2: Hielo

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—¡Ningning! ¡¿Se puede saber donde estas?! —Winter gritaba mientras se recorría toda la casa a velocidad de la luz. Incluso miró bajo los cojines, ¿cómo iba a encontrarse su hermana ahí?

—¡Ningning! ¡Tenemos que irnos! —Winter resbaló con su propio charco de agua. Estaba comenzando a ponerse nerviosa—. Mierda. Ahora no, por favor.

La rubia frenó en la escalera y cogió aire profundamente para después soltarlo muy despacio. Puso sus manos sobre el pecho y repitió ese proceso dos veces seguidas.

—Muy bien Winter —dijo para sí misma—, así me gusta. No te pongas nerviosa, no queremos llegar al cine empapadas, ¿verdad? —volvió a respirar hondo— bien.

—¿Con quién hablas?

Ningning apareció de la nada.

—¡Ningning! ¡Te juro que te voy a... —Winter se dio cuenta de su alteración y se calló de golpe. Sonrió y continuó—. Nada querida hermana, quería saber donde estabas.

—En el baño, no te había escuchado... —Ningning miró al suelo, vio el agua y los zapatos de su hermana mojados—. ¿Te estas...? ¿Ahora?

Winter suspiró.

—Me he vuelto a poner nerviosa. Te juro que lo intento pero es complicado no sentir emociones, ¿sabes? Ni siquiera puedo ver una película sin empapar el asiento.

—Y por eso mismo vamos al pase que nos ha dado Yeonjun, porque la sala es para nosotras solas.

—Aun así es raro, Ningning...

—Llevas así toda la vida, ¿por qué te preocupas tanto ahora? Lo controlas bien, Win. De verdad.

—Es solo que... No sé. Me gustaría sentir cosas como la gente normal.

—Puedes sentirlas igual, Winter.

—No sin deshacerme antes —suspiró—. Me gustaría enamorarme, y tan solo imaginarlo sería un desastre.

Ningning se acercó a su hermana y dejó un beso en su cabeza mientras la abrazaba de lado.

—No te preocupes por eso hermanita, cuando aparezca la persona indicada te aceptará de cualquier manera.

—¿Incluso siendo una puta gota de agua?

—Incluso siendo el océano entero.

La Ley de la Naturaleza - winrinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora