[Introducción]

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Nuestros 4 protagonistas eran solo unos niños cuando se conocieron. Primero encontrándose en su pequeña escuela, para luego darse cuenta que vivían cerca del otro. Haciendo que se reunieran más veces por la semana. Creando así, una linda amistad grupal.

Cada vez que salían, destruían todo a su paso. Ya casi todos los reconocían como "ese cuarteto", y todos se quejaban de ellos. Siempre haciendo de lo suyo por allí y por allá. Los que vivían por esos rumbos, no sabían porqué no los llevaban a una correccional. Ni el mismo grupito de amigos sabía como siempre se salían con las suyas.

Todo era felicidad para los cuatro hasta que, por problemas de sus padres, tuvieron que separarse.

De parte de Tom: su madre logró conseguir un mejor trabajo en otra ciudad. Para así poder darle una mejor vida a su hijo ella sola tras la muerte de su esposo. Llevándose consigo, un sentimiento jamás revelado y luego olvidado.

De Tord: su padre, al ser líder de una armada bastante temida, no podía mantener a su hijo (futuro líder rojo) descuidado del mundo. Tenía que llevarlo a un lugar más seguro, para así enseñarle lo necesario para su futuro.

Edd y Matt fueron los únicos que se quedaron juntos en aquella ciudad.

Pero por una situación repentina, los padres de Matt tuvieron que dejarlo a cargo de su abuela, que vivía hasta el otro lado de la ciudad.

El cuarteto parecía estar destrozado. Aunque...

[...]

   —Tom, cariño. Llegarás tarde a tu entrevista de trabajo.—decía en tono suave una linda madre de ojos totalmente negros. La mujer se veía desgastada por la edad, pero seguía manteniendo esa linda sonrisa que subía de ánimos a quien la viera.

   —Mgh. Fuera de aquí. No estoy para eso—queja el joven de ojos negros, iguales a los de su madre, a la vez que se giraba para darle la espalda.

Ella le miró con una sonrisa tierna, sabía que su hijo era así y ella sabía bien como tratar con ello.
—Vamos, cielo. No está tan mal tener que trabajar.—decía mientras le sobaba el hombro.—Tal vez tus compañeros de trabajo se pueden volver tus amigos oooo...pareja— al ya no recibir respuesta alguna, se dio cuenta que lo había logrado despertar.
Ya que, si siguiera dormido, seguiría quejándose aún dentro de sus sueños.

Es algo curioso en él.

La mujer le dio dos golpesitos en el hombro y habló—Bajaré a hacerte el desayuno. Espero verte ya cambiado para eso—salió de la habitación sin apagar la luz, ni cerrar la puerta.

Tom se levantó algo malhumorado, pero le había prometido a su madre que le ayudaría con algunos gastos de la casa y no quería decepcionarla.

Así que, se levantó, hizo su rutina diaria de higiene personal, se puso su ahora típico suéter azúl,  tenis viejos a cuadros y se dispuso a bajar esas escaleras para desayunar junto a su madre.

[En otro lado]

   —Tord, ya vas a cumplir dieciocho años y no veo ni una pisca de responsabilidad en ti.—Decía el padre de Tord con los brazos cruzados y una mirada molesta, al ver a su único hijo estar aún acostado en un sofá leyendo un manga(cabe aclarar que este no era un hentai).

   —Si, si. Me lo has dicho. Pero se todo lo necesario para ser un líder. No tienes que preocuparte por eso.—Decía el joven de cabello en forma de cuernos, mientras seguía leyendo su manga e ignoraba en parte a su padre.

Su padre gruñó un poco por su contestación y habló—La responsabilidad es-.—fue interrumpido.

   —«...parte esencial en nuestra armada y no se debe tomar a la ligera».—recitaba Tord fastidiado y dejando su manga a un lado.—Lo sé, lo sé, no es la primera vez que me los dices. Pero en serio, confía en mi, yo sé lo que hago.

   —Ah, ¿si?. ¿Y la vez que explotaste uno de mis aviones?- levantó una ceja, ya algo harto.

   —¡Fue para ver si eran resistentes!— extiende sus brazos a sus lados.

   —¡LO LLENASTE DE EXPLOSIVOS!. ¿¡Cómo mierdas piensas que lo iba a soportar!?—exclamó el padre de Tord, cansado de las tonterías de su hijo.
Al ver que se estaba alterando, respiró profundo y volvió a hablar con más tranquilidad y firmeza.—Escucha, no lo diré dos veces. Te conseguí un trabajo de medio tiempo en la ciudad vecina.
Así que, empaca tus cosas. Solo lo necesario. Porque te irás a vivir allá y tendrás que arreglártelas solo y no será fácil.

   —¡Pero-!—Tord estaba bastante indignado. No pensaba que su padre llegaría a tales extremos.

   —No te preocupes, es un buen empleo. Ganarás lo necesario para pagar los gastos diarios. Aunque, antes de irte te daré algo de dinero.—Dijo para después dirigirse a la salida. —Ah, y por último. Paul te llevará mañana por la mañana, así que ten todo listo para esa hora. Sin más que decir, me retiro.—salió de la habitación de su hijo, dejando a Tord fastidiado por la decisión, pero no le quedaba de otra. El mismo se lo había ganado.

[...]

¿Quién pensaría que en esa ciudad se encontraría a un viejo amigo?

I See You Again「TordTom」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora