Una continuación ficticia a la historia tan breve de Lee Chowon y Yoo Kyungsoo, que a mis ojos tiene y tuvo demasiado potencial por explotar.
También haré mi propia versión de la historia de amor de los papás de los Park, porque si me quedé con curi...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Chowon estaba en casa totalmente solo; Kyungsoo había salido con Kim Hyesung y se había llevado el carro. Faltaba tan poco tiempo para por fin salir de tour y ya todo estaba parcialmente listo, lo único que faltaba era la parte más importante: empacar.
Johan estaba pulcramente guardado en su estuche; al menos la estrella de la noche estaba dónde debía estar... por otro lado, la segunda estrella de la noche aún no tenía idea de que iba a usar en sus conciertos.
Abrió su clóset y sonrió al ver que ya bastante ropa de Kyungsoo estaba cuidadosamente guardada junto con la suya. El Beta se había visto reacio a mudarse de su patética excusa de apartamento pero al final Chowon lo convenció, ¡y realmente fue él quien lo hizo! Cuando trataba de convencer a otras personas, una amable cantidad de feromonas ayudaba a endulzar las decisiones ajenas, era algo muy sencillo que aprendió a hacer a los catorce años, pero con un Beta fue una pelea constante que logró ganar únicamente con "muy buenos argumentos".
—Concéntrate.— se dijo a sí mismo. Volvió a mirar su ropa, realmente iba a estar todo el tiempo en trajes y solamente alguien con un ojo ponzoñoso cómo los de su madre y hermanos sería capaz de criticarlo si cada noche no usase un traje nuevo hecho a medida por algún diseñador de alta costura. Podría rehusar algunos de los que ya tenía y acompañarlos con algún accesorio nuevo. De todos modos amaba comprar pendientes y... bueno, creo que ya no voy a necesitar collares, pensó acariciando el pequeño dije que Kyungsoo le había regalado.
Sacó tres trajes de diferentes tonalidades de gris y los miró con detenimiento. Quizás si intercambiaba camisas o gemelos podría lograr la ilusión de tener muchos más.
Aunque de todos modos compraré trajes en cada país al que vaya, pensó lanzándose a la cama.
Chowon empezó a cerrar los ojos cuando entró una llamada. Al ver de quien era, no contestó. La persona volvió a llamar al menos unas cuatro veces más hasta que finalmente respondió.
—¿Que quieres?—preguntó Chowon un poco molesto.
—¿No te alegra que te llame, hermanito?—preguntó Lee Sohee, la otra Omega de la familia.
Chowon no contestó, dejando su hermana se pavoneara sobre lo buena persona que es.
—En fin, te quería pedir un favor— hizo una pausa—. Ve a ver a papá, quiere verte antes de que salgas del país.
—No lo sé, solo si tengo tiempo.
—Hazlo por papá. Si no quieres ver a mamá, está bien, puedes invitar a papá a tu casa o llevarlo a cenar.
—Sí, sí, ¿tienes algo más que decir?
—Wow, ¿sigues siendo un pedazo de mierda?—se burló su hermana—, hablando de eso, ¿por qué tenías que humillar así a hyung?
