Llevaba alrededor de cinco minutos en ese lugar,ninguno había querido acabar con el incómodo silencio mientras se miraban fijamente.
— ¿Que haces aquí? Deberías de estar en clase, nunca faltas a ninguna de ellas — Habló,el de cabello lila intentando ocultar su nerviosismo.
— Vengo a buscar unos libros que se me quedaron — Respondió el cristiano, mientras caminaba hacia su maleta para sacarlos — Se veía molesta. —
— ¿Qué?¿Quién? — Pregunto, un poco confundido. Entonces,justo en ese instante recordó a la albina — ¡Ah así!...no es nada importante — Frunció el entrecejo, mirándo hacía abajo — ¿Oíste algo? — Cuestionó, aún sin mirarlo.
— Si, lo oí todo — Respondió, sin darle demasiada importancia; estaba apuntó de abrir la puerta cuando de repente unas manos aparecieron de la nada deteniendo su acción , detrás de él se podría sentir el cuerpo del mayor.
— Entonces ya lo sabes — Susurró.
El cristiano se volteó para enfrentar al mayor.
— Estás confundido, eso es todo — Le decía con tranquilidad. El costurero gruñó y se acercó más hacía el.
— Pues,yo creo que lo tengo bien claro — Murmuró, sus narices se rozaban y prácticamente estaban respirando el mismo aire — ¿Que pasaría si te besara ahora? — Pregunto sonriendo.
— No sería la primera vez — Murmuró el moreno haciendo memoria.
Se podría ver cómo un joven Hakkai se encontraba en su casa acompañado de su mejor amigo Mitsuya, recién habían terminado de hacer sus tareas; por lo que tenían el resto de la tarde libre para jugar.
— Oye, ¿Puedo preguntar algo? — Pidió el mayor de los dos, el cristiano a pesar de estar súper concentrado en su videojuego presto atención a las palabras del contrario.
— Seguro Taka-chan — Fue lo único que mencionó.
— Uhm, en mí salón andan diciendo que a ti...a ti te gustan los hombres — Mitsuya hablo de manera pausada en un intento de no hacerlo parecer un regaño.
— Es cierto — Respondió sin quitar la mirada de la pantalla del videojuego.
— ¿Hay alguien que te guste? — Preguntó curioso,el menor ante la duda asintió con la cabeza — ¿Quién? — Insistió, consiguiendo que Hakkai diera un suspiró y pausada el videojuego.
— No voy a decírtelo — Le dijo mientras frunció el entrecejo, se veía bastante determinado por lo que el mayor únicamente dio un suspiró de decepción.
— Hey, Hakkai....¿Puedo besarte? — Preguntó sin rodeó, el cristiano abrió sus ojos sorprendido y el pequeño aparato se le cayó de las manos — ¿Puedo? — volvió a preguntar, al no recibir una respuesta por parte del ajeno.
El Shiba se ruborizó y pensó muy bien su repuesta.
— Pero no se lo digas a nadie — Le advirtió, aún con el entrecejo fruncido; el mayor solo asintió con la cabeza.
Hakkai, estaba sentado alado del costurero por lo que se levantó para acomodarse enfrente de el.
Despacio ambos se comenzaron a acercar, hasta quedar a un milímetro de distancia. Mitsuya fue el que dio el último movimiento para poder juntar sus labios, el beso era simple pero eso no le quitaba lo tierno; lo mantuvieron en un ritmo lento por un buen rato, no hubieron mordidas, chupetones o batallas entre sus lenguas. Solo un suave encuentro de sus labios, ninguno de los dos querían separarse, pero al final el más alto lo hizo. Estaba completamente sonrojado, y tenía la respiración algo afeitada, su corazón no le daba para nada más.
"Quién diría que así sería mi primer beso" Pensó el cristiano, volviendo a su posición inicial para seguir con el juego, haciendo parecer que no le había gustado aquel toque.
— Aquél fue nuestro primer beso — Murmuró el de cabello lila que también había recordado la escena — Y no quisiera que fuera el último — admitió.— Tengo que ir a clases — Dijo el menor, girando el rostro para que sus labios no se encontrarán.
— Podrías faltar — Volvió a murmurar el costurero, quien se acercó al oído del moreno para besarle el lóbulo de su oreja.
El Shiba se mordió el cachete internó en un torpe intento de ahogar su gemido, el mayor siguió con sus besos hasta llegar a la parte iniciar de su cuello, soltó un suspiró sobre este para luego sonreír. Mostró una lujuriosa sonrisa al notar cómo los cabello del menor se erizaron.
Mitsuya estaba por continuar cuando sintió un punzante dolor en su entrepierna, su cuerpo se quedó duro como piedra. Hakkai lo golpeó para que defenderse.
— Iré a clases — Gruñó el de labio cortado, quién estaba ruborizado y con la respiración algo agitada. Cómo pudo abrió la puerta para salir corriendo a su clase.
El mayor se agarró la entrepierna cuando cayó se rodillas al suelo, quedando después recostado en este mismo.
" Adiós a mis hijos " Pensó, sin poder respirar bien a causa del dolor " Bueno, aunque con Kkai no podríamos tener hijos de sangre " Estuvo así un tiempo, después de estirar las piernas pudo levantarse " Ese pequeño demonio, voy a tener que castigarlo" Sonrío, para luego luego salir de la habitación.
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La ruidosa habitación 513 [ Pausada ]
FanficHakkai a sus siete años de edad fue violado y quedo con un terrible trauma, luego de algunos años logró entrar a la universidad dónde se enteró que compartía habitación con un viejo amigo. ──────¤◎¤────── ⋙Créditos a la verdadera autora quién es Mis...