Four.

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Leah caminaba en el pasillo junto a su hermano, ambos iban en sus mundos, ellos eran el caso de ser hermanos completamente diferentes.

Compartían la misma genética, mismos apellidos, mismo techo, pero todo en ellos era diferente. Se podría decir que lo único en común que ambos tenían eran el ser "hermanos" y aveces solo de palabra.

Para Dylan no era difícil ignorarla, era algo que fue haciendo desde que ambos eran pequeños, Leah por su parte se vió obligada a vivir siendo ignorada por su hermano, y con el pasar del tiempo lo fue aceptando, al punto de no llegar a importarle.

O almenos se convencía de eso.

—Nuestra madre dijo que llegues temprano a casa.

—Eso es algo que no se va a poder, tengo entrenamiento con las Bellas después de clases, y por lo que veo no estás interesado en venirme a recoger.

—Tengo que ir a la academia, lo siento —Dylan miró su teléfono y luego miró a su hermana menor —No hagas enojar a mamá.

Diciendo eso se fue dejando sola a Leah, la chica por su parte se dirigió a su salón con un mal sabor de boca, tenía la mínima esperanza de que Dylan se hubiera ofrecido a llevarla a casa, pero eran cosas que no iban a pasar.

Estaba por entrar a su salón cuando le tocaron el hombro, ella volteó encontrándose con Edward.

—Leah, tendrás entrenamiento hoy cierto? —Edward se recargó sobre el marco de la puerta y Leah asintió.

—Si así es.

—Necesitas chófer?

—¿No tienes que llegar temprano a casa?

—Mis padres regresan hoy de su viaje de trabajo.

—Por eso lo digo, no deberías de regresar temprano por ellos.

—Prefiero quedarme fuera todo el día y regresar cuando ellos estén dormidos —Leah suspiró, ella entendía la situación de Edward, su tío había decido casarse con su actual pareja y madrastra de Edward, 2 años después de la muerte de su tía Isabella. Edward no se llevaba muy bien con Sofia la madre de Emma, por lo cuál estaba en constantes conflictos con su padre.

—Deacuerdo, te esperaré después del entrenamiento.

Edward asintió y se dirigió a su salón, Leah entró al fin a su clase y arrugó la nariz al ver a su hermano hablar plácidamente con Emma, su querida prima. Ella la odiaba, la detestaba, ni si quiera sabía si era capaz de intentar llevarse bien con ella.

Rápidamente se apresuró y tomó asiento al lado de Rhett y al frente de Elijah. Ambos chicos la miraron tomar asiento, Rhett miró a Elijah y el solo se encogió de hombros.

—Por el rostro que tienes, no debes de llevar una buena mañana —Rhett se cruzó de brazos mirándola —¿Qué le ha pasado a la reina Bella?

—Solo quiero que este día de mierda acabe de una buena vez por todas.

Rhett decidió no volver a preguntar nada, miéntras que Elijah se dispuso a solo apoyar su cabeza en su mano, sabía la situación de la pelirroja, quizás no eran los típicos amigos que los veías juntos siempre.

Incluso te sorprendería el saber que aquellos dos llegarán a serlo, sin embargo por alguna extraña razón ellos tres no parecían incomodarse con sus presencias y se les podía ver en algunos recesos y aveces en los almuerzos juntos.

A diferencia de Rhett, Elijah no preguntaba sobre la situación, el era más de observar, y vaya que ya había entendido el porqué Leah odiaba a Emma, todo tenía nombre y apellido.

ᴡɪʟꜱᴏɴ ʜɪɢʜᴛDonde viven las historias. Descúbrelo ahora