Capítulo 2:Sanar, descubrir y leer.

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—“Muestra tu debilidad, James Barton o sufre las consecuencias

Jennifer.

Regrese a mi casa sin ninguna idea para matar el tiempo. Caí rendida en mi cama, el sobre en mis manos empezaba a sentirse vacío así que lo lancé hacia mi escritorio.
Moví mi cuerpo por la toda la cama hasta que mi piel dió con un mueble de madera, a ciegas abrí el primer cajón.

Levanté gran parte de mi torso quedando sentada en la cama. Mire mis manos, luego al frente y finalmente lancé la almohada que llevaba tiempo sosteniendo con fuerza y ¡Ja! Vi como una figura robusta se encogía a atrapar la almohada, esa era mi señal.

Tome la pistola del cajón, deshice la cama tendida para correr hacia la silueta, mis rodillas tocaron el suelo para poder deslizarse y llegar más rápido que la persona. Levanté mi arma hacia su rostro, estaba con un pie doblado y el otro era el que me apoyaba con equilibrio. Ambas manos estaban sujetando el arma.

El hombre pareció sorprenderse, si me pidieran describir al hombre que posiblemente me hubiera secuestrado diría que tiene unos ojos verdes tan bellos. Eso sería lo primero que diría.

No dijimos nada durante unos segundos, solo nos dedicamos a observarnos de forma tan detenida, hasta que decidí acabar con el silencio.

—¿Quien eres? —Pregunte lento y fuerte. «autoritaria» gritaba en mi mente.

Era difícil comportarme tan fría, Steven había hecho un buen trabajo en ayudarme. Nunca antes había sentido repulsión hacia mí misma cuando amenazo a alguien.

—Tranquila, nos conocemos —Dijo él bajando el arma que brillaba en su mano derecha. Luego trato de  bajar la mía pero no tenía la menor idea de bajarla, mi cuerpo me traicionó y terminé bajando el arma mientras él ejercía fuerza para bajarla.

—¿Lo hacemos realmente? —Indague poniéndome de pie. El hombre comenzó a dar vueltas por la habitación— No recuerdo haberte visto en ningún lado.

—Claro que nos hemos visto, ¿Como puedes olvidar que tuvimos sexo en ese armario? —Señalo el armario grande. De inmediato mi cabeza se giró hacia esa dirección— Bromeo, —Sus carcajadas salieron natural— ¿Que? ¿Aún sigues con tu pésimo humor? Ahora veo por qué Mark decidió seguir solo.

Rodó los ojos y se agachó para tomar el sobre que minutos antes había tirado al suelo, lo critico por su margen.

—Prueba de ADN. No creí que alguien como tú quedará embarazada, y menos que dudaras de quién es el bebé siempre te creí...

Interrumpí su extraño regaño, cortando su inspiración. Si, lo noté en su rostro que mínimo se tardaría como 1 hora en sacar todo lo decepcionado que estaba de “mí”

—Bien, si tanto me conoces por qué yo no recuerdo tu rostro —Explique la situación en la que me encontraba, aún agachado buscaba mi mirada y cuando por fin la encontró decidí soltar todo— Se que nunca olvido un rostro, claro, si lo quiero recordar.

Eclipse-Moon Knight. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora