Levi bajaba apresurado las escaleras, por donde sea que fuera la casa estaba repleta de globos y papelitos de colores.
Estaba empezando a dolerle la cabeza, pero solo por hoy no discutiria nada, ya mañana tomaría su escoba y obligaría a Hanji a Limpiar, porque apostaba que todo esto había sido obra de ella. Pero el sabia muy bien que sería el, el que terminaria limpiando Hanji no podía ni alzar un cojín.
Entró a la cocina, tratando de que sus pasos fueran silenciosos, si hacía mucho ruido sus víctimas saldrían corriendo y ya estaba cansado de correr.
Empezó buscando debajo de la mesa, frunció el ceño al ver que no había nadie. Volvió a la salida, esperando que hubiera señales de algo.
Cuando estaba por irse y buscar en otro lugar, cuando una mano pequeñita salió de la cajonera y subió hasta meter los dedos en el pastel que estaba en la encimera.
Sonrio y con pasos muy silenciosos se acercó hasta abrir las puertas
-Las encontre-
La única respuesta que recibió fueron dos grititos agudos, y enseguida unas pequeñas carcajadas, inspeccionó con la mirada a las dos niñas que estaban mirándolo con toda la inocencia del mundo.
Los vestidos de ambas se encontraban sucios, y tenían rastros de dulce y crema de pastel por todo el rostro.
-Zaira y Daira Ackerman Zoe, ¿que les dije sobre no ensuciarse la ropa?, si su madre las ve me va a matar-
Tomó a ambas niñas en brazos y subió las escaleras, esperando que Hanji no lo viera.
-Tenemos 15 minutos para que estén listas, en ese tiempo llegarán los invitados-
-¡Siii bañoooo!- Ambas niñas corrieron a la tina, Levi empezó a buscar ropa limpia.
Después de 10 minutos ambas niñas estaban sentadas en la cama, con un vestido limpio y bien peinadas, Levi terminó de abrochar los dos pares de zapatos que tenía enfrente. Y cuando vio que los 15 minutos habían terminado los tres bajaron al primer piso en donde ya estaba Hanji y Kuchel esperándolos.
-Creí que las gemelas ya estaban listas desde hace una hora- Hanji estaba cruzada de brazos y lo miraba con mala cara.
-Si, bueno tuvimos un pequeño incidente- Se encojio de hombros y vio a Hanji fruncir aún más el ceño.
-Tus padres ya llegaron, al igual que los invitados-
-Oh, bueno entonces ahora puedes sentarte y descansar mientras yo vigilo a otros 10 mocosos que no son las mías.
-¿Si?- Hanji camino hasta la sala pero antes de llegar volvió a la misma actitud que había tenido.
-¿Oye Levi tu sabes porque el pastel está empezado ya? -
-¿Que? , no lo e visto
-¿Enserio?-
Levi soltó un suspiro, no quería hacer enfadar más a Hanji
-Esta bien fueron las gemelas-
-¿No se supone que las estabas cuidando para que no sucediera eso?-
-Si pero me entró una llamada muy importante del trabajo y cuando termine las niñas ya no estaban y bueno las encontré en la cocina comiendose el pastel-
Vio a Hanji suspirar, para darse la vuelta y ir con sus padres. Seguro que estaba molesta con él, y no tenía ánimos de pelear.
El ruido de algo rompiéndose, lo devolvio a la realidad, frunció el ceño y camino hacia donde escucho el ruido.
Después de algunas horas el sol empezaba ya a ocultarse, todos los niños que habían estado revoloteando por su patio, ahora estaban a punto de caer dormidos, incluidas sus hijas, Kuchel estaba jugando con Isabel, y las gemelas estaban sentadas en el regazo de su padre agotadas después de haber jugado toda la tarde.
Subio a donde estaba Hanji, se acercó y acarició su abultado vientre, recargando su barbilla en su hombro.
Hanji recostó su cabeza sobre su hombro, la vio sonreír mientras observaba a las gemelas.
-Sigo pensando que es un sueño-
-¿Que cosa?-
-Esto, miranos ahora tenemos una gran casa, con 3 hermosas hijas y pronto tendremos a nuestro pequeño niño, en cambio cuando nació Kuchel no teníamos nada, y creí que no tendría más hijos después del aborto. Y temo algún día despertar y que toda esta felicidad se esfume.
Hanji ahora estaba de frente, podía ver el reflejo del atardecer en sus ojos cafes, no sabía que un atardecer se volviera mucho más hermoso desde los ojos de otra persona, no hasta que lo vio, en su primer cita en ese parque. Mientras Hanji no dejaba de ver los últimos rayos del sol, el no había podido dejar de ver sus ojos.
-Eso no va a pasar, las niñas y yo siempre vamos a estar contigo, claro también el bebé -
-Te amo Levi, se que no lo digo seguido y que últimamente pareciera que no, pero en verdad te amo, gracias por haber ido ese día a mi casa-
-Yo tambien te amo Hanji, a ti y a nuestras hijas, y jamas me arrepentiré de haberte ido a buscar-
Se dieron un corto beso en los labios, Hanji había enredado sus manos detrás de su cuello, mientras sus manos descansaba sobre sus caderas.
-Por cierto ya tengo el nombre de nuestro bebé-
Anuncio en cuantos sus bocas se separaron
-¿Si? Espero que no hayas elegido Sawney o Bean-
Hanji soltó una risita, las gemelas se habían empeñado semanas en que querían que el bebé se llamara Sawney o Bean, después de que Hanji les contará una historia, sobre algo de titanes.
-No, quiero que se llame Damián-
-¿Damián?-
-Si, Damián Ackerman Zoe, ¿te gusta?-
-Me encanta-