◍𑂺ི⸼🍓⃕. Y Diggory se fue.

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– ¡Largo de aquí! – grito desesperado, podría darle un ataque de pánico si aquel despreciable ser seguía en su casa. Para resumirlo y que se entienda mejor, hasta no hace mucho tiempo encontró a su ex pareja en un restaurante. Las cosas empezaron a cambiar desde ahí, ya no lo odiaba a pesar de que seguía teniendo cierto miedo a lo ocurrido en el pasado. Sabía que no debía aferrarse a aquella idea, sin embargo el pelicastaño aprovecho la debilidad que tenía por perdonar a las personas y tratar de coquetear con él para así después apuñalarlo por la espalda.

Terminó con una discusión estúpida y con Diggory burlándose de la idiotez de perder a dos prometidos, siendo él uno de ambos, lo habían jodido totalmente. No solamente aparecía Potter para tratar de reconquistarlo, pues al ver su carita tan bonita sentía que podía perdonarlo y llenarlo a besos, sino que también Cédric había arruinado su día. Una vez que él castaño se retiró lloro, como si no pudiera más.

¿Y si el plan de Harry era el mismo? Se quería morir por ser tan iluso y caer en mentiras tan estúpidas como esas. Jamás debió si quiera conocer a alguno de ambos.

Suspiro y supo que lo mejor era irse de ese lugar en cuanto antes, sin explicación alguna o algo por el estilo. Para su suerte mañana ya era el día de su vuelo y se sentía más tranquilo. Salió rápidamente de ese bello hotel y se dirigió a su hotel compartida con sus amigos. Theo y Neville ya eran pareja, así que otra razón no existía para quedarse. Todos ellos se encontraban corriendo de un lado para otro en busca de sus cosas.

– ¡Draco! Que bien que llegaste. ¿Que tanto te tardo hablar con ese idiota? No me dirás que ya quieres quedarte y por eso no hiciste tus maletas. – sonreí ante la tonta suposición de Pansy. Aunque debía admitir que sí lo hubiera hecho.

– No, tranquila Pans. Desde hoy no se sabrá nada más de ese idiota ni aunque se arrodille ante mi y me traiga tulilitas recién cortadas. – ella estrecho mi mano con una gran sonrisa y luego me abrazó, sentía mi cuerpo ser asfixiado por su fuerza así que trate de separarla sin parecer descortés.

– ¿Y de Potter? ¿Que hay de él?

Se separó a voluntad y me vio alarmada.

– No, es lo mismo. No vale la pena dejarme ilusionar... Espera, ¿como sabes que me habló con él? – pregunté.

– Ella te vendió por crumble a la hora del té. Creo que deberías reconsiderar a tus amigos.

Dijo Blaise apareciendo de la nada a nuestro lado. La vi y supe que es cierto, pues evitaba mi acusadora mirada.

– No te hagas el inocente, Blaise. Tú también comiste.

Supe entonces que los tres habían ido, y básicamente me regalaron a él. Sentí un leve tic en el ojo.

– V, verás Draco. Si estuvieras en nuestra posición lo entenderías. Era la hora del té y él nos saco información inconcientemente.

Así que por eso sabía tanto de mis gustos.

– ¿Le dijeron todo de mi? – esperaba un si por respuesta, no me sorprendería.

– No todo, por ejemplo jamás mencionamos que te gustan las serpientes.

– Mucho menos que amas el crème brulée. Y no para de darte ese postre cada que puede.

Añadió Blaise.

– Y tampoco le dijeron que te gusta ir a Peyton and Birne. Es más, recién sabemos que te gusta ir ahí.

Dijo Theo. El tic en mi ojo se estaba intensificando. Con un demonio, me habían seguido y ya se habían dejado delatar, así de idiotas eran.

– ¿Por qué diablos me siguieron? – los tres idiotas recién notaron su error y se vieron cómplices.

– Perdón, solo queríamos saber cómo iba a terminar eso. Y la verdad que Potter no me parece tan malo... Creo que sí te quiere, Dray.

Dijo Pansy mordiendo levemente su labio inferior.

Por un momento quiso decirles que estaba bien, que lo intentaría. ¿Pero que le aseguraba que no le hiciera daño? Nada. Absolutamente nada.

– Saben, agradezco vuestro empeño. Pero aquí lo dejamos, no pienso volver a dejarme arrastrar por tontas ilusiones. Ahora, si me permiten, debo hacer mis maletas. – recibí una vaga sonrisa por su parte y un decaído asentimiento de Blaise.

Suspiré una vez que estuve en mi habitación. Todo se sentía bien y mal a la vez. Mi cabeza era mil revoltijos y ni que decir de mi corazón. Me sentía tan confundido que solo quería dormir y ahogarme entre las almohadas, sentirme asfixiado en ellas era mejor a sentirme ahogado en mis pensamientos tan contradictorios.

-

Era hora, está fue una de las mil ideas que pasaban en mi cabeza y que sentía jamás se cumplirían. Sin embargo mi padre claramente me dijo "ve por él" y recordar las palabras de Ginny eran más que suficientes para tener en cuenta que si no conquistaba a ese rubio mi nombre podría ser pisoteado.

Me arme de valor y entre al avión. Draco Malfoy, ahí te voy.




Siuuuu dijo el bicho.

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