𝟬𝟯: Sunlit

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Val había permanecido con el Jedi –con Anakin– toda la noche. Hablaban en voz baja sobre cosas triviales, o se sentaban en silencio a ver pasar las estrellas. Poco a poco, su interrogatorio se fue convirtiendo en algo menos parecido a un interrogatorio y más a una relación entre conocidos; no sabía qué había provocado el cambio, ni cómo se sentía al respecto, pero era lo más tranquila que había estado en meses. En la hora previa al amanecer, lo dejó dormir y se aventuró a subir a los camarotes de la tripulación. La nave era enorme, pero la mayoría de los residentes compartían un gran espacio común; el capitán decía que era para promover la unidad y la camaradería, pero ella se inclinaba más a creer que era para poder vigilar a todos a la vez. Algunos miembros de alto rango, como ella, tenían sus propias habitaciones en el nivel más alto. Ella iba a ir hacia allí ahora.

Al llegar a la planta superior, se dirigió inmediatamente hacia el pasillo de la izquierda, pasando por sus propios aposentos y entrando en el de al lado. No se molestó en llamar, no era necesario, y entró. Todas las habitaciones eran individuales, pequeñas y asfixiantes si lo pensaba durante mucho tiempo, pero las plantas en miniatura que se alineaban en cada pared vacía ayudaban a dar vida al espacio. Todo lo que ella toca cobra vida, reflexionó con una sonrisa.

Se refería con "ella" a Whisper, la única persona de la nave a la que Val podía llamar amiga de verdad. El verdadero nombre de Whisper, y el que Val utilizaba, era Rowan Ryves. Rowan era la espía residente de Reaper. Se encargaba del reconocimiento y el asesinato, aunque era raro que el capitán eligiera la vía incruenta. Rowan era una hábil combatiente, letal con los cuchillos y una tiradora aún más letal. En una ocasión, Rowan había clavado una mosca en la pared a diez metros de distancia, por las alas. Y Rowan estaba en ese momento tumbado boca abajo en su cama, roncando como un Bantha.

Val se rio en voz baja, arrastrando los pies con cuidado por la desordenada habitación hacia la pequeña cocina. Puso agua a hervir y se dirigió a la pequeña estantería colgante llena de plantas con flores y raíces que se usaban para el té. Rowan podía limitarse a comprar bolsitas de té ya preparadas, como hacía la mayoría, pero nunca le había gustado el camino fácil. Y cuidar las plantas, cultivar su crecimiento, le daba un propósito, como había dicho una vez. A veces Val deseaba poder dedicar también su tiempo y esfuerzo a dar vida y dejarla crecer, pero nunca podía alejarse de sus cuchillas el tiempo suficiente para intentarlo.

Suspiró y miró sus opciones. Esta vez se decidió por una mezcla de manzanilla y arrancó una generosa cantidad de las cabezas de las flores rosas y las puso en dos pequeñas bolsas semi-permeables, junto con ramitas de menta. El aroma era suave y encantador, le recordaba a los campos verdes y extensos y a las flores que bailan con el viento en una fría mañana de invierno. La tetera empezó a silbar cuando el agua alcanzó su punto de ebullición, y Val oyó el crujido de las sábanas detrás de ella cuando Rowan empezó a despertarse. Vertió el agua en las pequeñas tazas de porcelana que Rowan había adquirido en Naboo hacía tres años; era lo primero que Rowan había comprado después de convertirse en pirata, lo que a Val le pareció irónico.

𝗔𝗧 𝗪𝗢𝗥𝗟𝗗'𝗦 𝗘𝗡𝗗 ── 𝗔𝗻𝗮𝗸𝗶𝗻 𝗦𝗸𝘆𝘄𝗮𝗹𝗸𝗲𝗿 (o.h) | Español.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora