Un rayo de luz atravesó la ventana de tu habitación, a pesar de ser las 8 de la mañana el sol ya parecía estar en su máximo esplendor.
Tú te encontrabas mirándote en el espejo mientras te hacías una coleta alta, incluso ya tenías el uniforme puesto, hoy te tocaba trabajar y no te gustaba llegar tarde a los sitios.
Al terminar de arreglar tu pelo te miraste durante unos instantes en el espejo para después salir de la habitación y bajar a la planta de abajo donde tus padres se encontraban desayunando.
- Buenos días.- dijiste en voz alta a los dos presentes.
- Buenos días.- devolvieron el saludo sin quitar la vista de sus móviles.
¿No era que los adolescentes eran los que utilizaban demasiado el móvil? Lo es, pero los adultos de la Generación Alpha usan los móviles demasiado, tanto que incluso parece que se olvidan de las demás cosas.
Trabajo, móvil, comer, dormir. No hacían mucho más.
Y no hablemos de como había reducido la natalidad en los últimos 30 años, si antes nacían 10 niños, ahora nacen 3 de cada 10, un número muy desolador. Los políticos llegaron a hablar sobre imponer una ley de obligar a las familiar a tener dos hijos como mínimo, pero esta se mantiene en espera durante un tiempo.
Agarraste una manzana del cesto de la fruta, recogiste tu mochila que estaba apoyada cerca de la puerta en la que estaban tus llaves, agua, unas galletas, tu móvil y algo de dinero por si las moscas y saliste por la puerta sin despedirte.
Tu relación con tus padres había empeorado bastante, sobre todo con lo sucedido con el tema de la universidad.
"No piensas nada en nosotros, nosotros trabajamos todo el día por ti para que puedas tener todo lo que tienes."
"¿¡Qué quieres estudiar ciencias naturales o biología?! ¡Se suponía que debías seguir con nuestro legado de medicina!"
"No haces absolutamente nada, solo estás sentada en el sofá con el móvil, a lo mejor si te lo quito haces algo más."
Llegó a un punto de que ya ignorabas las palabras de tus padres o si no podrías echarte el día llorando pensando en todo lo que hacías mal, así que decidiste empezar a ser más independiente y que lo que hicieras lo harías por ti misma y no por nadie más.
Poco después llegaste al cuartel cerca del muro, este estaba en el subterráneo, justo en tu turno solo trabajaban unos 10 hombres que se lo tomaban todo a broma y una amiga que habías hecho allí, Mitsuki, la cuál ahora mismo estaba sentada en frente de la cámaras leyendo un libro.
― Wow, un libro en papel.― le dijiste con sarcasmo mientras pasabas por su lado.
― Por muy raro que te parezca es mejor leer en papel que en el móvil.― te dijo ella sin quitar la vista del libro.
Comenzaste a colocar una pistola en el cinturón por si las moscas, estaba en el libro de reglas del trabajo que siempre había que tener un arma a disposición por si había un ataque de los "Salvajes".
A ti siempre te causaron curiosidad ellos, de pequeña solías estar en frente de aquel muro, querías ver al menos una vez en tu vida como era la gente en el otro lado y como se vivía allí, siempre habías llenado de preguntas a tus padres sobre eso pero estas ren evitadas o ignoradas.
― Vaya Tsuyoi, otra vez preparando la armita, ¿acaso tienes miedo?― preguntó con un tono burlón un chico unos metros detrás tuya.
― Que yo cumpla las reglas de mi trabajo no significa que tenga miedo, Math.
El chico chasqueó la lengua molesto y se fue con sus amigos a vigilar a fuera, ahora mismo a ti te tocaba vigilar las cámaras del interior pues el cuartel en el que estabas está bajo tierra, cinco se fueron a fuera del cuartel en la parte subterránea y otros 5 en la parte exterior.
Hoy te tocaba vigilar las cartas del subterráneo, Mitsuki estaba observando las del exterior. Justamente ayer te había tocado toda la jornada fuera, así que hoy te tocaban las cámaras así que te sentaste en la silla en frente de aquella pantalla en la que aparecían las imágenes de cada cámara y no hiciste nada más que revisarlas, de vez en cuando revisabas tu móvil por aburrimiento o charlabas con Mitsuki, pero no había nada más que hacer.
El día estaba tranquilo como siempre, no había nada raro, hasta que oíste un grito proveniente de las cámaras.
Tus ojos fueron instantáneamente con sorpresa a la pantalla, iban de una pantalla a otra sin parar, hasta que viste a uno de tus compañeros en el suelo mientras lloraba.
― ¿Qué fue eso?- preguntó Mitsuki quien se había levantado de su sitio y ahora apoyaba su mano en tu hombro mientras observaba también las cámaras.
― Parece que hubo un ataque, no tuve tiempo a ver.― dijiste comenzando a levantarte pero sin quitar la vista de la pantalla. ― Tenemos que ir.
Uno de los que estaban fuera fue a socorrer al compañero herido pero algo rápidamente lo golpeó haciéndole caer al suelo.
― ¿¡Qué mierda está pasando?! ― preguntó uno de tus compañeros por el lugar pero este fue derribado también.
― ¡Vamos Mitsuki! ― exclamaste saliendo de la habitación y comenzando a bajar las escaleras hacia el lugar.
― ¿¡Qué haremos?! ― preguntó tu amiga con un tono levemente asustadizo.
― Atacaremos a quién sea que esté ahí. ― susurraste mientras cargabas tu pistola.
Terminasteis de bajar las escaleras y aparecisteis en el lugar, todo se mostraba tranquilo y silencioso pero igualmente estabais en guardia.
― ¡Ayudádme! ― oíste gritar a Math quien se encontraba en el suelo, a este le sangraba la cabeza y sus ojos apenas estaban abiertos.
Mitsuki al oír eso fue corriendo a socorrerle, pero no se dio cuenta de que alguien con una barra de metal en la mano se acercaba por atrás.
― ¡MITSUKI CORRE! ― gritaste corriendo hacia ella, pero fue demasiado tarde, aquella cosa había golpeado la cabeza de tu amiga.
El cuerpo de tu amiga cayó en un golpe seco en el suelo, la sangre comenzaba a brotar de su cabeza.
Corriste hacia ella mientras sacabas unas vendas de tu bolsillo, tomaste su pulso y notaste que este era débil.
―Mierda. ― susurraste.
Miraste un momento a tu alrededor y viste como tus compañeros estaban inconscientes con distintas heridas en el suelo. Bueno, inconscientes o tal vez ya estaban muertos.
― Las manos donde pueda verlas. ― oíste una voz masculina detrás tuya y notaste como algo frío se apoyaba en tu cuello.
Levantaste las manos, soltando las vendas, no habías terminado de vendar a Mitsuki pero tristemente esta ya había muerto.
Viste como sangre bajaba de tu cuello, pero esta no era tuya, era la sangre de Mitsuki, quien se encontraba detrás tuya era la misma persona que había golpeado su cabeza.
― ¿Tanto tiempo te lleva derrotar a cinco personas, Kazutora?
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野生 𝐒𝐀𝐋𝐕𝐀𝐉𝐄𝐒 - 𝗧𝗼𝗸𝘆𝗼𝗥𝗲𝘃 (𝗬𝗮𝗻𝗱𝗲𝗿𝗲)
Fanfiction¿Y si la sociedad estuviera dividida en dos? Está la gente "normal" como tú que vive en la ciudad, pero después está la gente que vive al otro lado, a los que llaman los "Salvajes". Muchas cosas pasarían, pero ninguna de ellas buena para ti. ✘✘✘✘✘...