A una musa vespertina

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A una musa vespertina:

Cuya mirada atigrada,
Lasciva

El frío corazón corrompe,
Como volcán mil pasiones aviva

Sin más tú querer te ata

De tu inocencia el querer arrebata

Su mirada te oprime con vida

Al muerto sepulcral encandila

Con fuerza y poder

Y voluntad sonora, dice:

"Aquí estoy. Qué quieres tú so persona".

Breves, sonoras,
Potentes y fuertes palabras concisas...

Que al helado corazón más que revivir,

Aún incluso más:

Humaniza.

Poemario de Bajo Presupuesto y Otros Desvaríos VariosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora