Winter dejó la taza de café sobre la mesa mientras esperaba a Karina en aquella cafetería. La rubia siempre ha frecuentado ese local, cuando iba al instituto se pasaba las tardes allí mientras estudiaba, sin embargo la sensación que tenía ahora en el cuerpo al estar allí era completamente distinta. Como si fuera la primera vez que lo pisaba.
La joven intentaba mantener la calma, no ponerse nerviosa mientras esperaba pero le estaba comenzando a resultar difícil con el sonido de la campanita de la puerta cada vez que se abría.
La tercera vez que sonó era ella. Winter sonrió.
—¡Hey! ¡Aquí! —agitó la mano para que la viera.
Karina llegó hasta su mesa y se sentó frente a ella. La morena estaba nerviosa, más que Winter diría yo, pero estaba haciendo el máximo esfuerzo en no mostrarlo porque si lo hacía... Las cosas no le irían tan bien como a Winter.
—¿Estas bien? —le preguntó Winter.
—Sí... Estoy bien.
—Te noto... —dejó de hablar—. ¿Segura que estas bien?
—Sí, es que... Estoy un poco... Joder —rió—. ¿Nerviosa...?
Winter sonrió.
—Yo también, estoy intentando no mostrarlo pero mira —enseñó las palmas de sus manos mojadas—, no funciona.
—Yo tengo que intentarlo un pelín más que tú o sino peligra toda la cafetería —rió.
—¿Quieres que vayamos a otro lado?
—No, no. Ya estoy sintiendome mejor, ha sido el momento de entrar.
—Vale —sonrió—. Tengo tantas preguntas que no sé por dónde empezar —bebió de su café.
—Empieza por el principio.
—Esta bien... Tú... ¿Cómo apareciste en este mundo? En plan... ¿Naciste de tu... madre?
Karina no pudo evitar reír levemente ante su pregunta. Antes de que pudiera contestar apareció la camarera preguntandole si quería algo de tomar o picar. Karina pidió una botella de agua.
—Es gracioso que pidas agua cuando tienes a un cubito delante —dijo Winter riendo y aquello provocó que Karina empezara ruborizarse, lo cual sus emociones empezaron a dispararse—. No, no no. ¡Perdón! No quería que te... ¡Lo siento!
—No te preocupes, estoy bien —respondió riendo—. Ya te lo devolveré. Y respondiendo a tu pregunta... Sí, supongo que sí.
—¿Cómo que supongo?
—Sé que nací de alguna mujer y que tengo madre, pero no sé quién es. Solo sé que aparecí en el porche de mis padres cuando tenía 2 años cubierta de tierra, y que hubo un accidente a varias cuadras. No se supo nada mas de mi vida.
—¿En serio? Pero... Dios, eso es muy duro Karina... Entonces sobreviviste al accidente.
—Sí, eso parece —rió—. Según me contaron estuvieron meses y meses de papeleo con la asistenta social, es más, aún recuerdo cosas de aquella epoca. Intentaron averiguar de donde venía, si tenía algun tío o familiar que pudiera hacerse cargo de mí, lo que fuera, pero nada... Al final me tomaron por un caso de amnesia post-traumática. Y bueno, mi padres al final acabaron adoptandome.
—Wow... No me esperaba nada eso.
—¿El tuyo como fue?
—Nací... y ya. Solo sé que nací apenas viva, no tenía pulso y según mis padres... Fue un milagro.
—Tal vez lo fue.
—Tal vez... Y oye, ¿cómo supistes... lo de tu poder? ¿como lo tomaron tus padres? Perdón por tanta pregunta, es que tengo curiosidad —rió.
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La Ley de la Naturaleza - winrina
FanficKarina era fuego. Winter era hielo. A veces los polos opuestos, aparte de atraerse, se consumen. "-Tu nunca me harías daño. -Winter... Sabes de lo que hablo. Karina giró el rostro, pero cuando Winter pronunció las siguientes palabras su corazón de...