Pesadillas

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Levi había adoptado la costumbre de pasar pasar por las habitaciones de sus hijos antes de irse a la suya. Le relajaba saber que sus hijos estaban en un profundo sueño y solo así él podría dormir tranquilo.

Pero había noches en que las pesadillas atormentaban a sus pequeños. Como hoy, el fuerte llanto de Damián lo había despertado, Hanji estaba profundamente dormida, se levantó lo más rápido que pudo y fue a la habitación de su hijo, en cuanto Damián lo vio saltó hacia el, se enganchó a su cadera y rodeó fuertemente su cuello.

Limpio sus mejillas y se sentó con él encima en la cama.

-Está bien, estoy aquí- Abrazo más fuerte a su hijo mientras lo acomodaba en su pecho.

Pronto Damián dejó de llorar y ahora solo salían pequeños sollozos

-¿Puedo ir a dormir contigo y mamá?-
Sus pequeños ojos grises lo miraban suplicando

-Está bien, solo por hoy-

Se levantó de la cama y salió de la habitación, Damián volvió a apretarse contra él, en cuanto llegaron a su habitación abrió la colcha y dejó que su hijo bajara de sus brazos, Damián se cómodo a lado de Hanji, quedando en medio de ambos, Levi se recostó y los tapó a ambos, pronto volvió a sentir las manos de Damián apretando su camisa de dormir. Paso una mano por su cabello quitándolo de su rostro y besó suavemente su frente. Una vez que Damián volvió a quedarse dormido, se acomodó y el también volvió a dormirse.

Sentía los rayos de sol sobre su rostro, y en cuanto más despertaba sentía un peso en el pecho, frunció el ceño y termino de abrir sus ojos, el peso que sentía no era otro más que el de Damián, Y pronto pudo ver que sus hijas también estaban durmiendo en la cama, Kuchel estaba siendo abrazada por Hanji mientras que las gemelas se habían metido entre Hanji  y Damián eso explicaba porque su hijo terminó durmiendo sobre el.

Reviso la hora en su celular tratando de no despertar a nadie, acomodo a Damián y se levantó de la cama, cerró las cortinas antes de salir de la habitación.

Estaba preparando su té de la mañana cuando sintió las manos de Hanji abrazarlo por la espalda. Se giró para darle un beso y ambos fueron a sentarse a la terraza.

-¿Porque estas despierto tan temprano?- Hanji se pego más a él, no le gustaba el frío de la mañana pero a Levi le encantaba.

-Tus hijos me estaban aplastando- Dejó la taza sobre la mesa y abrió los brazos, Hanji se acomodó entre ellos.

-Jajaja si te estaban aplastado porque los llevaste a dormir con nosotros?-

-Solo lleve a Damián, Kuchel y las gemelas se colaron-

-¿Tal vez deberíamos cambiar nuestra cama por una más grande no crees?-

-¿Otra cama? Creí que esta cama era perfecta para nosotros, pero tus hijos duermen de maneras muy extrañas-

-Jajajaja está bien, además ellos también tienen sus propias camas, si siguen durmiendo con nosotros entonces ya no podré dormir abrazada a ti-

-Cuatro ojos, solo me abrazas antes de dormir, después empiezas a hacer poses extrañas y a patearme-

-Eso no es cierto-

-Claro que si- Hanji empezó a sacarle la lengua

-Pero sigues durmiendo conmigo ¿no?-

-Si, creo que ya me acostumbré- Hanji se abrazó más a él y jalo suavemente su cuello, ambos apenas rozaron sus labios antes de que Zaira jalara la puerta.

-Papá, Damián no me deja cambiarle a la televisión. Yo no quiero ver Paw patrol-  Zaira se subió al sofá, llevaba el pijama rosa, y su cabello parecía que acababa de pasar un tornado por ahí.

-Está bien dile que apague la televisión ya vamos a desayunar- sus ojos recorrieron el aspecto de su hija.

Zaira salió corriendo de nuevo hacia dentro gritando lo que él acababa de decirle.

-Es igual a ti- Levi suspiro y se levantó del sofá

-¿Ah? ¡Oye!- Hanji grito detrás de su espalda y fue tras de él.

 Familia Ackerman ZoeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora