«04»

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Jungkook

¿Ya les había dicho que detesto mi  trabajo?

Bueno, el peo en si no es el trabajo por qué a quién no le gusta el billete? (Si tan solo me aumentaran el sueldo...) el peo en si es el país y la gente que no sirve pa un coño.

Hoy nos avisaron por el grupito de Whatsapp que llegáramos un ahora antes por que no sé, les picó el que ustedes saben y bueno, tocó. 

No les voy a mentir, estaba cagado por que la última vez que nos llamaron así terminaron botando a unos cuantos y maano, tremendo beta, no he entregado mis papeles en los otros chinos y ya me van a botar de estos? No vale...

Ya me estaba imaginando que me iban a exponer frente a mis compañeros por el día ese que eché un camarón en la parte de cosméticos. Ese día  a Jin le tocó estar en esa área y yo la noche anterior no pegué ni un ojo por qué estaba escuchando unos ruidos todo raros en el techo de la casa, yo ya estaba que me subía a la placa con un bate de béisbol a ver quién era el ocioso que estaba trepado en la verga esa pero no fue necesario por que después me di cuenta que eran dos gatos calenturientos realizando el acto del coito en la madrugada, que tal?

Ese es el verdadero quién pudiera.

Pero no hablemos de eso por qué me deprimo. 

Hoy Jin me había avisado que iba a llegar tarde por qué primero pasaría por el centro poniendo el reclamo en cantv por qué tenía dos días sin internet en su casa cuando se supone que había cancelado el mes y no había deuda.

Le respondí el mensaje con un «Suerte mano» ya que eso era lo que iba a necesitar oyó. 

— Vieja me voy, bendición — Me despedí mientras agarraba mis macundales.

— Dios te bendiga hijo — Dijo ella, venía de la cocina con una taza en la mano — Mira tu papá te manda a decir que le contestes las llamadas Jungkook Andrés... 

Ay Dios...

— ¿Vas a seguir Abigail? — me entrompé de inmediato— Yo le dije a él que si tiene algo que decirme que me lo escriba no entiendo por qué quiere hablar con uno por videollamada sí o sí, es invasivo, que ladilla — Me quejé — Y de paso, me llama cuando estoy trabajando y si le digo algo se queja...

— Sí pero tu sabes como es e...

— No, pero no es el deber ser. — Dije serio. — Después hablamos del tema, se me hace tarde. Te pasé a tu venezuela una plata para que vayas al mercado oíste. 

Me pagaron una plata que me debían de un tigrito que maté hace DOS MESES y bueno ahí están pa que compre pal cuajao si no, sale parrilla ni modo.

Cada quién con su religión pero si a Diosito no le importa la gente que anda echando vaina por ahí que le va a estar importando que comamos carne o no en semana santa verdad?

Caminé a la parada digno con una leve esperanza de que pasara mi vecino pipirisnais que está más bueno que comer con hambre terminara dándome la cola como una vez sucedió pero no fue así...

Triste.

Para mí fortuna venía un 1 UDO de esos que me llevaban relajao piano a piano hasta enfrente de los chinitos. 

Al montarme me di cuenta que la mayoría de los pasajeros eran estudiantes de la UNERG, había un grupito de Fisioterapia, otro de Enfermería y otro de Medicina, cada quién en lo suyo; unos echando vaina, otros estudiando y otros casi que durmiendose.

Caminé todo el pasillo hasta sentarme en los últimos puestos y ponerme los audífonos para echar un sueñito de aquí hasta allá, por qué nojoda, el trayecto de Los Guaritos a Las Cocuizas era como cruzar media Maturin.

El pana de los Chinos. «taekook»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora