➽ Capítulo dos:

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Luego de terminar la junta con su abuelo, YoonGi se despide de este, pero no de su primo Ji-Hoon, quien al parecer tampoco se molestó en despedirle.

Va caminando hacia la salida de la empresa con sus guardaespaldas siguiéndolo, cuando sale se percata de la presencia de su secretario.

—Bonito momento para llegar, Jeon —recibe pasando de largo al omega, quien se vuelve a él, confundido.

— ¿Qué? ¿Qué ocurrió? —Pregunta mientras se adentra a la camioneta. —Min YoonGi, te deje solo menos de una hora —suelta un bufido. YoonGi lo mira y también suelta un bufido.

—Esa hora basto para que me mataran.

— ¿Qué paso? —Vuelve a preguntar.

Un suspiro frustrado sale del omega pelirrojo, se vuelve a la ventana y niega con la cabeza.

—El comienzo del fin, supongo.

JungKook no puede estar más confundido que nunca, quiere volverse a uno de los guardaespaldas, pero duda que ellos tengan conocimiento de algo ocurrido en la empresa CosMintic's.

— ¿Estuvo Ji-hoon? —Se atreve a preguntar tras varios segundos. El interior de la camioneta comienza a tener el aroma amargo a caramelo y JungKook de pronto quiere vomitar. —Okay, eso ya respondió mi duda, por favor, contente —solicita tapando su nariz.

YoonGi le dirige una mirada con ojos entrecerrados, parece que en serio quiere matarlo.

¿Pues qué rayos ocurrió ahí adentro? Pregunta para sí mismo. Y es que al tratarse de la familia Min, se pudo haber tratado de todo y de nada a la vez, son personas que se ahogan en un vaso de agua y se declaran la muerte por cosas absurdas.

Cosa de ricos. Concluye JungKook.

—Bien, escucha —toma el mando el secretario—, irás a casa y tomarás un baño de burbujas, y yo saldré con Hobi esta noche ¿de acuerdo? Y los dos estaremos felices esta noche.

— ¿Y los cachorros? —Se detiene a preguntar Yoongi, de pronto parece estar distraído y JungKook agradece a sus pequeños demonios salvarle el pellejo.

—La madre de HoSeok los cuidará —sonríe—, es nuestro aniversario de bodas —reconoce. YoonGi abre los ojos sorprendido y eso provoca una risa en el omega pelinegro—, está bien, ya me compre algo de tu parte.

—Lo siento —parece decir de manera sincera, y es que JungKook no lo distingue, pues el aroma a quemado aún continúa un poco.

—Está bien, sé lo pesado que han sido estos días para ti —compadece.

— ¿Por eso querías volver hoy? —Alza una ceja, y el omega sonríe a la vez que asiente con la cabeza. —Cosa de parejas, supongo.

—Aumenta más cuando hay amor verdadero —confiesa JungKook.

YoonGi deja de mirar la ventana y dirige su mirada a su secretario y mejor amigo, los ojos de JungKook brillan y su aroma a durazno se intensifica. No puede evitar arrugar la nariz y negar con la cabeza.

—Asco —murmura. JungKook suelta una risa y le da un golpe en el brazo izquierdo.

—Eres un tonto.

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La casa de YoonGi es enorme, cuenta con dos niveles y varias habitaciones, es una zona residencial, con pocos habitantes y con terrenos separados unas casa de otras, para él vivir en esas condiciones es perfecto, tener su propio espacio, ah, sí, le agrada mucho.

Ayudando a mi mejor amigo - TaeGi. [Au! Omegaverse]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora