hacía la puerta en un intento de escuchar mejor la conversación; no es que estuviera espiando, solo que quería saber si estaría bien entrar o no.

— Ah estado igual que siempre — Menciono, Mitsuya, antes de gruñir por el comentario de la chica.

"entonces ya terminaron" Suspiró el de labio cortado al saber que no interrumpía nada,sin embargo, no se movió y siguió escuchando la conversación del otro lado de la puerta.

— ¿Sabés? Todo el instituto dice que soy tu pareja — Menciono divertida la albina, pero, al oír aquello tango Mitsuya como Hakkai gruñeron.

" Solo por acostarte demasiadas veces con la misma persona no significa que seas su novia " Gritaba internamente el cristiano.

— No eres mi pareja,te lo dije...no estoy en busca de nada serio — Dijo el de cabello lila.

— Una vez que te quedaste dormido estando conmigo — Tomo aire — comenzaste a llamarlo a el — terminó de decir un tanto molesta la chica.

"¿Llamar?¿A quien llamo? " Se preguntaba, algo preocupado el cristiano sintiendo una presión en su pecho.

—¿A quien te refieres? — Preguntó confundido el mayor.

— A tu molestó compañero — Gruñó la albina — Lo único que decías era "Hakkai,Hakkai" — Le gritó, celosa.

"¿A mí?" Las mejillas del mencionado se ruborizaron, tragó en seco, se acercó más a la puerta en un intento de escuchar con más claridad aquella charla.

— Tenía una pesadilla, además lo conozco desde hace años — Dijo tranquilo pero molestó.

"Idiota" pensó, Hakkai.

— Eres gay ¿Verdad? — Lo acuso la albina, en un gritó.

— No,no lo soy — Afirmó el mayor, un escalofrío recorrió la espalda del Shiba al oírlo hablar con tanta firmeza — Pero me gusta el — Admitió.

"¿¡Qué!?" Gritó internamente, su corazón comenzó a palpitar a gran velocidad.

— Entonces si eres homosexual — Le volvió a gritar la chica, claramente molesta.

— No soy gay, nunca me gustaron los hombres solo me gusta el — Decía confundido el mayor.

— Eres un desgraciado, solo jugabas conmigo — menciono, mientras se levantaba.

— Desde el principió te dije que no quería nada serio — Le dijo con tranquilidad.

Hakkai al predecir que la chica saldría de la habitación se alejo de la puerta, segundos después está fue abierta con violencia, una enojada albina salió de la recámara dando fuertes pisadas; su cabello se encontraba desordenado, era obvio que apenas habían terminado de tener relaciones.

El cristiano suspiró, tenía que entrar, por dos razones: la primera era hablar con el de cabello lila y la segunda era para buscar su libro de inglés. Así que con esfuerzo, después de tomar un buen bocado de aire, entro a la habitación.

Se encontró con Mitsuya, el cuál únicamente tenía puesto unos boxers, tenía el cabello desordenado como la albina y algunos rasguño recién hechos en sus hombros.

El mayor levantó el rostro para ver quién era el que había ingresado, sus mejillas se ruborizaron al ver que se trataba de Hakkai; "Dios, por favor, que no haya escuchado lo que dije" rogaba en vano el mayor, mientras tragaba en secó.

La ruidosa habitación 513 [ Pausada ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora