Capitulo segundo.

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(Accidente).



Cuando Rukia despertó con el peor de los horarios un día miércoles eran al rededor de las seis y media comenzó a vestirse con su uniforme impecable mientras acomodaba sus libros : Álgebra, física, química, Inglés y otros leguas... Y paró de contar cuando llegó a ese último pues parecía tener memorizado sin necesidad de leer, cerró el bolso una vez reviso que todo estaba lista.

Era un día ajetreado, largó y tedioso que quería creer que no era así. Quería seguir durmiendo la verdad, pero ya no podía con lo temprano que iba a salir.

Pronto el celular resonó, había llegado un mensaje.

«Pijamada en mí casa ¿Qué dice? » -; Leyó el mensaje proveniente de Inoe Orihime y ella le respondió entusiasmada de poder descansar dando una respuesta positiva.

Camino al instituto era tan tarde, su hermano se había ido más temprano sin darle tiempo de desayunador realmente además de una rebanada de pan que comió en el camino corriendo a todo lo que su cuerpo le daba, el pecho se compromia por el cansancio, pronto se tropezó con un pequeño escalón tropezando con alguien chocando con un grupo de personas quienes le reclamaron por su torpeza.

- ¡Lo siento! - se apresuró a decir con un grito.

No pudo evitar fijarse de una especie de sombra sobre un edificio, era una figura monstruosa, con colmillos grandes obeso y espantoso emitiendo gruñidos, sacó su lengua lamiendo sus labios.

- ¿Qué? -, pregunto casi sin aliento cuando esa cosa saltó a ella, en un acto de reflejo dió una pirueta esquivando a duras penas aquella criatura que intentó morderla, emitió un gritó cuando el suelo se rompió y tembló.

Las personas comenzaron a huir y tuvo la espantosa sensación de qué solo ella podía ver ese monstruo, solo ella está paralizada del miedo viendo al monstruo saboreando a la chica que sin pensarlo más tiempo una pequeña parte de su cerebro funcionó segundos antes de que intentó morderla de nuevo pues se fue corriendo en dirección opuesta a dónde iba esquivando por segunda vez a la criatura.

Ella saltó lejos, esquivando unas garras pero al hacerlo cayó al suelo, raspando sus mejillas que sangraron de inmediato lastimando también su brazo.

Su larga lengua se estiró para tragarla, enrrollando el cuerpo de la femenina con esa lengua la elevó, fue en ese momento que Rukia gritó desesperada por ayuda pero no había nadie, escuchó la risa de esa cosa pero no duró mucho, la sangre del monstruo salpicó, su lengua fue cortada y ella cayó al suelo.

Una figura vestida en negro se posó frente a ella, tenía el cabello llamativo, puntiagudo y anaranjada, ella abrió los ojos como platos, no podía respirar bien pero sabía que no era una ilusión, ese sujeto alto alzó una espada se ridículo tamaño alzando sus dos manos, entonces cortó al monstruo en dos.

La sangre del monstruo le salpicó, ella retrocedió arrastrándose en el suelo hacia atrás lastimando sus muñecas en el proceso.

- Oye... Tú - argumentó a duras penas tragando saliva, el hombre se giró, tenía el entrecejo fruncido mirándola por unos segundos largos pero luego se giró y de lo que pareció un salto se desvaneció.

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